21. capítulo.

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Y aquí están los dos últimos capítulos. Espero, de verdad, que os haya gustado. Y estad atentas. Pronto habrá nuevas historias. Besitos, y gracias por vuestros votos y comentarios. 

Nadie preguntó por la ausencia de Alexia durante la cena aunque Marc miraba furioso a Damon en cuanto tenía oportunidad. Todos, excepto Elise, suponían que la había castigado por lo ocurrido.

-¿Puedo saber por qué me miras como si quisieras matarme, Marc?-preguntó Damon sin levantar la vista de su plato.

El humano sin responder salió del comedor.

-Creo que iré con él-murmuró Miriam levantándose.

-Miriam-llamó el rey-dile a tu novio que no he castigado a mi esposa. Así quizás pueda volver y terminar su cena.

-Sí, majestad.

Damon se levantó y salió también del comedor. André miró a Elise con fijeza.

-Tienes cara de ser el gato y haberte comido el canario de la casa sin que nadie más se haya enterado.

Elise soltó una carcajada

-Hay que reconocer que me conoces bien, hermano.

Damon subió a su habitación a media noche. Esperaba encontrar a su esposa durmiendo y poder observarla un rato antes de alejarse de ella. Al día siguiente ella se iría, eso era seguro. Entró en la habitación y se sorprendió al no verla en la cama. ¿Se habría ido sin decir nada? La sintió detrás de él pero antes de poder volverse ella le abrazó desde detrás.

-Tengo que decirte dos cosas Damon. No te vuelvas antes de que acabe, por favor.

Él asintió. Alex se alejó un par de pasos antes de seguir hablando.

-Tienes razón. Has sido conmigo todo lo que se supone que un vampiro es. Un verdadero monstruo.

-Alexia...

-Sin embargo-siguió la chica sin dejarse interrumpir-también me has mostrado que tienes un lado humano. El empeño que has puesto en que se hiciera la paz entre humanos y vampiros ha sido...bueno, ha sido maravilloso por tu parte y eso unido a que seas capaz de dejar que me vaya a pesar de quererme...hace que...que... yo también te ame. No me di cuenta hasta estos tres meses que...

-Alexia-llamó Damon aún sin volverse.

-¿Qué?

-Sé que te he dicho que no me volvería pero... necesito abrazarte. ¿Me das permiso para mirarte, por favor?

Alex rio divertida.

-Sí, claro...

No pudo decir más antes de que la boca de Damon cayera sobre la suya y la silenciara. Alex le abrazó y respondió con la misma pasión y cuando él la cogió en brazos y la llevó a la cama colaboró gustosa en quitar la ropa a su vampiro.

-Alexia, creí que te había perdido.

-Estoy aquí-susurró ella moviéndose contra él para buscarle-no voy a irme a ningún sitio.

Damon entró en ella con cuidado.

-Te amo, mujer-murmuró contra su boca-no sé qué habría hecho el resto de la eternidad sin ti.

Ella volvió a reír.

-El resto de la eternidad es un poco paradójico, ¿no crees?

Él sonrió y embistió con más fuerza en su interior haciéndola jadear.

-No estarás riéndote de mí ¿verdad, señora?

-No, mi señor. No me atrevería.

-No sé por qué me parece que mientes, señora. Pero creo que tendré que acostumbrarme a eso.

Y él procedió a demostrarla lo dispuesto que estaba a acostumbrarse a ella.

Cuando terminaron Alex se acurrucó contra Damon.

-¿Qué más querías decirme?-preguntó él.

-¿mmmm?-dijo ella medio dormida.

-Me has dicho que tenías que decirme dos cosas, ¿qué era la otra?

-Estoy embarazada-murmuró ella sin abrir los ojos.

Damon se quedó paralizado por un momento.

-¿Qué has dicho?

-Por Dios, Damon, eres un vampiro. Oyes perfectamente.

-¿Estás segura?

-Sí, hablé con Elise hace un rato y fue a por un test. No pareces muy...contento.

El vampiro se incorporó.

-¿Contento? No puedo creerme lo afortunado que soy, mi amor.

La abrazó con tanta fuerza que ella le tuvo que pedir que parara.

-¿Estás bien? ¿Te encuentras bien?

-Sí, de hecho por eso he tardado tanto en saberlo. No tengo la regla desde que nos separamos pero no tengo otros síntomas y por otra parte...

-Pensabas que era imposible hasta que supiste la verdad sobre tus padres.

Ella asintió.

-Nuestro hijo va a ser ¾ vampiro y ¼ humano. ¿Ha habido alguna vez algo parecido?

-No te preocupes por eso, querida. Iremos solucionando las cosas como vengan. Sabiendo que estás junto a mí, todo parece fácil.

-Sabes que seguiremos discutiendo, ¿verdad?-preguntó la chica somnolienta.

El vampiro suspiró.

-Espero que el embarazo te quite las ganas de enfrentarte conmigo continuamente-dijo abrazándola-pero si no es así, al menos tendremos las reconciliaciones.

Alexia (saga Saint-Croix 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora