Miles de preguntas revoloteaban por mi cabeza, ¿qué hacía ella aquí?¿realmente era ella?¿qué está pasando?¿querrá algo de nosotros o simplemente vernos?¿porqué justamente ahora?¿qué estará pensando mi padre ahora mismo?¿tendrá miedo el?cómo no le va a tener miedo... es un fantasma...¿tendrá miedo ella de nosotros?¿se acordará ella de nosotros como nosotros de ella?¿dónde van los muertos?¿habrá cielo o infierno?¿si la abrazo la atravieso?¿porqué me estoy preguntando todo esto justamente ahora? Mi cabeza estaba súper saturada, seguro que me explota una neurona, a este paso me quedo tonta de por vida, tal vez debería dejar de pensar tanto y debería ver qué es lo que hace a mi padre.
Ella seguía caminando hacia él, cada vez estaba más cerca, estoy segura que el corazón de mi padre reventará en cualquier momento, se le ve muy nervioso, está con las manos cerradas formando puños, y gracias a los faros aún encendidos del coche también puedo apreciar lo húmedas que están sus manos debido al sudor; cada vez estaba más rojo y no se aguantaba quieto, no paraba de cambiar la forma de apoyarse, con el pie derecho, con el pie izquierdo, con ambos pies, no estaba quieto, mientras, yo, estaba con la puerta del coche abierta, apoyada en ambos pies y sujetada de la puerta con la mano izquierda.
Por fin llegó a su altura, mi madre le acarició la cara mientras el le tocaba con las dos manos la otra mano, la izquierda, al parecer se pueden tocar, no los atraviesas, una de mis preguntas ya contestadas; vi como le cayeron lágrimas, creí que mi padre era fuerte... pero por lo que está pasando es muy comprensible que llorase, en cambio a mi madre se le veía fuerte, no derramó ni una sola lágrima y en sus gruesos labios se comenzó a formar una pequeña sonrisa, me miró, se dirigió hacia mi, sabía que este momento llegaría, pero no quería que ocurriese, por algún extraño motivo le tenía mucho pánico a mi madre, cuando estaba a dos metros de mi un escalofrío me recorrió todas las partes del cuerpo, erizándose toda la piel hasta el grado sentir como se me erizaban hasta los pelos de la nuca así teniendo una de las sensaciones más extrañas que jamás pude haber sentido, entré en pánico y subí rápida al coche cerrando la puerta tras de mi, mentiría si dijese que no comencé a hiperventilar, mi padre estaba detrás suya, los dos mirándome por el cristal, mi madre parecía que no entendía porqué actuaba así, pero es lo que pasa cuando tienes pánico a los fantasmas, que da igual si es tu madre algún conocido o desconocido, simplemente sientes pánico y solamente puedes pensar que vas a morir.
Quería ir a casa, me pondría a suplicárselo a mi padre de rodillas si no me hubiese quedado petrificada por lo sucedido, el pánico recorría mis venas haciéndome sentir vulnerable a cualquier cosa, solo podía mirarlos, mi padre pareció comprender que necesitaba ir a casa y calmarme mirando la televisión o simplemente bañarme acompañada de unas cuantas burbujas, pero parecía que en sus planes no estaba previsto abandonar a mi madre allí, parecía querer subirla al coche, pero si lo hacía tenía claro que yo me bajaría del coche y por esos caminos de noche no le hacía gracia que estuviese, claramente, no me gustaba la idea ni a mi.
Desapareció, ella desapareció de la nada, ¿dónde ha ido?
Mi padre comenzó a llorar de una manera muy caótica, me esperaba una buena cuando subiese al coche; se quedó unos tres minutos mirando al suelo apoyado en mi ventana llorando hasta que consiguió dejar de llorar y decidió que sería buena idea ir a casa cuanto antes, subió al coche, permanecí callada al igual que él, no intercambiamos ni la mas mínima palabra; llegamos a casa, diferentes a otros días, estábamos distantes, sin ganas de comer, no nos dirigíamos ni la mirada, seguro que en su mente me estaría culpando de todo lo sucedido y me estaría maldiciendo por su ida, me sentía mal, pero nunca fui de las de pedir perdón aunque sintiese que debía hacerlo, me daba mucha vergüenza esa palabra, perdón, me sonaba mal.
Mi padre fue a su habitación mientras yo iba a la mía, íbamos juntos, subiendo escaleras, cuando llegamos a la puerta de su habitación, en la segunda planta me dio un beso en la frente y me dijo que si quería cenar algo podría llamar a algún servicio como el tele-pizza o a algún restaurante de comida asiática o hindú, que ya sabía dónde estaba su cartera; me pareció un buen plan y acepté, me olvidé un poco del tema de mi madre, seguí subiendo escaleras, por fin llegué a mi habitación, el desván, pero vaya que desván, el más bonito que podríais ver.
Como todos los días dejé todo lo que llevaba puesto en el sillón y luego me ponía el pijama, me sentaba en mi cama un rato y revisaba el móvil.
Perfecto,entre muchos whatsapps de grupos de anime y whatsapps de amigas de internet tenía un whatsapp de Samantha, como no... sería o un enlace de instagram suyo para que le de like o algún mensaje para burlarse de mi, que sería muy propio de ella. Samantha era la típica popular de la universidad, a la que nunca le podía faltar un hombre que fuese detrás de ella en cada momento y que estrenaba novio cada semana o simplemente los combinaba como unos zapatos, y bueno, su mensaje decía así:
-Hey imbécil, dice el viejo Albert que te ha visto con tu padre... AH, y con un fantasma, ¿te has hecho vidente? si quieres fama es mejor que te alquiles un canal de televisión, ganándote la vida por los huertos no harás mucho... como no te metas de otra profesión... ya sabes...
Perfecto, la última gota que colmó el vaso, bloqueada. Bajé las escaleras con los auriculares puestos y con shout out to my ex a todo volumen cuando recordé que no apagué la luz, subí de nuevo y cuando por fin la apagué...
-¿QUÉ HACES TU AQUÍ?
FIIIIIIIN DEL TERCER CAPÍTULO, NOS VEMOS MUY PRONTO EN EL CUARTO, ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO, NO OLVIDÉIS ALGÚN VOTO O COMENTARIO!
CHAII^^<3
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Siguiéndome hasta el fin.
Mystery / Thriller¡Hey! Simplemente ve al primer capítulo, creo que te puede gustar.😄 ¡No olvides dejar tu voto o algún comentario!