1er Episodio: Apolo.

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ΑΔΗΣ

I. Apolo.

En la antigüedad clásica, escritores como Heródoto, Platón y muchos otros exploraron los aspectos del amor homosexual en la Antigua Grecia. La más extendida forma de relación homosexual se daba entre hombres adultos y jóvenes adolescentes, conocida como PEDERASTIA.”

“En la Antigua Grecia no se concebía la orientación sexual como indicador social, cosa que si se ha hecho en las sociedades occidentales en el ultimo siglo.”

Ω

El amor existió entre los mismos Dioses, uno de los ejemplos más claros de todos es el siguiente:

Jacinto y las lágrimas de Apolo.

Cuenta la leyenda que Apolo y el joven Jacinto eran amantes, y un día, jugando a lanzarse el disco, Apolo quiso impresionar al chico lanzando el disco lo más fuerte que podía. Jacinto, a la vez, también quiso impresionar al Dios e intentó cogerlo a pesar de la velocidad del objeto.

Sin embargo, Céfiro, celoso de Apolo y perdidamente enamorado de su amante, hizo desviar el disco de forma que fue a parar a la cabeza de Jacinto, que lo golpeó y cayó muerto.

Apolo destrozado por la muerte de su amor, impidió que Hades se llevase el alma del joven y, hundido en su tristeza, convirtió al chico en una flor, El Jacinto.

Las lágrimas del Dios se vertieron en los pétalos de la hermosa flor, convirtiéndola en un símbolo de luto.

Como castigo, Apolo convirtió a Céfiro en viento para que no hiriera a nadie más y en venganza por la muerte del que fue su amante.

Ω

Extracto

Me encanta el arte, un mundo infinito de posibilidades, un mundo inmerso en distintos materiales y formas, como artista que soy, siempre dejo lo mejor de mí en cada proyecto y creación. El crear este reporte sobre Apolo me había llevado a una dimensión artística, la cual nunca había explorado. Siempre me he sentido tan atraído por la cultura griega y sus derivados. Grecia es una de las más grandes cunas de la humanidad donde se crearon las matemáticas, el arte, la filosofía, etc…

2 a.m.

Tras terminar este reporte a las 2 de la madrugada, decidí dormir un poco antes de la clase que estaba por comenzar en aproximadamente 6 horas.

Ω

“Un hombre con un casco y zapatos alados me guió a un santuario. Era un lugar espectacular, un lugar extremadamente grande, en el medio de la estructura se encontraba el Oráculo de Delfos y Pintia, la mujer que suelta palabras, daba respuestas y predecía en prosa y que se sienta en un trípode. Aquella mujer soltó tres palabras.”

“Καταλαβαίνω

“έχετε”

“ότι”

Comprendí aquellas palabras, pero no les encontraba ningún sentido. «entender», «tienes», «que».

Mientras analizaba las palabras que aquella mujer me había dicho, volví la vista hacia la puerta del santuario, aquella imagen me dejo deslumbrado. Era el más hermoso amanecer que pude ver en mi vida. Esos colores tan vibrantes y llenos de vida, ese azul marino mezclado con el naranja daban paso a lo que se podía decir como un nuevo día. Una gran brisa erizo mi piel, pero ese mismo sentí el tacto de una mano sobre mi mano.

Cuando me gire, pude notar la presencia de un hombre, un hombre extremadamente hermoso.

“El amor no lo es todo, es un completo que nos da la madre vida. Te lo digo con toda la experiencia del mundo, nunca amé a nadie como amé a Jacinto, pero tuve que salir adelante y se que tu también lo harás.

Ese hombre era Apolo. Vi como se subía en una carroza dorada la cual era movida por grandes caballos alados.

Ω

En ese mismo momento, el ruido de la alarma me anunciaba el nuevo día que me esperaba.

ΑΔΗΣ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora