Dieciseis

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24 de Diciembre, 1994. 

Harry parecía contener algo de molestia ese día y era algo que Louis año a año intentaba descifrar con mucho interés, pero el rizado nunca le había dado indicios de que desease contarle. Algo que realmente le hiciera descubrir una parte que no conociese del más alto. Pero era inevitable, Harry era una caja. Una de acero que estaba encadenada a miles de ataduras, pero Louis sabía que tarde o temprano acabaría sabiendo la verdad de aquel chico de ojos verdes que cada día le importaba más.  Louis estaba seguro que dentro de esa caja, Harry escondía un corazón tan dulce y dañado que probablemente el ojiazul amaría poder reparar. 

Es por eso que ahora que veía al ojiverde recorriendo sus manos por la taza del café sintió ganas de vomitar verbalmente todo lo que pensaba. Sí, quería preguntarle mil y un cosas que quería saber de él. Pero no lo iba a hacer, no quería presionarlo a que le contase cosas que quizás el rizado no le quería confesar en ese momento. 

  —¿qué te gustaría de regalo esta navidad? —preguntó el más alto y Louis no dijo nada por un momento en el cual estaba hipnotizado por sus ojos. 

  —nada... —sonrió bobamente y Harry bufó.—   Prefiero cosas no materiales. 

  —¿como un abrazo?  —el ojiazul asintió riendo. Harry simplemente rió con él.—  Eres un chico bastante extraño, eres anormal. 

  —mira quien lo dice... —murmuró el bajito—  el chico más normal del pueblo. 

—a ti te agrada que no sea normal, por algo nos llevamos bien. —Louis solo sonrió avergonzado y bebió algo de su café.—  ¿o no?.

— cierto, eres la única persona que me entiende... o eso creo. —Harry rió levemente y bebió de su taza para luego mirar a la linda sonrisa de Louis. 

A Harry le gustaba Louis desde el primer día que lo vio, quizás en ese momento no sabía que era eso, pero desde el inicio de su relación de amistad Harry supuso que aquel chico sería alguien importante en su vida. Tanto así, que no le importaba en lo absoluto que amase la navidad. 

Es por eso que cada vez que estaba cerca de él intentaba apreciar cada parte de Louis como un regalo y aparentemente ambos sabían que a Harry le gustaba porque tenían una linda conexión que ninguno quería romper cada vez que se miraban en silencio. 

Pero nunca se lo han confesado, ni siquiera pensaban en hacerlo. Por que tenían miedo al rechazo y que todo sea una horrible confusión de sentimientos, que luego acabase con su amistad. 

Y ninguno quería acabarla. 

  —deja de mirarme así... —le murmuró de pronto el ojiazul con una boba sonrisa y Harry se avergonzó sin saber que hacer más que reír. 

—te miró igual que siempre. —el más bajo solo calló mientras bebía café.—  Además tenías una cara graciosa. 

—lo único gracioso es verte a ti odiando la navidad... eso es absurdo Harry. —el ojiverde dejo de reír para mirarle serio.—  Eres el único ser de la tierra que odia la navidad sin alguna justificación. 

—quizás no soy como los demás... —habló débilmente el ojiverde y Louis bufó dispuesto a preguntarle algo más pero su voz que interrumpida. 

  — chicos, a cenar... —les llamó la madre de Louis y ambos escucharon con disconformidad aquella noticia que salió de sus labios.

  —ahí vamos. —le aseguró su hijo, para luego ver a la mujer salir dela sala en donde Harry y Louis estaban sentados frente a la chimenea bebiendo café. — Esto continuará... 

 Louis simplemente se puso de pie mientras que salía de allí siguiendo a su madre, mientras que Harry solo miraba la chimenea intentando descifrar si era o no el momento de decir la verdad. Pero la respuesta definitoria no llegó en ese momento, sino que llegó unas horas más tarde en donde ambos amigos estaban en la habitación de Louis esperando quedarse dormidos para mañana abrir los obsequios de navidad es que este año Harry había sido invitado por Louis a pasar la navidad con él. Y el ojiverde ni siquiera lo dudo para aceptar. 

No porque de un momento a otro amase la navidad, no para nada. Si no que quería pasar este día que Louis tanto amaba precisamente con él y tratar de encontrarle algún sentido a estos días de celebración. 

Es por eso que ahora que Louis estaba sentado frente a Harry mientras que ambos miraban sus manos, sin siquiera pronunciar una sola palabra, pues muchas veces guardaban silencio solamente como medio de comunicación, el ojiazul  esta vez decidió hablar. 

  —harry... —el mencionado elevó la mirada para soltar un leve "uhm" que dejo que Louis continuase hablando—  ¿algún día me lo explicarás?.

— ¿qué cosa? —claramente sabía a que se refería, solo quería asegurarse. 

—por que no amas la navidad. —el más alto suspiró dramáticamente. 

—¿en verdad te interesa saberlo? —louis asintió algo sonriente y Harry bajó su mirada. 

— me interesa todo de ti. —le aseguró tomándole un dedo, el rizado solo elevó la mirada para sonreír levemente.—  quiero que seas sincero conmigo. 

  —siempre lo he sido. —le confirmó.—  No suelo mentirte...

—eso espero. —sonrió el ojiazul. 

—¿prometes no reírte, molestarte  o apenarte por mi luego de que te cuente? —el ojiazul asintió algo confundido. 

  —lo prometo. —le soltó su dedo  para hacer un gesto de promesa con la palma de la mano. Harry solo soltó una carcajada. 

 Una carcajada nerviosa, intranquila e incluso avergonzada. Sabía que este día tarde o temprano tenía que llegar y estaba algo confundido por la forma en que Louis tomase su confesión. Por lo que solo tomo una bocanada de aire para comenzar a hablar.

—estas fechas... —suspiró— Estas fechas son sinónimo de estar en familia, ya sabes... —louis asintió algo intranquilo.— y pues no tengo una familia... —hizo una mueca.

—harry si la tienes. —le regañó— esta tu padre... Y aún cuando tu madre no éste viva esta contigo siempre... Eso lo sabes. —harry negó.

—mi papá no cuenta, esta perdido con el alcohol y no tengo a mi mamá... ¿donde esta mi familia? —el ojiazul hizo una mueca de tristeza para luego tomar las manos de Harry y acariciarlas en silencio.

—lo siento. —susurró el ojiazul— En serio, no debí preguntar.

—no, esta bien. —le sonrió entristecido.— sólo no quiero que sientas lastima o que te sientas mal por mi.

—harry no haré eso... —le calló y el rizado obedeció— Estoy acá contigo. Jamás te dejaré...

El ojiverde sonrió algo nervioso y agradecido para luego sentir como las manos de Louis acariciaban las suyas calmadamente mientras que la mirada del más bajo estaba puesta en sus manos, algo avergonzado.

Es por eso que el rizado no lo dudó solo se acerco lentamente al rostro del ojiazul. Louis notó como se acercaba peligrosamente a él, pero no lo evitó, simplemente se dejó llevar por el dulce sentimiento que sentía cuando Harry estaba frente a él.

Pero esta vez la sensación era diferente, era una mezcla de emociones que no logró controlar hasta que los temerosos labios de Harry rozaron los suyos para luego atraparlos en un inolvidable primer beso para ambos.

El ojiazul se aferró a sus manos y cerró los ojos sintiendo los labios de su amigo. Harry le imitó y sintió como su corazón se calmó cuando sus labios se besaron, era increíble como necesitaba eso.



soul  (l.s.) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora