Dieciocho

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24 de Diciembre, 1996.

Louis llevaba medio camino de la mano con su novio sin sentir ningún tipo de vergüenza por caminar con él de esa forma en la vía pública.

Por que Louis y Harry luego de haberse besado este mismo día hace dos años atrás habían comenzado a cambiar las cosas entre ellos. Y en verdad no fueron grandes cambios que digamos, pues sus tratos siempre fueron los mismos, pero esta vez estaban siendo más que simples amigos.

Se besaban.

Y lo hacían constantemente.

Al comienzo fue una amistad con derecho a besarse, fue algo clandestino por así decirlo, pues ninguno de los dos decía lo que sentía hasta que pasaron un par de meses y Harry le hizo una enorme escena de celos a Louis por un chico que este había conocido en la iglesia. En un inicio el ojiazul no entendía porque el más alto se había puesto de esa forma, tan controlador. Pero luego Harry le confesó que no quería que fuesen solo amigos.

Quería ser su novio.

Louis tardó en aceptar.

Y no fue porque no hubiese querido serlo, pero tenía que arreglar asuntos familiares primero. No quería mentirle a sus padres, ni mucho menos ser novio de Harry a escondidas. Porque quería gritarle a los cuatro vientos cuanto le gustaba este chico. Y por lo mismo decidió contarle a sus padres.

Su madre lloró en un inicio, dijo que ella siempre lo había sospechado pero tenia la "esperanza" de que eso no ocurriese y Louis no se sintió mal, todo lo contrario pues su madre dijo que siempre lo aceptaría y amaría sin importar nada.

Louis estaba alegre.

Pero su padre no, él fue algo terco y agresivo con comprender aquello de lo que Louis soltaba con tanta valentía y tranquilidad. En un comienzo no le habló por varios días y su madre le aseguro que no debía preocuparse, pues era un proceso que él estaba viviendo frente a la revelación que el más bajo le había hecho.

Pero no fueron ni dos semanas cuando su padre comenzó a hablarle, le dijo que lo sentía por no haberle dirigido la palabra durante tantos días pero quería canalizar las cosas e intentar entenderlas. Y comprendió que a fin de cuentas él era su hijo y debía aceptarlo como fuese.

Desde allí Louis ha sido un chico más feliz.

Sí, porque le presento a sus padres su novio. Y no es que ellos no conocían a Harry, pero ellos no tenían idea de que ambos eran novios. Sin embargo, ambos aprobaron el romance, pues sabían que el rizado era buena persona, aún cuando odiaba la navidad.

Si, porque Harry continuaba odiando la navidad, incluyendo cada año una cosa más a su lista de "siete cosas que odio de la navidad".

Sí, Harry tenía una pequeña lista que estaba a punto de completar.

Pero no tenía prisa en completarla, porque solas aparecían las posibles cosas que odiaba de esa época. Y es que no podía evitarlo.

Louis había intentado año tras año cambiarle de parecer, pero era casi imposible. Aún así el bajito no perdía la fe. Sabía que tarde o temprano el rizado comenzaría a amar la navidad tanto como él.

Al menos eso intentaba ahora que tomaba de la mano a su novio caminando por la nieve. Porque iban a ir a patinar al lago en donde se habían conocido hace seis años atrás.

Harry le había rechazado la invitación en un comienzo porque le recordaba a su madre hacer ese deporte. Pero no fue hasta que el más bajo le insistió haciendo pequeños pucheritos para luego besarle el cuello, mentón y las mejillas con pequeñas suplicas que salían de su boca, por lo que el rizado no resistió a aquello terminando por aceptar.

soul  (l.s.) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora