CRISTALES

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Cuando el sol se va apagando y las veredas se iluminan con una luz tenue, confundiéndose con el ocaso...

Cuando muere el día y nace la noche, cuando las calles están desiertas...

Cuando cada uno de nuestros amigos retorna a su hogar luego del arduo trabajo rutinario, a compartir con sus familias o vivir sus soledades, en un camino hacia el equilibrio emocional, en una búsqueda de la tan necesaria paz...

Cuando la oscuridad empieza a filtrarse por todos los rincones y cada casa prende sus luces para no dejarla entrar, ahuyentando sus propios fantasmas...

Cuando lentamente bajo mi persiana, regreso a mí misma y enciendo mi luz interior.

Es ahí... cuando logro verte en la silla de siempre y escucho tu risa contagiosa,

Es ahí... cuando se agolpan las palabras en mi boca para contarte lo fuerte que fui durante el día para que te sientas tranquilo... que recorrí las calles, reí con amigos, tome mate y recordé nuestras anécdotas y lloré solo de a ratitos.

Es ahí cuando creo sentir tu abrazo fuerte, protector, amoroso... diciéndome que todo va a estar bien.

Cuando me siento a la mesa, presiento tu mirada bonachona, algo infantil, que me observa desde la computadora, y no puedo dejar de mirarte. Y te hago preguntas que ya no tienen respuesta...

La hora se pasa casi sin darme cuenta. Como pasan los días.... Ya perdi el interés en ellos.

Cuando el cuerpo me dice que el cansancio y el agotamiento están ahí, recorro el pasillo que me lleva al dormitorio... ese mismo que recorríamos juntos, ese que nos transportaba a nuestros sueños compartidos... y hoy parece un túnel infinito, oscuro...

Me recuesto en la cama con pesar, apoyo la cabeza en la almohada, miro el techo, me hundo en mis pensamientos... suspiro y cierro los ojos. Algo que evité hacer todo el día.

Y es ahí... donde me miras pero no te veo, donde me abrazas y no te siento, donde me hablas, pero no te escucho...

Y es ahí.... Donde te sigo amando. Donde mi corazón se cristaliza y se parte en mil pedacitos de recuerdos que se clavan como agujas en mi alma.

Es ahí... en la aridez de nuestra cama, donde más duele tu ausencia.

Y poco a poco me vence el sueño, sabiendo que mañana esos mismos cristales de dolor, brillarán en mi interior multiplicando tu luz, iluminándome el camino una vez más.

Y yo tendré la certeza de que en cada uno de ellos estará tu esencia.


Escribiendo... con el alma en la mano #SpaceAw17 #TacoAwars #CloudAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora