24 de Diciembre, 1998.
Louis diría que no estaba loco por Harry, pero sería la mentira más grande del mundo. Porque Harry lo tenía increíblemente enajenado, era cómo si estuviese mágicamente hechizado por sus encantos.
Y era mutuo, de eso no había duda.
Louis era completamente feliz con él rizado, amaba completamente disfrutar cada día con él a su lado.
Sí, porque luego de salir de la escuela ambos comenzaron a trabajar. Ganaron los primeros sueldos y decidieron irse a vivir juntos.
Fue una decisión no difícil, lo complicado fue que los padres de Louis lo dejasen partir. Porque tenían miedo de lo que les depararía el destino a los dos, porque increíblemente confiaban en Harry, y que él lo cuidaría por sobre todas las cosas. Sin embargo lo dejaron irse.
Y desde que compartían sus despertares y conversaciones hasta la madrugada, Harry parecía cada vez más feliz.
Ama a Louis completamente y desde que ambos compartían la misma cama que Harry no dejaba de pensar en formar una familia con él. Ansiaba poder tener un futuro prometedor con el chico que ama.
Louis igual lo deseaba, incluso le había dicho un par de veces que deberían adoptar aunque sea una mascota para poder practicar. Y a Harry le pareció una buena idea, es por eso que este año decidió regalarle un pequeño cachorro para Navidad.
—se llamará Blue —dijo el ojiazul mientras que abrazaba a la perrita.— ¿Te gusta tu nombre Blue?
La perrita claramente no respondió con palabras, pero le regaló un lametón en su mejilla haciendo que Louis suelte una carcajada mientras que Harry le sonreía al verlo actuar como un niño pequeño.
El mismo niño que conoció hace exactamente ocho años atrás.
—eres un pequeño, copito. —habló el ojiverde sentándose en el sofá, mirándolo desde allí mientras que acercaba su taza de té a sus labios para beber. Louis por su parte sonrió y tomó a Blue por su torso para caminar hasta su novio y sentarse en su regazo con la perrita.
—tú eres el mejor de todos, cielo. —el ojiverde sonrió dejando su taza a un lado para sentir los labios de Louis sobre su mejilla.
—sólo quiero verte feliz. —le habló el rizado mientras que lo abrazaba por la cintura. Louis sonrió y se acomodó sobre su cuerpo haciendo que Blue se acomodado sobre sus piernas mirando las luces del árbol de Navidad.
—siempre seré feliz si tú estás a mi lado... —aseguró el ojiazul— y sé que siempre lo estarás.
—¿tan seguro estás que te amo? —el ojiazul rió leve y asintió.— Porque quizás sólo este jugando... Y soy heterosexual.
—no puedes serlo Harry. —le miro desde abajo y el mencionado le miro con rostro de ofendido— Si fueses hetero no estarías conmigo, además no te gustará mi regalo...
—¿qué tipo de regalo me tienes? —preguntó curioso.
—uno que no se envuelve... —le sonrió pícaramente y Harry sonrió.
—yo ya tengo el mejor regalo del mundo. —el ojiazul le miro confundido— Eres tú.
—¿crees que soy el mejor regalo? —el ojiverde asintió subiendo una de sus manos al rostro de Louis para acariciarlo.
—odio la Navidad y todo eso, pero tú eres lo mejor de todo. —el ojiazul estaba sonrojado mirándole los ojos— Te amo demasiado, tanto así que hay veces que tengo pesadillas en las cuales te pierdo y despierto asustado creyendo que son realidad, pero luego te veo a mi lado en las mañanas y agradezco a mi madre por enviarte a mi vida...
—me harás llorar. —le dijo emocionado el más bajo mientras soltaba a Blue dejando que ella se estirase en el sofá, mientras que él abrazaba a Harry por el cuello— Eres mi regalo favorito...
—somos empalagosos. —rió levemente el rizado haciendo que Louis lo imite.
—lo somos, pero en serio lo digo. —habló Louis— Te amo mucho Harry. —le miró los ojos y besó su nariz— Mucho, infinitamente.
El chico de ojos verdes sólo lo besó haciendo que la música de los villancicos llenase el ambiente en conjunto con el sonido de sus labios al rozarse. Y era de esperar que luego de la cena de Navidad ambos pasaran el tiempo juntos, mimandose y dándose amor.
Ese amor puro y sincero que ambos se tenían.
Y que año tras año siguió creciendo haciendo que ambos se unieran más al otro, formando así la pareja inseparable que son ahora.
Pero ambos sabían que no eran perfectos, habían días grises en donde Harry extrañaba a su madre, o en donde visitaba a su padre en el centro de rehabilitación para alcohólicos y luego volvía molesto o angustiado. Como también habían días en donde Louis lloraba por actitudes molestas de Harry, habían discusiones absurdas.
Pero ambos sabían que esos días eran parte del panorama en pareja, y nunca han pensado en terminar con su relación por alguna discusión. Todo lo contrario, buscan arreglos para poder solucionar bien sus diferencias y llevar la fiesta en paz. Es por eso que a pesar de pasar días bien y otros mal, ellos eran felices.
Además Harry comenzó a entender año tras año el significado de la Navidad. Todo gracias a Louis con sus humildes intentos de hacerle ver lo bueno de esa celebración, aún cuando Harry nunca le confesará el motivo por el cual comenzó a ver lo lindo de la Navidad.
Y es que incluso a pesar de que uno ame la Navidad y el otro no ellos al final del día se amaban. Loca y profundamente.

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soul (l.s.) TERMINADA
Kurzgeschichten"Tú y tu extraña habilidad para enamorarme..." ‡ Donde Louis tiene un amigo que odia la navidad. ó Donde Harry tiene un amigo que ama la navidad. #448 en Historia Corta