DAKOTA

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DAKOTA

El lugar donde llegamos es un lugar amplio, sus paredes son de un color oscuro, casi no se puede ver la luz, pero la habitación está llena de objetos, como los de una casa normal. Trato de no sentirme incomoda o tener miedo, eso sería en lo último en lo que debería de pensar.

Veo a una mujer salir de una de las puertas, no la veo muy bien pero sé que tiene apariencia odun, ella está de espalda junto a mí, tiene el cabello largo y blanco, su vestido es blanco, pero más parece un color plomizo claro. Cuando se voltea puedo ver su rostro, me es familiar, no quiero decirlo pero lo sé. Lagrimas salen de mis ojos, como si lo que viese no hubiese querido ver.

-Dakota...ella...ella es... - dice Noah sorprendido.

-Mi madre – digo yo terminando su frase.

Ella simplemente nos mira, yo seco mis lágrimas y trato de controlarme y recuerdo la última vez que la vi, aquella vez que la vi en manos de esos horribles corrompidos.

-¿Cómo te sientes? – pregunta ella con tono calmado.

No sé cómo responderle pero la veo muy tranquila, y cuando más se acerca menos la siento, es como si realmente mis poderes se hubiesen ido.

Pero también veo que posee unos enormes ojos rojos, los mismos que tiene Bruno y me doy cuenta de que ella es una renacida, ella en realidad no es mi madre, solamente se parece a ella.

-¿Quién eres? – le pregunto algo incomoda. El rostro que veo es el de mi madre.

-¿Quién crees? – dice ella retándome.

-Mis ojos ven un rostro familiar...pero mi corazón dice que eres una desconocida.

Ella no dice nada, se retira de mi lado y se va a sentar hacia otro lugar.

-Estas en lo cierto – dice – puede que me parezca a tu madre y tenga sus recuerdos pero no soy tu madre, me llaman Dima, pero prefiero que me digas Dim, suena mejor.

-¿Por qué escogiste el nombre de mi madre? – le digo casi gritando.

-Dije que suena mejor – su voz esta vez suena más furiosa – Lo siento - dice luego de calmarse – Por favor no te asustes.

-¿Qué hacemos aquí? – pregunta Noah tranquilamente.

-Esa es una excelente pregunta -dice – están porque aquí porque quiero probar algo con ustedes.

Al terminar su frase puedo ver como Noah se queda callado, esta pensativo. Y de repente sus ojos se agrandan como si acabara de descubrir algo.

-Dakota está muerta – dice Noah finalmente.

Yo lo miro algo confundida, pero sé de qué habla. Bruno me apuñalo con esa mano como una especie de espada.

-No, no lo está – dice ella – Lo único que hizo Bruno fue intentar convertir a Dakota en una renacida, pero parece que no funciono....ah y lo mismo hizo contigo.

-El ya experimento con nosotros – digo – Pero porque no podemos utilizar nuestros elementos.

-Bueno – dice ella – Suponemos que talvez Bruno no siguió los pasos indicados, pero lo que mi respecta creo que eso es erróneo. Simplemente la razón seria de que ustedes son diferentes.

-¿podremos recuperar nuestros poderes? – pregunta Noah.

-Creemos que sí, pero fueron tocados por un renacido, no lo olviden – dice – las probabilidades de que sean normales son casi nulas.

-pero eso nos convertiría en uno de ustedes ¿verdad?

Ella nos mira, como si esa preguntara no fuese necesario.

-Eso es demasiado obvio – dice finalmente.

Nosotros no decimos nada, ella tampoco lo hace. Parece que me estoy acostumbrado a la idea de que ella no es mi madre, porque voy odiándola cada vez que me mira con esos ojos fríos y rojos.

-La humanidad tuvo suficiente tiempo viviendo aquí – dice finalmente – Ahora nos toca.

Y es cuando me percato de que unos hombres se acercan a nosotros, yo trato de resistirme pero es imposible, ellos son mucho más fuertes que yo. También veo a Noah, él los ha golpeado pero veo como uno de ellos se acerca por detrás de Noah y le inyecta con una jeringa, lo cual lo deja inconsciente, mientras veo eso siento un pequeño piquete en mi hombro y sé que a mi también me han inyectado.


ODUN (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora