Ada refunfuñó molesta y subió las escaleras corriendo, reí por lo bajo y me dirigí a la cocina para tomar agua, tomé mi teléfono al sentirlo vibrar, un mensaje de texto de un número desconocido apareció en la pantalla de bloqueo, lo abrí intrigado seguido de un dolor de estómago, era Dalia de nuevo, al parecer se había enterado de mi transferencia al nuevo colegio, bueno todo mi colegio anterior estaba enterado y por su parte, Dalia seguía acosandome de manera brutal. Fue difícil aceptar la idea de que me nunca me amó de verdad y medio año de terapia se encargó de que me valorara lo suficiente para no volver a su lado...
FLASHBACK
Toda mi vida fui un alumno ejemplar, era bueno en los deportes sin embargo nunca me vi atraído por ellos, es más, odiaba a los pretenciosos del equipo de fútbol de la preparatoria. Durante gimnasia solían abusar del resto de la clase, usaba mi inmunidad diplomática para no participar en esas bobas actividades, por su parte mi mejor amigo Gon adoraba esquivar aquellos ataques de los gorilas mientras que yo me dedicaba a leer libros, hasta un día en particular, por las puertas del gimnasio entro una chica la cual lucía un poco desorientada, pálida como la misma nieve, cabello al hombro lacio pelirrojo, unos ojos verdes que te hipnotizaban con solo verte de reojo... Una cara de ángel en un cuerpo de ensueño, bastante desarrollado para su edad a decir verdad, ella se sentó a mí lado en las gradas y me miró.
-¿Qué lees?-El retrato de Dorian Grey - a decir verdad, la chica me flechó al primer instante, sin embargo era bueno en todo menos en tratar con chicas, quería ser amable pero don imbécil daba las respuestas más frías y desinteresadas posibles, ella se quedó en silencio sin saber que contestar, no sé veía como alguien culta sin embargo intentaba hablar conmigo - ¿Eres nueva?
-¡Oh sí! - sonrió enérgicamente - Soy Dalia Bloom, acabo de ser transferida del internado de "Las hermanas de la Providencia", ¿Y tú eres?
-Killua Zoldyck.
-Que bonito nombre Killua, casi igual de lindo que tus ojos, nunca había visto cosa igual - en ese momento maldecí mi color pálido, puesto que mi rostro se tornó completamente rojo, y ella soltó una carcajada sonora - Eres lo más tierno que he visto en la vida - la campana sonó y Dalia se levantó de su asiento - ¿Te gustaría salir conmigo después de clases? - alcé la mirada y vi como jugaba con su cabello de manera coqueta.
-Seguro - contesté de inmediato, ella se acercó a mí, me dio un beso en la mejilla y se fue del gimnasio, dejándome en un trance total, Gon se acercó a toda velocidad a mí.
-¡ESO QUÉ FUE!, ¿LA CONOCES?, ¿SE CONOCEN?, ¿QUÉ TE DIJO?, ¿ES TÚ NOVIA?, ¿ES TÚ AMIGA?, ¡DI ALGO KILLUA?
-No lo sé, su nombre es Dalia Bloom, viene de un internado para monjas, no la había visto en toda mi vida pero creo que me enamoré... ¿Sabes que me invitó a salir?
-Pues esa actitud no fue para nada de monjas - dijo Gon con voz de niño pequeño - Aunque bueno, ¡Eso es fantástico Killua!, tendrás tu primera cita.
-¿Quién dice que es mi primera cita? - dije rodando los ojos.
-Podrás ser muy inteligente Killua, pero las chicas no son tu fuerte - rió sonoramente.
-Por que no había llegado la indicada, pero creo que ella lo es... - lo dije soltando un largo suspiro.
-Vaya que fue amor a primera vista - dijo Gon con un tono ligeramente divertido.
-Es que te juro que en mi vida había visto a una chica más linda que Dalia, es condenadamente hermosa...
Las clases continuaron su rumbo, me sentía un poco nervioso, nunca antes había salido con una chica, es más no recuerdo siquiera cuando fue la última vez que hablé con una, la campana resonó por toda el aula indicando el fin de la jornada estudiantil, despejé mi mente y guardé mis libros con tranquilidad al mismo tiempo que me mentalizaba para no arruinar las cosas.