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Miércoles, 21 de enero de 2004.

Hoy llovía mucho y Zev me ha preguntado si podía venir a mi casa a jugar. Yo le he dicho que no porque no sabía si mamá o papá iban a dejarme, pero entonces casi se pone a llorar así que he dicho que sí. Cuando la profesora Amy ha dicho al final de clase que llevaría a Zev a casa porque habían vuelto a cancelar las rutas, yo he dicho que iba a venir conmigo. La profesora se ha enfadado conmigo, pero me ha dado igual. Hemos ido a casa debajo de mi paraguas transparente y Zev me ha dado las gracias muchas veces.

El niño que me gusta tiene una sonrisa triste.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora