"El Camino Que Elegiste" (Sasunaru Yaoi)

CAPITULO 5: "CAMINOS TORCIDOS"

-¡Espera! ¡Calmante dejame hacer mi trabajo joder!

-Lo siento hermosa pero me encanta hacer esto.... te pones tan.... mm mm

-Ya ¡¡BASTAAA!!

Sakura Haruno estaba rendida en escalofríos... aquella piel tras su cuello bajo su cabellera larga y rosa era muy sensible cosquillosa y con el leve rose de aquella pluma la ponía nerviosa cosa que disfrutaba el Sai travieso que no dejaba a la mujer casada trabajar en paz.

-¿Cómo con ella si te dejas?— Preguntó ese Sai aún molestando con aquella pluma entre sus dedos.

-¡Por qué ella sabe cuando hacerme esas cosas! ¿Ya? Déjame trabajar Sai… por favor…

-Hump… bueno Sakurita, trabaja pues. — Sai sonrió dejando así respirar  a la joven.

“Sé que hacer esto… sólo complica mi estado, es como ir a la guerra sin armas, es como ir a dar el cuello… así… dar el cuello… creo que por esa sola razón mi cuerpo está temblando… aquellos dientes, aquellos colmillos y aquella risita burlona que me pone todo loco… no sé… creo que eh vuelto a caer en el mismo error de siempre, no alejarme me daña y parece como si me agradara la idea… ¿Acaso soy un sadomasoquista? Un pervertido que goza de aquellas sensaciones a pesar de llevarlo al limite del deseo y tener que frenar para no hacer tonterías… no… no serían tonterías… serían… las consecuencias que harían que todo esto se fuese al demonio”

Sonó el timbre dos veces, Naruto estaba seguro que era Sasuke pero no se molestó en abrir pues estaba seguro que el Uchiha no olvidaba la contraseña de su puerta con seguridad. Entró el hombre moreno sin problemas y miró la sala de estar completamente echa un desastre y como centro del desastre estaba un Naruto Uzumaki colgando del sillón central de cabeza con una sonrisa de oreja a oreja y un plato de palomitas entre su sudadera y su barriga casi al punto de caer, palomitas regadas por todas partes, la televisión de plasma encendida en un programa de concursos chuscos que a Naruto le encantaba ver. Sasuke levantó una ceja en signo de incomodidad y desacuerdo… ese rubio siempre extravagante en su forma.

-¿Viene a despedirme señor patrón?— Preguntó con burla el descarado.

-¿Todavía preguntas imbécil?— Sasuke dejó caer su trasero en un sillón lejos del rubio a pesar de sus deseos por que aquella sudadera se bajase más y pudiera ver más de aquella piel algo tostada mmm mmm se saboreaba en su mente. — Tal parece que no te importa tu trabajo… ya ni porque sois un importante elemento, tu salario es bueno al igual que tus horarios tu patrón es tu amigo…

-¡No mi amigo no!

-¿Uh?— Sasuke no pudo evitar ver como Naruto se movía con destreza de aquella posición claro… dejando caer más palomitas del bol.

-Eres mi mejor amigo. — La noticia de siempre le caía como balde de agua fría como siempre. — ¿oh no señor patrón?

-No sé… — Evadió aquella miradita picara que le lanzaba el rubio… siempre esa situación que lo ponía nervioso… al fin de cuentas bien que le gustaba sentir aquella tensión y adrenalina por una simple mirada.

-De todas maneras siempre accedes Sasuke, el día que me despidas será por que ya no me quieres ja, ja, ja, ja.

-¡Esta vez es diferente!— Replicó el Uchiha con un leve tono sonrosado.

-Diferente en qué…

-¡Ah!— De la nada le tenía en su cara, esos ligeros mechones rubios rosando su frente y esos ojos azules clavados en la negrura de los suyos con la respiración acelerada y la boca a nada de cercas… Naruto tenía una destreza para hacer que un segundo fuese menos que un movimiento rápido y conciso al rostro del Uchiha paralizado.

-¿Diferente… en qué Sasuke?— No se apartaba de hecho… parecía acercarse más y más… el Uchiha podía sentir su propio corazón casi tocando con desesperación sus costillas, huyendo por las cavidades y queriendo salir por la gruesa piel de su pecho. No sabía si gritar como niña y salir corriendo o quedarse como monumento de panteón blanco y duro.

-Yo… eh… si… diferente…

-¿Por qué te pones así Sasuke?— Naruto abría la boca y su lengua parecía saborear algo que aún no estaba en sus dientes, se acercaba más al Uchiha inclinándose con rapidez… ¡Zazz!  de la nada tomando aquel saco, corbata y cuello de camisa con fuerza hacia un lado, despejando aquel cuello blanco y liso para allí depositar con furia sus dientes como si de un vampiro se tratase.

