Ellas salieron y yo me di media vuelta con el corazón latiendo rápidamente, tenía miedo y se sentía la tensión en el aire; levanté la vista y él me estaba mirando fijamente a los ojos, yo desvié la mirada ya que me incomodaba demasiado el contacto visual.
-¿Entonces? ¿Ya lo pensaste Natalia?
-Profesor yo... no estoy segura de esto, no voy a caer tan bajo por una calificación
- No es sólo una calificación, ¿te das cuenta que si repruebas perderías mucho?
-Eso ya lo sé, prefiero perder todo eso a perder mi dignidad por caer tan bajo
-Si repruebas bajará tu promedio, eso quiere decir que no vas a poder entrar a la carrera que quieres y todo tu futuro se va a la ruina
Me quedé callada. No tenía respuesta alguna.
-¿Entonces? ¿Estás dispuesta a hacer un pequeño trabajo para mí para subir calificación?
-No... - Respondí en voz baja
-¿Cómo dijiste?
-No, no voy a hacerlo – Dije segura
-De acuerdo, yo sé que al final vas a ceder, siempre es así, veamos quién ríe al final
-Eso ya lo veremos
-Y otra cosa, no quiero que le digas absolutamente a nadie lo que hemos platicado, ni a otro profesor, ni amigos de otros grupos, y mucho menos a tus compañeros, ellos me adoran, sé que soy su profesor favorito
-Tal vez eso sea cierto, pero no es el favorito de todos
-Nada más eres tú, así que no hay problema. Además yo no tengo la culpa que terminaras en el hospital hace algunos semanas y que a partir de ahí tu aprovechamiento bajara, ni que te faltaras a las clases cuando querías o que no entendieras nada de los últimos 5 meses
-Si el profesor no me cae bien por más que quiera no lograré aprender
Él no me dijo nada, levantó mi barbilla lentamente con ambas manos y me miró directo a los ojos. De repente me besó muy fuerte al menos por 20 segundos.
-¿Por qué hizo eso?
-Para que no se te ocurra decir nada
-No pensaba hacerlo
-No te creo, y espero que con esto te quede claro que no debes de decir nada acerca de esta plática, así me hagas ese trabajo o no, tú no vas a decir nada, ¿oíste?
Yo estaba tratando de procesar todo lo que acababa de pasar, sólo me limité a mover la cabeza en modo de afirmación
-De acuerdo pequeña, puedes irte a tu siguiente clase, nos vemos después
Lo miré antes de salir y tenía una mirada de poder, de satisfacción, de maldad, mientras que la mía sólo tenía odio y miedo. Tomé mi mochila y salí corriendo hasta llegar a mi otro salón; me dolía la cara por el modo en que me tomó, estaba a punto de llorar, se veía en mis ojos.
-Hola, ¿todo bien?, ¿qué te dijo el profesor? – Me preguntó Bianca
-¿Qué te pasó en la cara? – Preguntó Blanca
-Nada, no me dijo ni me pasó nada – Respondí enojada
-No es para que nos contestes de esa manera. ¿Qué pasó? ¿Quieres llorar?
-¡No! ¡Por supuesto que no! - Grité
-¿Qué pasó? – Preguntó una vez más Bianca
-Nada, no pasó nada
-¿De qué hablaron?
-Él me dijo que podía hacer un trabajo extra para pasar la materia
-¿Y tú que dijiste?
-Que no voy a hacerlo
Ambas se miraron confundidas.
-¿Por qué no? Es una buena oferta para pasar la materia, no entiendo cómo pudiste rechazarla
-Créeme que es lo mejor
-Al inicio de semestre tus calificaciones eran buenas, ¿qué te pasó? Estabas bien en todas las materias, pero desde que estuviste en el hospital todo empeoró, ¿por qué?
-No quiero hablar de eso, ustedes saben que pasó cuando regrese del hospital, además el profesor ya va a comenzar la clase
-Ok – Dijeron insatisfechas
Finalmente terminó la última clase, ya quería irme de ahí, normalmente nos íbamos las tres hacía el mismo rumbo, pero esta vez no quise que fuera así, deseaba aclarar mis pensamientos y no quería que preguntaran cosas respecto al tema del profesor o nuevamente del hospital.
-¿Nos vamos? – Dijo Blanca
-No, está vez prefiero ir sola si no les molesta
-No hay problema, ve con cuidado y nos vemos mañana
-Adiós – Dijimos las tres y ellas por su lado y yo por el mío.
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La peor experiencia de mi vida.
Short StoryPensaba que al entrar a mi segundo año de preparatoria todo mejoraría; nuevos profesores, nuevos compañeros, nuevas materias y nuevas experiencias que vivir. Un año lleno de expectativas. Pero estaba realmente equivocada. Me llamo Natalia, tengo 16...