Cap. 11

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Narrador

Después de que Hipo leyera las palabras del libro todo se fue obscureciendo.

Mientras tanto con Drago e Hipo

—Como puedes ver, esta es mi guarida—aclaró el villano—Ven sígueme—el pequeño Hipo obedeció.

Empezaron a bajar unas escaleras y llegaron a lugar lleno de barcos y dragones.

—¿Que es este lugar?—preguntó con tono serio.

—Con esto podremos destruir Berk—aclaró—Mis hombres capturaran a los dragones y también destruirán la isla—Hipo sonrió.

—Es perfecto—saco un mapa de su bolso y lo puso en una mesa—Hay que hacer un plan.

—Tienes mucho potencial muchacho...¿Cuál es tu plan?—empezó a examinar el mapa.

—Rodearemos la Isla de barcos acompañados de dragones, a tus órdenes empezaremos a atacar. Cuando la aldea este casi destruida iremos por Hipo—ese plan era bueno.

—Me agrada tu idea—después de seguir planeando por horas el plan, empezaron los preparativos.

Mientras tanto con Hipo y los demás

Hipo y los demás estaban despertando. Hipo se levantó de golpe.

—Chicos despierten—los empezó a despertar. Poco a Poco estaban despertando.

—¿Donde estamos?—se iba levantando—¿Lo logramos?—preguntó Astrid.

—No lo sé... iré a inspeccionar él área, quédense aquí hasta que regrese—aclaró y salió de la cueva de hielo donde estaban. Cuando salió fuertes vientos había. No se podía ver bien por la tormenta de nieve que había.

—Al parecer estamos en una Isla que solo tiene nieve, no podremos salir hasta que pase la tormenta—saco un poco de leña de un bolso—Dame una flama baja amigo—le pidió a Chimuelo para hacer una fogata.

—¿Mientras que haremos?—preguntó Patapez.

—Hay que hacer un plan—aclaró Astrid.

—Tenemos que rodearlo y yo hablaré con él... ese es el plan—dijo Hipo seriamente.

Pasando las horas

Ambos Hipos estaban planeando su plan de ataque. El pequeño Hipo estaba dispuesto a ver sufrir a Hipo quitándole lo que Estoico le había dejado, este plan haría que él fuera el peor líder que Berk haya tenido. El simplemente quería verlo llorar ante él.

Mientras que el Jefe Hipo solo quería que su "yo" del pasado abriera los ojos y entrará en razón. Que lo que va a hacer está mal, que aún es tiempo de cambiar todo esto para que las siguientes generaciones no tengan que pasar por esto. El quería tener paz en Berk, el quería lo mejor para lo que su padre le dejó en sus manos.

Los chicos estaban descansando hasta que terminó la tormenta de nieve.

—Vamos chicos hay que salir y encontrar a Hipo—aclaró el Jefe. Los chicos se levantaron y salieron de la cueva, comenzaron a caminar donde estaba una gran montaña—Según Gothi, el se encuentra por ahí—indicó.

Comenzaron a caminar siguiendo el rumbo del Jefe. Hipo tomó a Astrid de la mano para poder ayudarla a caminar. Se lograba ver una montaña, ahi es a donde se dirigían, donde supuestamente estaría Hipo.

Mientras tanto con el otro Hipo

Las tropas estaban casi listas. Hipo portaba una armadura negra (como en carrera al borde) al igual que su ropa. Un dolor llego a su cabeza.

—Jefe Hipo—le habló un hombre—¿Se encuentra bien?

—Si, continúa trabajando—ordenó. El pequeño Hipo tenia mareos y un fuerte dolor de cabeza pero eso no le impidió comtinuar planeado este ataque.

En sus pensamientos

¿Que esta pasando aquí?—perdía la memoria por un momento—Ah estoy planeando atacar Berk—para después recuperarla.

—Hipo—lo saco de sus pensamientos.

—¿Que sucede Drago?—preguntó fastidiado.

—Las tropas estan listas-aclaró—¿Que prosigue en el plan?

—¿Piensas atacar Berk cierto?—los interrumpieron.

El pequeño Hipo voltea con una cara enojada, pues ya sabia de quien se trataba.

—Vaya, Vaya—los observava—Al parecer es el Jefe Hipo.

—Detente—puso una cara muy enojada—No lo repetiré una vez más.

—¿Enserio crees que me vas a poder detener?—preguntó retandolo.

—Yo no... Pero tu si—intento jugar con su mente. El pequeño Hipo no entendía.

—No voy a perder mi tiempo hablando contigo—le dio la espalda—Que empiece el ataque-dio la orden.

El Jefe empezó a caminar hacia el mientras lo intentaba convencer.

—Este no eres tu, sabes que si sigues así podrias...—lo interrumpió.

—¿Cambiar el pasado y el futuro?... Si lo se—aclaró.

—¿Y aún así no piensas cambiar?—le preguntó—Sabes que pienso que eres, eres un cobarde. Un cobarde que no puede aceptar la consecuencia de sus actos.

El pequeño Hipo se harto.

—Cállate—lanzó una daga a el Jefe. Hipo no espero eso, se quedo estático, sin saberlo Astrid se puso enfrente de él. Hipo, después de unos segundos reacciono.

—¡Astrid!—grito. Se levantó corriendo para poder salvarla pero fue demasiado tarde... La daga le había dado a Astrid...

Un viaje al FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora