Capítulo 2.1

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Estaba mirando por la ventana cuando llamaron a la puerta.

Era Olivia y traía al bebé con ella.

Me puse de pie inmediatamente y fui hasta donde ella estaba.

-¿Ya comió? - pregunté tomándolo en brazos.

Ella negó-. No ha querido comer y la verdad su llanto me tiene harta. Te lo traje porque el patrón me lo pidió así. Ya vengo- salió de la habitación y yo abracé a mi hijo.

-Mi amor- besé su cabeza y lo acuné entre mis brazos.

Fui hasta la cama y me senté con cuidado. Mi pierna dolía y yo tenía mucha hambre.

No había comido en todo el día.

-Debes tener mucha hambre... ven. Mami te va a cuidar- apenas desabroché mi vestido y saqué uno de mis pechos, llevé el pezón a su boca. Él se prendió a él tan fuerte que me causó dolor.
Mientras él comía, le quité su ropita y lo dejé en el pañal solamente.

Quería que estuviera fresco.

Suspiré.

Deseaba que todo fuera diferente y la verdad agradecía no recordar nada porque tenía bastante con saber la clase de mujer que fui. No creo que pudiera soportar saber más.

Ahora podía entender todo y si yo hice lo que Alfonso me dijo que hice, no había pagado ni la cuarta parte de ese daño que había hecho y el padre de mi bebé me tenía en sus manos.

Entonces llegué a la conclusión de que debía hacer lo justo y tratar de enmendar ese error.

Debía ganarme su perdón.

-Te traje de comer- la voz de Olivia me sacó de mis pensamientos. Dejó la bandeja en la mesa de la derecha y fue hasta la puerta.

-Gracias- cambié al bebé hacia el otro pezón y luego la miré.

De seguro también le hice daño a ella.

-Lamento lo que te hice para que me odies, Olivia- ella sonrió con burla.

-Aún no me recupero de lo que me hiciste, pero la venganza es un plato que se come frío y yo esperaré a que estés desprevenida para cobrartelas todas, maldita- miró la comida y luego, a mi.

Por más que me doliera el estómago por toda el hambre que tenía, después de esa mirada, decidí que no iba a comer nada que ella me trajera.

-Vengo por él en dos horas- sin más salió de la habitación.

Miré al bebé y sonreí. Era tan tierno.

Cuando él terminó de comer, se quedó un rato despierto y yo aproveché para jugar con él.

-Mi pequeño príncipe- besé su nariz una vez quedó dormido y lo miré descansar. El pequeño se acurrucó cerca de mi.

Miré con dirección a la bandeja con comida y mi estómago rugió. Tenía mucha hambre.

Cerré los ojos y traté de disfrutar del momento con mi hijo, pero el dolor punzante en mi pierna no me dejaba. Levanté el bajo de mi vestido y vi la pierna hinchada.

Decidí buscar ayuda.

Acomodé mi vestido y en la cama coloqué unas almohadas a cada lado de mi bebé para evitar accidentes.

Me puse de pie con mucha dificultad y fui hasta la puerta.

Giré el pomo y gracias a Dios estaba abierto.

Salí al pasillo y llamé a Alfonso.

-¡Alfonso! ¡Alfonso! - él llegó luego de unos minutos y furioso me llevó dentro de la recámara y cerró la puerta.

-¿Qué mierda haces fuera de la habitación? - desvié la mirada y traté de mantenerme en pie.

-Yo... te estaba llamando porque... no aguanto el dolor en la pierna... y también porque está hinchada- él bufó y me dejó de mala gana en la cama.

Levantó el bajo de mi vestido y maldijo.

Sacó su móvil y marcó a alguien.

-Voy con Alicia al dispensario... es su pierna... - me miró fijamente-. ... cayó mientras se bañaba y se golpeó... OK,  ya voy para allá- colgó y me miró fijamente-. Recuerda que si eres buena volverás a ver a ese mocoso... - asentí.

De seguro quería que mintiera.

Me tomó en brazos y me cargó. En el pasillo llamó a Olivia y le ordenó que se quedara con mi bebé.

Me dejó en el asiento trasero del auto y tiró la puerta.

Condujo en silencio hasta el dispensario y una vez allí,  aparcó y se giró para decirme:

-Estás advertida- asentí.

Me sacó del auto y me dejó en la silla que traía Murilo  para transportarme.

Me guió en silencio y yo mantuve la mirada fija en mis manos. Tratando de contener las lágrimas.

Cuando llegamos a su lugar de atención, él,  con ayuda de Alfonso, me colocaron en la camilla.

-Muéstrame- levanté el bajo de mi vestido y le mostré. Él maldijo y empezó a revisar la pierna-. ¿Qué fue lo que pasó? - me preguntó.

-Me caí en la ducha mientras me bañaba - no lo miré a los ojos y él se rio secamente.

-Digamos que te creo- me obligó a mirarlo y cuando lo hice,dijo:-. Si él te maltrata,  te conviene hablar porque no va a cambiar, va a empeorar y con la historia que ambos comparten no va a parar hasta acabar contigo- vi como Alfonso lo empujaba y me abracé a mi misma.

-Te dije que me caí en el baño mientras me duchaba- él asintió.

-Lo que digas- sabía que no me creía, pero muy poco podía hacer.

-¿Qué tiene? - preguntó Alfonso.

- Gracias a Dios sólo fue la hinchazón,  pero si no la hubieras traído,  podría ser peor- asentí-. Debes evitar hacer esfuerzos,  no deberías estar sola cuando estás en el baño ni subir y bajar escaleras. Necesitas descansar - bajé mi vestido y miré mis manos.

-Yo...

-No te preocupes Murilo, de ahora en adelante, nos bañaremos juntos- dijo Alfonso. No me atreví a mirar a Murilo a los ojos. La vergüenza me lo impedía.

-¿Ya me puedo ir?- pregunté.

-Si... si necesitas algo me llamas. Procura descansar y no esforzarte- asentí con la cabeza.

-Espera... ¿Podemos tener sexo verdad?- me abracé a mi misma y rogué que, por favor, me tragara la tierra. 

Era mucha la humillación.

-Pueden irse ya- el doctor Murilo salió de la habitación y yo me quedé mirando su ida.

"Si tan sólo él fuera mi esposo"

-Vamos- Alfonso me tomó en brazos y me llevó hasta la camioneta. -No te preocupes,  será muy tranquilo todo esta noche- me robó un beso y su lengua asaltó mi boca sin clemencia-. Tu boca me encanta. Antes no tanto, pero ahora no puedo parar de besarla. Me imagino como te verías con esos labios alrededor de mi pene- la repulsa que sentí,  me dejó temblando.  Ese hombre me asustaba.

-No me digas esas cosas, por favor- él sonrió socarronamente.

-Está bien... no las diré,  las haré.

*****

Gracias por leerme,  espero les guste el capítulo. Saludos y Feliz Navidad.
Besos

Serie Inocente #4: Cautiva Inocencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora