Llegué a mi casa y mis padres aún no llegaban, mis hermanos estaban en sus habitaciones como todos los días y yo me fui directo a limpiar todas las armas homicidas, y esconderlas en mi armario, con el tiempo las iría poniendo en su respectivo lugar. El arma la limpié primero para dejarla en la caja fuerte de mi padre antes de que llegara; posteriormente tomé un baño y esta vez no me sentía sucia, a pesar de la sangre, no me sentía ni sucia, ni usada, ni como un objeto, me sentía libre y eso era lo que más me encantó de haber hecho todo eso.
Nunca podrían sospechar de mí, una niña de 16 años que sólo da a notar inocencia. Mi familia no se preocupa demasiado por lo que hago, si tan sólo me hubieran prestado un poco más de atención, si tan sólo hubieran investigado las verdaderas causas de mi intento de suicidio en lugar de tratarme como loca, todo hubiera sido muy diferente. Nadie pensaría que fui yo, todo fue calculado a la perfección y en tan solo una noche, fue sorprendente que a pesar de mi estado de ánimo en ese momento, llegué a hacer todo lo que hice, a planearlo y llevar a cabo sin muchos problemas.
Nadie volverá a lastimarme otra vez.
FIN
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La peor experiencia de mi vida.
NouvellesPensaba que al entrar a mi segundo año de preparatoria todo mejoraría; nuevos profesores, nuevos compañeros, nuevas materias y nuevas experiencias que vivir. Un año lleno de expectativas. Pero estaba realmente equivocada. Me llamo Natalia, tengo 16...