-¡Mmmm!— Gimió el moreno cerrando los ojos llevando sus manos a los hombros del rubio que seguía mordiendo,
succionando y lamiendo con la lengua con gran  fuerza, una terrible fuerza excitante para el moreno que sintió como su miembro comenzaba a despertar como la mira de una cámara.— ¡Es.. Espera!

-¿Esperar que?— Contestó casi sin despegarse— je, je, je, je me encanta agarrarte desprevenido Sasuke… tú tienes la culpa.

-¡Suel… suéltame!

-No, defiéndete y tal vez… tú nunca te atreverías a morderme ¿Verdad?

-¡No me tientes!— Dijo rogando que Naruto no notara su erección.

-Eres un miedoso…

-No es miedo… es precaución…— Si, precaución pues si tocaba con siquiera un diente esa piel no querría solo morderla, sería capaz de hacer a ese rubio provocativo absolutamente suyo allí mero sobre ese sillón sin importar nada ni quién.

Pero Sasuke no estaba para discutir esos detalles, su erección luchaba por salir triunfante de aquellas telas y Naruto seguía mordiendo, Sasuke no podía dejar que esto se le saliese de las manos, no ahora, que tanto le ha costado entender esa maña del rubio, maña que ayudó a enamorarse y desearle más, maña que lo a confundido entre si ese rubio sólo le toma el pelo y sabe qué pasa en su corazón o es un inocente juego de este para hacerlo repelar. En todo caso… debía huir de esa guerra. El moreno salió disparado hacia el baño aventando al rubio al suelo y con un portazo como cierre a su agonía respiró acelerado mientras Naruto sólo se secaba la saliva que parecía tener un nuevo sabor para él.

-¡¡JA, JA, JA, JA, JA!! ¿¡SASUKE-CHAAANNN!? ¿QUÉ PASÓ?— Se burlaba jactante el condenado rubio muriéndose a carcajadas en el suelo, el maldito sabía a qué le estaba tirando.— ¿Por qué saliste huyendo cobarde? Ja, ja, ja me encanta hacer eso por que… soy el único que hace que el Casanova salga huyendo por una simple mordidita ja, ja, ja, ja.
Sasuke sólo escuchaba mientras rogaba parar a su cuerpo esos frenéticos deseos por salir y callarle la boca al idiota de allá fuera… si… quería meterle eso duro que traía en la mera boca para que se callase de una vez, si, dársela toda para que supiese quien mandaba pero… ¡hump! Ni él mismo se podía mandar en sus cochinotes pensamientos.

-¡Sasuke! ¡Sasuke! ¿Tan feo te dejé?— Aún se atrevía  a preguntar tras la puerta.

-¡Déjame en paz!— Gritó, mirándose el cuello todo rojo con un perfecto aro de dientes marcados en su tez blanca ¡AHHH! ESO ni con maquillaje se iba a tapar tan fácilmente. – ¡Maldito Naruto!

-JA, JA, JA ¿Qué hasta te sangré que sales huyendo al baño?— <<No preguntes tonterías Naruto>> le contestaba el Uchiha en su mente desesperado por que aquel pene suyo no cedía a su deseo. — Y a te dije… tu tienes la culpa.

Maldita culpa entonces… Sasuke no podía responder más a esas tontas preguntas… sólo quería abrir esa puerta y comerse a besos a ese idiota. ¡Calma, calma mentecilla cochambrosa! Se decía el pobre casi sin fuerzas para reprimirse. Debía recordar que aquel ser amado para él estaba casadote con una mujer que amaba ciegamente por que… a pesar de todos esos “juegos” Naruto estaba enamoradísimo de su Sakura… vieja que no le caía ni por asomo bien.

Por cierto… hablando de esa mujer… en lo que Sasuke pasaba su cruel sufrimiento en el baño y con Naruto separándolo sólo una puerta de la gloria, quién disfrutaba de unos ricos besos en la oscuridad de aquel archivero, quien tocaba aquellos pechos y los apretaba como así los acariciaba con desdén y solvencia pura, con urgencia y desenfreno llevando sus lenguas una a otra a choques rápidos pero llenos de calor y pasión eran precisamente aquellos amantes que seguro Naruto ni siquiera se pensaba… claro… esta noche cenaría con su “amiga Karin” y vaya cena se daban estas con Sai como guardia cuidando que nadie las cachase en sus asuntos.

4 caminos torcidos deseando el mismo camino…