Capítulo 16.

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  En un beso, sabrás todo lo que he callado. Pablo Neruda.

***

—Mami, ¿Cómo te sientes?

—Bien hija, de todos modos mañana tengo que ir al hospital para una revisión.

—Está bien madre, yo te acompañaré.

—Gracias hija, tu padre también irá con nosotras.

—Señora su esposo ha llegado— el ama de llaves, nos avisó que mi padre había llegado.

Enseguida mi padre entró a la habitación, se acercó a mi madre y le besó la frente, me encantaba verlos así, de felices, ahora ya todo estaba bien.

—Hija, me alegra verte aquí, ya me hacías mucha falta, Yong Hwa fue a revisar unas construcciones, me dijo que vendría a casa, así que no te vayas a ir antes a casa.

—Si padre ya sabía, él me lo dijo en la mañana lo esperaré.

—Bien, me gusta mucho saber que tienen una gran comunicación— sólo sonreí por compromiso.

—Señores el joven Yong Hwa ha llegado— la servidumbre nos avisó que mi esposo había llegado, así que salimos de la habitación para comer, ya que solo lo esperábamos a él.

La comida fue muy relajada, Yong Hwa y mi padre entablaron una plática sobre la empresa y los próximos proyectos,

—El día de hoy acepte a una nueva arquitecta, me gusto su forma de trabajo, tiene un extenso currículo sobre construcciones. Es sin duda la mejor candidata que pude conseguir, claro después de mi yerno— comenzó a reír —Desde mañana comenzara a planear la construcción del sur de Suwon, ya que tú estás ocupado con las construcciones de Busan, por ahora no la presentaré contigo— le dijo a Yong Hwa.

—Bien dejen de hablar de trabajo— mi madre los reprendió y ellos rieron cambiando de tema.

Después del té, nos despedimos de mis padres, salimos hacia la casa, pero Yong Hwa se desvió del camino y me sorprendí.

—¿A dónde vamos?— él sonrió.

—Es una sorpresa— mi corazón dio un respingo.

Aparcamos en la entrada a la torre de Namsan, nunca antes habíamos venido aquí, por lo general las parejas vienen a dejar un candado con su nombre escrito en él y lo dejan en señal de promesa que siempre estarán juntos. Me sorprendió, ¿Qué hacíamos aquí? Él bajo del auto y me abrió para salir, el viento era cálido, el atardecer estaba por comenzar, tomó mi mano y salí junto con él.

Caminamos hacia arriba de la montaña y llegamos hasta el descanso en donde estaban los miles de candados, me maravillé de ver todos esos candados, de parejas que se prometían amor eterno. Ojala yo hubiera tenido un amor así de bonito con alguien, me dio un poco de nostalgia, Yong Hwa se acercó a mí y se puso de frente, lo miré detenidamente ¿Qué pretendía? Lo noté nervioso y después comenzó a rebuscar en la bolsa de su saco algo, esperé expectante. Sacó de su bolso una cajita y la abrió un candado estaba dentro, era muy bonito de color blanco, pero no tenía nada escrito.

—¿Quieres poner nuestros nombre?— me quedé en shock, ¿Él quería un amor eterno conmigo? ¿Por qué estaba haciendo esto? Tuve miedo. Él notó mi inseguridad y tomo mi mano  —Quiero hacer las cosas bien, te dije que quería demostrarte que no es solo agradecimiento lo que siento por ti— mi corazón latía rápidamente. Tome el candado y él me dio un marcador, puse su nombre y él mío.

—Ya está— me sentía como una adolescente, Yong Hwa de verdad había sorprendido.

—Bien vamos a ponerlo— ambos nos acercamos y juntos cerramos el candado, estaba muy feliz, y él parecía sentirse de la misma forma, en ningún momento dejó mi mano y así regresamos a casa.

¿Amor Unilateral?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora