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El día se pasó rápido, más rápido de lo que esperaba, era apenas sábado, sin embargo tenía que buscar a Bastian para que me diera todo lo que tenía que saber acerca de Ada, bajé las escaleras tranquilo buscando a aquel hombre, cuando me topé con una chica rubia de pelo corto, solo se me quedó viendo perdidamente sin decir una palabra poniéndome nervioso.
-¿Y tú eres? -ella se sonrojó notoriamente y agacho la mirada.

-Soy Aisha Stone, amiga de Ada -me sonrió.

-Mucho gusto Aisha, yo soy Killua Zoldyck -una fastidiosa voz se escuchó detrás de mi.

-Una molestia -me di la vuelta y ahí estaba Ada con una mano en la cintura y una sonrisa burlona en su cara.

-Sabes Ada, no se como es que tienes una amiga con ese carácter -su sonrisa se borró de inmediato.

-Aunque te resulte difícil de creer soy una persona muy querida y amada -contestó en  su defensa.

-Veo que tu dinero en verdad lo puede todo -su silencio lo dijo todo, cerró sus puños con fuerza y trató de contener su ira -¿Sabes dónde está Bastian?

-Lo acabo de ver entrar a la cocina -hablo la rubia tratando de disipar el ambiente tan pesado.

-Gracias Aisha -di la vuelta y me dirigí a la cocina retomando mi camino, atravesé la puerta de la cocina y ahí encontré a Bastian regañando a la cocinera.

-Joven Killua, ¿Qué lo trae por aquí? -preguntó calmándose.

-Quería ver si ya me tenías listos los papeles de Ada.

-De hecho iba a buscarlo antes de que este inconveniente se me presentara -me extendió la carpeta que sostenía bajo su brazo izquierdo -Aquí está todo lo que necesita saber -la recibí y la hojeé un poco.

-Muchas gracias Bastian, y por lo que más quieras no seas tan formal conmigo, me siento raro -él asintió -Gracias de nuevo -me di la vuelta para regresar a mi habitación, salí de la cocina y continué mi camino cuando escuché a Bastian llamarme.

-Killua -me giré para mirarlo y el prosiguió -Sólo quiero decirte algo que no vas a encontrar en ninguna hoja, Ada no es como se muestra, ella lo que necesita en verdad es atención, cariño, comprensión -el hombre dio un largo suspiro y continuó -Desde la muerte de su madre cambió drásticamente y bueno creo que ya te irás enterando del resto con el tiempo, solo te lo digo para que no seas tan duro con ella. En fin, empiezas mañana, buena suerte Killua -solo asentí y seguí mi camino llegué a mi habitación me encerré en esta, camine a oscuras hasta llegar al escritorio, prendí la lámpara y me senté a revisar detenidamente la carpeta.
Ballet, piano, chelo, pintura, ¿Para que una chica como ella necesita todo esto?, debería tener una clase de modales y bondad, suspiré cansado y proseguí, es una pésima estudiante, una chica rebelde e irresponsable sin contar que es berrinchuda, masajee mi cabeza lentamente y respiré hondo, tomé una hoja y comencé a escribir en esta, al cabo de 2 horas por fin terminé, deje todo acomodado y me fui a dormir, los días empezarían a ser realmente largos. La noche pasó tranquila, me desperté sin querer a las 6 de la mañana, había algo en mi que no me dejaba regresar a la cama, aún así faltaba una hora y media para poder comenzar con el itinerario de Ada, así que salí a correr un rato aprovechando para explorar los alrededores, al 5 para las 7 iba a entrar a la enorme mansión de los Heider cuando a lo lejos pude ver a Ada en el jardín trasero, me acerqué sin que ella se diera cuenta, llevaba puesto un abrigo de color rosa pastel que la cubría por completo y cargaba a su gato mientras buscaba algo con la mirada.

-Buenos días -le dije haciendola soltar al gato y saltar del susto, volteó a verme molesta y yo solo le sonreí.

-¿Acaso quieres matarme del susto? -me contestó molesta, me reí por lo bajo y me senté en el pasto.

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