VIAJE A TRAVÉS DE LA LLUVIA #CandyAwars2017

20 7 2
                                    

Era un día gris. Recorrió las habitaciones vacías de su casa. Se preparó un café. Se asomó a la ventana. Llovía.

Le divertía pensar que la calle de tierra se transformaba en círculos de chocolatada. Miró el cielo gris con cierta nostalgia. Vio pasar una parejita de adolescentes, corriendo y riendo felices, despreocupados. Su mirada se prendió de una de las tantas gotas que se deslizaban por el vidrio semi empañado. El brillo, la transparencia y el movimiento la atraparon y la llevaron a volar por su mundo interior

Viajó sin equipaje a su infancia. Se vio a sí misma, con su botitas amarillas que tanto había deseado, con su paraguas transparente a lunares rojos, dejando que el agua la moje, embarrando de inocencia y alegría su ropa, sintiéndose Mary Popins, con la magia en el alma

Voló, como hacía mucho no lo hacía por estar enredada en su rutina.

En su vuelo se veía viajando en tren, hacia la gran ciudad. Volvió a sentir esa emoción de la aventura de su juventud, como cuando estaba enamorada y creía que la vida era simple. Recordó con nostalgia ese momento donde la esperaba su amor en el andén. Se sonrojó cuando en su mente volvió a besarlo y abrazarlo apasionadamente mientras la lluvia los mojaba.

Sus alas se desplegaron y la impulsaron más alto. Ya no estaba sola en la ventana. Se vió rodeada de sus tres hijos, jugando contra el vidrio empañado, dibujando o siguiendo con el dedo el recorrido de las gotitas hasta que desparecían, los visualizó chapoteando y riendo felices.

Un niño que pasaba caminando, vió su sonrisa a través del cristal y le sonrió. Esta situación la distrajo por un momento, pero no quiso volver de su viaje, así que fijó su mirada en una nueva gota quieta, apoyada contra el marco.

En su transparencia vio reflejada sus propias lágrimas. Lágrimas que derramó cuando el amor se desvanecía de su vida y quedaba sola. Vinieron a su mente palabras dolorosas como traición, soledad, fracaso, desilusión, decepción, angustia, depresión; pero también otras palabras luminosas que hicieron brillar la lluvia como lo haría un rayo de sol, coraje, familia, unión, amor, fe, esperanza, amistad.

Sacudió la cabeza en actitud de negación, no era éste viaje el más atractivo. Pero de ese viaje turbulento y caótico surgía su esencia actual, su fortaleza, sus hijos y nietos

Una señora cargada con bolsas del mercado, con el peso de la edad a cuesta, caminaba sin prisa, bajo la lluvia de verano, como si hubiese descubierto que el secreto de la felicidad era disfrutar cada momento. Sintió ternura y ganas de caminar con ella, saber su historia. Pero las ganas de seguir viajando eran más fuertes

Eligió otra gota recién nacida que bajaba raudamente, divertida, haciendo dibujos de agua. Volvió a sonreír cuando dentro de ella imaginó a sus nietos. Creyó verlos rodando y riendo por su ventana. Así se sentía cuando jugaba con ellos y la magia los invadía. Recordó momentos de amor incondicional, que habían dejado huellas imborrables en su memoria: canciones de cuna, pañales y mamaderas, sombras chinescas en la pared de su habitación, su cama transformada en cueva, pista de carrera, refugio de abrazos, lugar de paz, de reunión, de charlas profundas con alma de niños y cuentos inventados, que los transportaba a otros mundos, donde todo era posible. Ellos lograban sanar las heridas de su alma.

Un señor malhumorado la distrajo por un momento. Parecía molestarle la lluvia, el barro, el ladrido de los perros, el día gris... le molestaba su interior, pero él no lo sabía y no sería ella quien le diga semejante cosa. Seguramente su alma estaba atravesando por un momento caótico como el que ella había atravesado.

Ya no llovía.... El cielo se iba despejando. Un brillante rayo de sol se abrió camino hasta su ventana, transformando en prismas coloridos sus viajes emocionales.

Cuando se disponía a dejar de viajar y volver a su soledad, se detuvo en la última gota.

Entre tantas gotas que había caído, ésta quedó sola, brillando y temblando, esforzándose por no resbalar, esperando quién sabe qué.

Y se sintió reflejada. Se sintió la última gota, la que tiene la esperanza de caer en tierra y ver brotar las flores para perfumar, embellecer o alimentar, caer en el mar y ser parte de la marea que recorre y baña diferentes playas, o ser vapor y transformarse en nube para viajar y acariciar...

En vez de eso, simplemente estaba ahí, sola y temblando, aferrándose a la vida, esperando quien sabe que... pero con el alma brillando de emoción por los viajes realizados.

Escribiendo... con el alma en la mano #SpaceAw17 #TacoAwars #CloudAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora