Capítulo VII »El comienzo de un supuesto final: I«

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—¡Ya dije que no voy a ir!

—Pero joven, su padre dijo que...

—...¡Me importa un carajo lo que dijo George! —Dije mientras regresaba a mi habitación con Nanny detrás de mí —En primera hace frío y quiero dormir, en segunda, no me interesa "convivir".

—Las ordenes fueron claras joven, me temo que tiene que ir, de lo contrario su padre se molestará.

—Como si me importara.

—¡LE HE DICHO QUE TIENE QUE IR! ¡NADIE LE ESTÁ PIDIENDO SU OPINIÓN! —Gritó Nanny mientras estaba a punto de acostarme en mi cama. Jamás me había gritado, ni una sola vez. Por lo que me quedé espantado unos cuantos segundos. Ella se tranquilizó y me sonrió amablemete —Les diré que ya casi está listo.

—Pero si yo...

—¡QUE YA CASI ESTÁ LISTO DIJE!

Esa mujer es un misterio. Asentí algo nervioso y me paré nuevamente.

—Eso es, que bueno niño —Dijo y se retiró de mi habitación.

¡Maldita sea! ¿Es que acaso uno no puede dormir tranquilo en esta casa? La verdad, ganas de salir no tenía, y mucho menos si "aquél" iría. Pero era mejor hacerle caso a Nanny si no quería lamentarlo. Ella ha sido como una madre para mí, pero igualmente un dolor de cabeza. Cuando era pequeño y no la obedecía solía vengarse de cierta manera. Recuerdo que una vez no quise asistir a la escuela, y en ese entonces George estaba en el extranjero, por lo que ella era responsable de mí. Por más que le grité y la amenazé ella no cedió, y me obligó a pararme de la cama ¿Cómo? Pues muy fácil, me aventó a "María". Una asquerosa iguana que vivía en el patio trasero y que ella y George protegían con el alma. Si hay algo que no puedo soportar es a los resptiles, una cierta fobia que tengo desde pequeño, y la cuál se incrementó desde ese momento. Por suerte, me vengué más tarde regalando a "María" con Fred, pero su perra "Xia" no estaba muy de acuerdo con ello. Tiempo después me enteré que la iguana había pasado a mejor vida, gracias a la perra de "Xia", literalmente hablando. Eso me costó meses de regaños y castigos, pero según yo había valido la pena ¡Finalmente "María" ya no era parte de la casa! Tenía creo yo once años cuando todo eso ocurrió.

Ojalá y las cosas ahora fueran igual de sencillas de resolver. No podía regalar a Jayson con Fred, y dudaba que "Xia" ayudara a deshacerme de él. A pesar de que ahora viera a Jayson como otra "María", una iguana, tenía que buscar la forma de que ambos unieramos fuerzas, era la única forma de que pudiera estar en paz nuevamente. ¿Cuanto tiempo había pasado ya? ¿Cerca de dos meses? Quizá un poco más ¡Y seguía sin hacer nada al respecto! George hace un par de semanas nos había dicho que tenía que irse a resolver ciertos asuntos fuera, pero que antes de ellos quería que "convivieramos" todos. Cada que ponía un día en específico, a los pocos días de que llegara ese día cancelaba por trabajo pendiente o juntas. No era tanta novedad para mí, obviamente, después de vivir cerca de 10 años con él. Siempre pasaba lo mismo.

Había terminado de vestirme a regañadientes. Me había puesto unos jeans de mezclilla, una camiseta blanca y encima un Jersey gris, no tenía nada más que ponerme. En verdad. Mi closet estaba vacío, solo esas prendas estaban en uno de los percheros junto con una nota de Nanny.

"Su ropa está ya en su equipaje, en uno de los coches que le esperan afuera ¡Que tengan un buen viaje! La señora Jeniffer ha preparado este estilo, úselo bien."

Pff. Eso solo significaba una cosa: No sería corta la "convivencia".

—¿Listo? ¡Oh —exclamó Nanny cuando me vió bajar por las escaleras —pero que guapo muchacho! Con esa carita tesoro, nadie creería que se esconde un abuelo de casi 60 años. Cielo santo, ya deberías ir aprendiendo a comportarte un poco.

INTRUSO [ + ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora