Capítulo 2.

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Un matrimonio es más que sólo un contrato, para la sociedad es una regla, para los espectadores un compromiso, para los amantes un lazo de amor.

***

—¡Mamá estoy lista! Ayúdame a poner el vestido— por fin había llegado el día de la boda, estaba muy nerviosa y emocionada.

—Anda ven, con cuidado, —mamá y mi suegra me ayudaban a ponerme el vestido, era hermoso, como el de una princesa, era de encaje y tenia incrustados pequeñas piedras brillantes, ahora por fin estaba lista, mi boda seria en la casa de campo de mis padres ya que era hermosa por su enorme jardín estilo japonés.

—Señora están todos esperando —nos aviso mi nana, se veía preciosa, y en cuanto me vio sus lágrimas salieron —¡Mi niña te ves preciosa!— me abrazó y me miro muy tierna.

—Gracias nana, te quiero— y conteste a su abrazo.

—Bien, ya es hora— mi padre entro a la habitación y se quedo perplejo —Mi niña te ves preciosa.

—Gracias Papá— le sonreí y salí tomada de su brazo, mi madre, mi suegra y mi nana se adelantaron mientras mi padre y yo nos alistábamos, tenía dos semanas sin ver a Yong Hwa y ahora por fin lo vería... en nuestra boda. Temblaba de pies a cabeza, me sentía en otra dimensión cuando por fin salimos de la casa, todos me observaban, pero yo a quien miraba era a él... la razón de mi felicidad, se veía tan apuesto, tan bello, parecía un verdadero ángel, vestía un smoking color negro, me dejo sin aliento, en menos de una hora seríamos marido y mujer, me había propuesto hacerlo feliz por siempre y no iba a fallarle nunca, desde pequeña había soñado con este día y ahora estaba sucediendo. Sentí el roce de su mano con la mía cuando mi padre me dejo con él, él me miro y sonrió después el juez comenzó con la ceremonia.

—Sí, acepto— dijo él claramente y mi corazón estalló de emoción, tocaba mi turno y fui lo más clara posible.

—Jang Je Sang ¿Aceptas a Jung Yong Hwa como su esposo para respetarlo, cuidarlo y amarlo todos los días de su vida?

—Sí, acepto — sonreí mientras lo miraba.

—Por el poder que me concede el distrito de Seúl yo los declaro marido y mujer, puede besar a la novia— Yong Hwa se acerco a mí y rozó sus labios con los míos, era la primera vez que me besaba y fue maravilloso, después me tomó por la cintura y me giro hacia los invitados, parecía feliz y comenzaron a felicitarnos, la celebración estuvo muy emotiva y todo fue perfecto, bailé el vals con mi esposo, mi padre y mi suegro, tuvimos que irnos antes de la celebración ya que tendríamos una luna de miel improvisada, él no tenía mucho tiempo para viajar, solo iríamos el fin de semana a la playa.

Llegamos a la casa de la playa de sus padres y nos instalamos allí teníamos algunos sirvientes a nuestra disposición así que no hubo problema por hacer la comida, entre a la habitación mientras Yong Hwa les daba instrucciones a la servidumbre, decidí bañarme ya que me sentía algo cansada, lo escuche entrar a la habitación mientras me secaba, salí enredada en la toalla y le dije.

—¿Quieres ducharte?— él no me miró.

—Si, pero lo haré en la otra habitación...— ¿Qué acababa de decir?¿En la otra habitación?...

—Pero...— no me dejó terminar de decir y salió, me quede de pie sin saber que hacer... mi corazón dolía y mucho...

Me vestí y me quede recostada en la cama... toda señal de felicidad había desaparecido, tocaron a mi puerta.

—Pase...— dije, tuve la esperanza de que fuera él... pero no, era una de las sirvientas.

—Señora, esta lista la cena, el señor me dijo que la llamará— hubo un brote de esperanza y baje, pero para mi sorpresa él no se encontraba allí.

¿Amor Unilateral?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora