-Mañana hay examen Killua, tenemos que estudiar.
-¿Tenemos? -pregunté burlón.
-Bueno, me tienes que ayudar -Gon me sonrió golpeando levemente mi hombro.
-Vamos a la biblioteca -caminamos platicando de trivialidades hasta llegar al lugar, sacamos un par de libros y comenzamos a estudiar, al paso de unas horas mi celular sonó -Ahora vuelvo -me levanté y salí del lugar.
-¿Hola?
-Necesito hablar contigo.
-Ni lo sueñes Dalia.
-Vamos Killua, no fue para tanto.
-Vete al carajo -Colgué y pasé la mano por mi rostro el cual se sentía húmedo, a la última persona que quería escuchar era a Dalia Bloom, no por el hecho de haber terminado nuestra relación, si no porque ella se acostaba con la mitad del equipo de fútbol, mi celular volvió a sonar, en verdad quería a Dalia pero estoy harto de que se burle de mí, contesté y le dije lo que me moría por decirle.
-¡VETE A LA MIERDA!
-No creo que esa sea una buena forma de hablarle a tu padre Killua -Rayos.
-Lo siento, creí que eras alguien más.
-Como sea, necesito verte urgentemente en la casa -colgué y regresé por mis cosas.
-Lo siento Gon, tengo que ir a casa, mi padre acaba de llamar.
-¿Y por eso lloras? -preguntó mientras metía las cosas a su mochila -¿Es Dalia de nuevo? -asentí y ambos salimos de ahí -Killua, ya no pienses en ella, ya verás que encontrarás a una mejor chica algún día -asentí y él me abrazó -Nos vemos mañana -mostró una de sus típicas sonrisas y se dio la vuelta, prácticamente corrí hasta mi casa y en menos de 15 minutos ya estaba afuera, abrí la puerta rápidamente y me lancé a la sala.
-¿Porqué llegaste tan tarde cariño? -preguntó mi madre.
-Vine lo más rápido que pude, estaba en la biblioteca estudiando para el examen que tengo mañana.
-Pero tú no necesitas estudiar -agregó Alluka mientras recuperaba el aliento.
-Pero le estaba ayudando a Gon -di la vuelta y me encontré a mi padre al lado de un hombre desconocido -¿Hola?
-Killua el es señor Haider mi jefe, señor Haider mi hijo Killua.
-Mucho gusto señor Haider -me apresuré a decir brindándole la mano.
-El gusto es mío Killua -el me correspondió y me sonrió -Pero anda, siéntate muchacho y quita esa cara de espanto -le sonreí e hice lo que me dijo.
-Killua, el señor Haider tiene algo muy importante que quiere tratar contigo.
-Dígame señor, lo escucho.
-Killua, tengo entendido que eres un chico muy listo, tus calificaciones son las más altas y cuentas con varias menciones honoríficas además de ser muy talentoso.
-Gracias por verme de esa manera señor, pero no entiendo a que quiere llegar.
-Verás, yo soy dueño de muchas cosas, y una de ellas Falkenhorst que es la mejor escuela de todo el país... Y yo te ofrezco el ser parte de ella sin costo alguno -la cara de mi madre tenía una enorme sonrisa y la del resto de mi familia era realmente graciosa, entre sorprendidos pero confusos y no los juzgaba yo estaba saltado de emoción por dentro.
-¿Es en serio?
-Es la verdad Killua pero necesitas hacer algo por mi -sabía que este hombre no podía ser tan bueno.