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Pasó poco más de una semana y por fin me dieron de alta; volví al colegio al día siguiente y aún tenía que usar las vendas, yo creía que me iban a recibir preocupados o felices de mi regreso, pero fue todo lo contrario, mis profesores comenzaron a tratarme diferente, como si les diera miedo tratar conmigo, mis compañeros no se acercaban a hablarme, Blanca y Bianca apenas me dirigían la palabra pero era cuando no había nadie conocido alrededor.
-¿Qué pasa? ¿Por qué su actitud?
-Mira Natalia, todo el salón de enteró de lo que hiciste, ahora no quieren tratar con tú ya sabes... una loca - Dijo Bianca
-Y preferimos mantenernos un poco alejadas de ti por unos días, en lo que se calman las cosas y no nos señalen igual que a ti - Expresó Blanca
-No me pueden hacer esto
-Lo sentimos, sólo será por unos días - Dijeron y se fueron
Me había quedado completamente sola, mis padres no querían hablarme porque les daba vergüenza lo que traté de hacer y mis hermanos no querían a -como todos llamaban- una loca.
Pasaron las semanas y cada vez que me tocaba clase de biología, el profesor me miraba decepcionado, no tenía justificación de mirarme de esa manera, como si lo que hice fuese más terrible que lo que él me hizo. Todos mis conocidos se enteraron, no me volvieron a tratar igual, me sentía tan mal que deje de entregar muchos de mis deberes, no entraba a clases; todo lo que tenía se fue al carajo, mi dignidad, mi autoestima, mis compañeros, mis profesores, mi sonrisa, mi vida.
Tuvieron que pasar varios días para que mis compañeras me hablaran casi como antes.
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La peor experiencia de mi vida.
Historia CortaPensaba que al entrar a mi segundo año de preparatoria todo mejoraría; nuevos profesores, nuevos compañeros, nuevas materias y nuevas experiencias que vivir. Un año lleno de expectativas. Pero estaba realmente equivocada. Me llamo Natalia, tengo 16...