-¿Qué vas a hacer esta tarde?-preguntó James a su hija antes de que ésta se fuera a trabajar.
-No he hecho ningún plan. ¿Por qué?
-Yo iré al polideportivo un rato ¿de acuerdo? ¿Por qué no quedas con alguien para ir al cine o algo así?
Álex le sonrió.
-No te preocupes, me apetece una tarde tranquila de tele y sofá.
-¿Estás segura? Puedo quedarme en casa si quieres.
-No seas tonto. Pásalo bien. Nos veremos esta noche.
Alexia cogió el bolso y las llaves de casa y salió hacia el garaje.
Las cosas no habían ido mal en estos tres meses. Su padre parecía haberse estabilizado bastante, y el tema de los vampiros no había vuelto a salir entre ellos. Álex había conseguido un trabajo en una oficina de la zona y vivían en un piso de alquiler, en un pueblo a 50 kilómetros de su anterior residencia. Habría preferido alejarse más pero, su padre se había negado en redondo. En cuanto a ella...tres meses después, por fin había conseguido dormirse cada noche sin llorar. No sabía en qué momento se había enamorado de Damon, pero, sí sabía que se dió cuenta en el momento en que no estuvo junto a él. Daría todo porque las cosas no hubieran terminado así. Todo menos una cosa, la salud de su padre, y estar con el vampiro le ponía en peligro porque él nunca se resignaría.
El día era gris y lluvioso esa mañana. Tuvo un escalofrío al salir del portal. Sin embargo, todo estaba como siempre, los mismos vecinos, la misma gente apresurada hacia el metro. Abrió la puerta del garaje y bajó las escaleras hacia el coche. Cuando se dió cuenta de que algo andaba mal ya era tarde.
-Hola Alexia-pronunció la voz suave de su marido a sus espaldas.
Ella cerró los ojos y se preparó para correr.
-No lo conseguirás-aseguróél-no puedes correr más rápido que yo.
-¿Qué quieres, Damon? -preguntó la chica volviéndose poco a poco.
Él estaba tan guapo como siempre. Vestía de negro, aunque con ropas modernas y su mirada se deslizó despacio por su cuerpo.
-Estás más delgada-afirmó.
-¿Qué diablos quieres?
-Tenemos que hablar. Sube al coche.
Ella hizo una mueca.
-Estás loco si piensas que voy a...
Él estaba delante de ella antes de poder acabar la frase. Pegó su cuerpo al de ella y se agachó para susurrarle en el oído.
-Entra en el coche, Alexia. Te acompañaré al trabajo y mientras hablaremos. La otra opción es hablar en mi palacio.
Ella le miró furiosa. De dos zancadas llegó hasta el coche y le abrió. Cuando él se acomodó en el asiento del copiloto se alegró de ver que sus largas piernas entraban con dificultad. Alexia sacó el coche del garaje y se sorprendió cuando Damon se agachó para ocultarse.
-¿Qué diablos estás haciendo?
-Creo que es evidente que me escondo. Y si tú no te callas va a ser en balde, no creo que acostumbres a hablar sola.
Alex se mordió la lengua para no responder. Condujo hacia la autopista y allí por fin Damon se incorporó.
-¿Vas a explicarme porqué has hecho eso?
-Los hombres de tu padre te vigilan-respondió el vampiro atándose el cinturón.
Alex le miró indignada.
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Alexia (saga Saint-Croix 1)
VampireAlexia ha caído en manos de su peor enemigo, el vampiro que juró vengarse de su padre. Ella está decidida a no dejarse dominar. Sin embargo, pronto se dará cuenta de que lo que había creído hasta entonces no es necesariamente la verdad. Registrada...