Cap. 2

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Estaban despertando... y notaron que estaban en Berk.

—¿Dónde estamos?—preguntó la ojiazul mientras se levantaba.

—No lo se... creó que en Berk—contestó el castaño.

Todos se levantaron algo nerviosos por lo que había pasado antes de haberse desmayado.

—Bien, ahí que buscar a los dragones, nos vemos aquí en unos minutos—aclaró el de una pierna.

Todos aceptaron y se separaron en busca de sus dragones.

En otra parte de Berk

—Hipo... Hipo—gritó una voz—Creó que esta dormido—confesó.

Aquella persona entró a la casa del joven para ver si estaba despierto...
Al entrar vio a Hipo terminado de arreglar su armadura del brazo.

—Ah... mamá hola—saludo el hijo.

—Hipo apresurate, las carreras estan apuntó de comenzar y te necesitan ahí de inmediato—aclaró la madre.

—Lo se mamá es que, se me hizo tarde —dijo mientras buscaba algo.

—Ay Hipo... desde que eres el Jefe estás muy ocupado—confesó.

—Lo se mamá, pero—dejo de moverse —intento ser un buen Jefe como lo fue Papa—dijo algo alegre.

—Y lo haces bien—contestó la rubia.

—Astrid... ¿Que haces aquí? Deberías estar con los demás—preguntó algo confundido.

—Si lo se pero olvide mi hacha— respondió mientras la levantaba con el pie y la agarraba con una mano.

—Bueno pues vamonos los 3 juntos— opinó la castaña. Los 2 aceptaron pero...

—Hipo... —dijo la rubia haciendo que se detuviera—Se te olvidó—dijo mientras le ponía su capa de tela roja que lo identificaba como el Jefe.

Astrid se la puso e Hipo le dio un beso.

—Odio tener que usarla—se refería a la capa.

—Pero tienes que usarla todo el tiempo—aclaró.

Después de eso se fueron a dónde eran las carreras de dragones.

Mientras tanto

—¿Nadie encontró a su dragón?— preguntó el castaño.

Todos dijeron que no con la cabeza.
Hipo reconocido un rugido... era Chimuelo.

—Chimuelo... ay amigo me alegra que estes bien—confesó con tono tranquilo.

Mientras tanto

—Bocon, que no inicien aún... no encuentro a Chimuelo... voy a buscarlo—dijo mientras corría.

—Apresurate Hipo, no querran que el Jefe llegue tarde—avisó el amigo.

Hipo solo volteó a verlo mientras corria y le sonreía, en eso se le cayó la capa.

—Hipo... tu capa—gritó la rubia pero no escucho su esposo. Lo empezó a perseguir.

Hipo estaba corriendo pero empezó a caminar y a gritar, llamando a su dragón mientras algunos aldeanos lo saludaban.

Después de caminar unos metros más logro ver la ala de su noble amigo...

—Me alegra que estes aqui Chimuelo—avisó el castaño, pero al verlo también vio a 6 niños que nunca había visto.

—¿Quien eres y que hacías con Chimuelo?—preguntó algo serio.

—Soy Hipo Haddock... futuro Jefe de Berk ¿Quien eres tú?—preguntó con tono desafiante.

El grande se quedo sorprendido al oir su nombre...

—Te llamas ¿Hipo?—preguntó algo confundido.

—Si... heredero de Berk ¿Quien eres tu?—volvió a preguntar.

El grande solo quedo cabizbajo pero después dio una sonrisa y los volteó a ver.

—Soy Hipo Haddock... Jefe de Berk—en ese momento llegó Astrid.

—Hipo se te cayó tu capa y...—quedo sorprendida al ver a los pequeños—Hola—dijo amablemente.

—Y ella es mi esposa... Astrid—dijo mientras la veia.

Todos se sorprendieron pero más Hipo y Astrid...
Habian llegado al Berk del futuro...

Un viaje al FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora