El niño que me gusta tiene una sonrisa triste.

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Lunes, 16 de febrero de 2004.

Sé que hace más de una semana que no escribo en el diario, pero es que me lo dejé en casa de Zev. De todas formas, hemos estado muy bien estos días, no nos separábamos ni un momento en el cole. Su sonrisa bonita también ha estado a punto de aparecer en algunas ocasiones. La profesora Amy sigue quedándose después de clase con Zev pero ya he dejado de preguntar sobre eso.

Ah, sí. Casi se me olvida. Esta mañana ha venido la mamá de Zev a devolverme el diario y ha hablado con mis padres mucho tiempo. Parecía enfadada y triste, porque gritaba y lloraba a la vez. Cuando se ha ido, mamá y papá me han abrazado muy fuerte y me han pedido leer el diario. Yo no he entendido mucho, pero les he dejado leerlo porque parecían muy preocupados.