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El semestre había terminado, solamente teníamos que ir una semana más para ver calificaciones con los profesores, pasé la mayoría de ellas con 7; lo que me preocupaba era biología y matemáticas, no sabía si lo que me hicieron afectó en algo mi calificación.
Primero fue biología.
-Muy bien, ¿quién sigue? – Dijo revisando su lista – Natalia, pasa por favor – Por alguna razón me lo dijo con tono de satisfacción y lujuria
-Dígame la calificación de una vez
-No hay razón para apresurarse, me gusta ver tu rostro, además lo voy a ver hasta el próximo semestre, déjame admirarlo una vez más – Respondió y me acarició el rostro
-Suélteme y deme mi calificación – Dije seria
-De acuerdo, sacaste 8, firma la hoja – Me dio un bolígrafo y firmé
-¿Por qué me puso 8 si no entregué muchas cosas y falté mientras estaba en el hospital?
-Te puse 8 porque se me hace justo después de todo lo que pasó, y aunque no tendría que hacerlo lo haré de todos modos, así te veo un poco más contenta, no como los últimos días.
-Aunque haga eso no va a cambiar nada de lo sucedido
-No me guardes rencor y odio, eso no es bueno; mira, mañana voy a estar aquí a la misma hora, quiero que te presentes sola o si no te repruebo, ¿quedó claro?
-Sí, quedó muy claro – Dije melancólica
-Muy bien, puedes irte, nos vemos mañana querida
-Adiós - Finalicé
Al salir me dirigí al otro salón, era hora de ver al profesor de matemáticas. Cuando llegué sólo estaba él revisando papeles sobre su escritorio, él nada más nos daba calificación, firmábamos y nos podíamos ir, así que no tendría que tardar demasiado.
-¿Puedo pasar profesor? – Pregunté y volteó a verme
-Hola, claro que puedes pasar, que bueno que volvemos a estar a solas
-Ajá, dígame mi calificación de una vez para no perder más mi tiempo aquí
-De acuerdo, firma aquí – Me dijo y me dio una pluma – Tienes 5
-¿Qué? – Dije sorprendida
-¿Qué parte no entendiste? Tienes 5, firma si tanta prisa tienes
-No, yo no voy a firmar nada – Comencé a reclamar - ese no era el trato, el trato era que yo le hacía ese asqueroso trabajo y usted me ponía 9
-Natalia, Natalia, Natalia, que ingenua eres, ¿acaso no te has dado cuenta?
-¿De qué?
-Nunca iba a subirte la calificación, eso sólo fue una mentira para que aceptaras hacer el trabajo, por más favores que me hagan nunca subo calificación, así que estás reprobada
-Es un maldito hijo de... - Sin llegar a terminar la frase y sin pensar, le di una bofetada, cuando se repuso de lo sucedido se levantó rápidamente de su asiento y me tomó de los hombros, en su mirada se notaba la ira, creo que nunca lo vi tan enojado - Vamos, golpéeme de una vez, ¿así estará mejor, cierto? – Exclamé
Me soltó y se dio media vuelta, pasó su mano entre su cabello y de un segundo a otro me encontraba en el suelo... me había dado un puñetazo.
-¿Entiendes que esto no es como tú quieras? Yo mando aquí, yo tengo poder sobre ti, tú eres mía y me vas a obedecer quieras o no – Gritó furioso
Me hallaba sentada en el suelo, con una mano sosteniéndome y con la otra cubriendo el ojo, sentía las lágrimas caer por mis mejillas y veía con miedo al profesor.
-Levántate, no quiero que alguien llegué y te vea ahí, mucho menos tus amigas – Me tomó del brazo y me levantó – Escucha con cuidado, no le vas a decir nada de esto a nadie, les inventas algo a las personas que te pregunten y mañana quiero que vengas aquí a la misma hora para arreglar unas cosas contigo, ya que ahora no puedo porque aún tienen que venir algunos alumnos y esto solo es entre los dos, así que mañana a esta misma hora, ¿oíste?
-Claro que oí – Respondí enojada
-Bien, pues nos vemos mañana, al final veremos quién ríe mejor, y si no vienes alguien más va a pagar por tus errores, ahora largo de aquí - Concluyó
Salí de ese lugar y me fui a mi casa. Después de pensarlo toda la noche sobre si debía ir o no, decidí ir, pero esta vez ninguno de los dos volvería a lastimarme, como dijo el profesor de matemáticas: al final veremos quién ríe mejor.
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La peor experiencia de mi vida.
ContoPensaba que al entrar a mi segundo año de preparatoria todo mejoraría; nuevos profesores, nuevos compañeros, nuevas materias y nuevas experiencias que vivir. Un año lleno de expectativas. Pero estaba realmente equivocada. Me llamo Natalia, tengo 16...