Capitulo 7

562 43 6
                                    

Heme aquí, enrollada en mi cama, cálida y satisfecha entre las delicadas sábanas de seda, viendo un documental en la televisión de algo sobre lo que nunca había escuchado antes. Lo cambiaría, pero el galón de helado mezclado con galleta de chispas de chocolate no me permite usar mis manos para otra cosa que no sea palear en mi boca la exquisitez congelada. 

Noches como esta son raras, pues no es común que todos estén fuera de la casa; pero me aferro a saborearlas. De hecho, no espero que nadie vuelva hasta mañana, temprano por la mañana. Eso fue lo que hizo que el sonido de la puerta de entrada rechinando fuera tan alarmante.

El pánico me abatió como un tren de vapor. Me escabullí silenciosamente afuera de la cama, derramando el helado por encima de toda la alfombra blanca prístina, y abrí el clóset a un lado de la cama.

Ahora escucho pisadas, indiscretas y torpes, como si la persona me quisiera hacer saber que está ahí. Jadeo y recojo la cuchara que hace un momento utilizaba para disfrutar de mi noche libre. Las pisadas se tornan más ruidosas, y me sofoco en el espacio minúsculo que resta en el clóset. Cierro la puerta un par de minutos antes de que el extraño abriera la puerta de la habitación, permitiendo poco más que un mezquino momento de silencio.

Espío por las rendijas. Su rostro se ve familiar, pero no puedo determinar de dónde es que lo conozco. Nota el helado derramado e impulsa su mirada en la vasta expansión del cuarto.

—¿Hola? —llama sin sonar amenazador, pero he cometido ese error antes. Nunca, bajo ninguna circunstancia, debes asumir amistad de una voz.

Mira debajo de la cama.

Mierda; me está buscando. Sostengo un quejido, y comienzo a aflojar la cabeza de la cuchara con mi dentadura, esperando poder quebrarla y sacar de ella una manera para defenderme. La rompo, pero genera un «clic» sonoro. El hombre voltea su cabeza y prosigue a caminar hacia el clóset. Tiemblo, rogando que no lo abra, que no lo abra, ¡que no lo abra!

La puerta me revela y ambos gritamos simultáneamente por miedo y sorpresa, claro. 

- ¡Tío Stan! -Exclame gritando entre asustada y enojada llevando mis manos a mi pecho. Sintiendo como mi corazón latía a mil kilómetros por hora. Ok, se que suena exagerado esto pero es que en serio me asuste y mucho, tome aire y tome la compostura- ¿Que haces aquí tío Stan? -Pregunte ya bajando la guardia.

- Ah, solo quería saber si estabas despierta -Aclaro el anciano mientras que este solo aparentaba estar tranquilo.

- Pero...-Hice una breve pausa- ¡¿Pero por que?! ¡¿Pero por que?! -Reclame a mi tío gritando como loca caminando de un lado al otro en la habitación.

- Sh...-Trato de callarme, me cruce de brazos molesta, esperando la respuesta de mi tío para ver si tenia un buen punto como para interrumpir mi hermoso momento; flojear como sino hubiese un mañana.

- Escúchame calabaza- Calabaza... hace tiempo que el no me llamaba así, me dio nostalgia recordar aquellos recuerdos donde yo era su sobrina consentida; pues...creo que lo sigo siendo ¿No?

 - Hay un tipo que quiere conseguir trabajo; no tengo idea porque viene a estas horas pero que suerte que tu estas despierta -Iba a reclamarle y a protestar a mi tío pero el fue el primero en tomar la palabra, como si pudiera leer mis pensamientos; sabiendo de lo que yo estuve a punto de hacer. Vaya que me conoces bien tío- Como sea, no te estoy preguntando si quieres o no, tienes que ir con el.

- Pero ¿Que hago? -Pregunte angustiada sin tener ni la menor idea de que hacer, típico; que te piden cosas que hacer y tu ni idea de lo que vas a hacer.

- Es simple Mabel; escúchame con atención sobre lo que te voy a decir al respecto sobre lo que tienes que hacer, tienes que entrevistar al muchacho que esta esperando allá en la sala -Explico mi tío mientras hacia gestos con sus manos o que se yo -Como te decía; tienes que entrevistar al muchacho para ver si esta calificado para el empleo, hazle pruebas o algo así por el estilo -Sentencio mi tío antes de retirarse de mi habitación. 

Yo baje las escaleras de mala gana, mientras me quejaba a regañadientes por lo que mi tío Stan me acaba de pedir.

Mis ojos no podían creer lo que estaba viendo; era mas y nada menos que - ¡Gideon! -Exclame feliz corriendo hacia el para darle un abrazo- ¿Que te atrae por aquí, eh? -Le di un leve codazo en el hombro.

- A pues... -Se rasco la nuca nervioso, podría jurar que se había sonrojado o algo así, da igual- Necesito el empleo para ganar dinero sabes -Desvió su mirada a otro lado, como queriendo evitar el contacto visual conmigo por completo.

- Ya veo -Musite en voz baja. Me encontraba sentada en mi escritorio y frente de mi el chico un poco nervioso- Quita esa cara Gideon -Ordene con una sonrisa dibujada en mi rostro.

- Claro -Respondió nervioso; que parte de no estés nervioso no entendió- Vine por el anuncio de la ventana -Aclaro el chico, ya mas tranquilo.

- ¿Un anuncio? -Pregunte un poco confundida alzando una mis finas cejas.

- Exacto, en su ventada del frente tienen un anuncio que necesitan fotógrafo de medio tiempo y bueno me encanta la fotografía, por eso vine ­-Dijo sin dejar de verme.

- Sabes lo que eh visto de ti demuestra que eres una buena persona, bueno pues, serias un buen empleado pero no estas dentro ­-Dije fingiendo desanimarlo haciendo que el chico se ponga triste.

- Claro; entiendo , lo siento por hacer...-No termino lo que iba a decir ya que lo interrumpí para darle la buena noticia, lo se, soy un poco mala cuando me lo propongo. Bromista también, claro.

Es broma tontin, estas dentro, venga, quita esa cara ­-Dije con una sonrisa en mi rostro.

- ¡Estoy dentro! -Exclamo el peli-blanco sorprendido; ya que el no se lo esperaba. Suelo hacer bromas; creo que estas no es una de las mejores pero ñe, no le quita lo divertido a esto ¿Cierto?- ¡Estoy dentro! ¡Estoy dentro! -Seguía el chico exclamando feliz, a lo cual yo, no pude evitar reír -   D-digo gracias señorita Mabel -Dijo un poco avergonzado el tipo.

- No me digas señorita -Lo regañe levemente- Dime Mabel, tangamos una buena relación de empleado y subjefa -Sonreí mientras estrechaba la mano con este.

- Oh, gracia Mabel, no sabes lo feliz que estoy de estar contratado, prometo ser el mejor empleado -Respondió emocionado el peliblanco con una enorme sonrisa en su rostro. Yo asentí contenta.

 🍓🍉🍓🍉🍓🍉🍓🍉🍓🍉

Publique hoy porque no me gusto el capitulo 6, así que los quise compensar con nuevo capitulo hoy :D.






Aventura En Fight Falls- Mabill.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora