1 de febrero 1985
Este es un auto regalo, ya estoy harto de los falsos amigos, de las falsas sonrisas, de la hipocresía de todos, necesito donde desahogar mis pensamientos, y tú mi querido diario, eres el indicado.
Hoy cumplo 15 años y como siempre, vendrán todas las amistades de mis padres con sus hijos e hijas, buscando hacer algún buen negocio con papá o comprometerme a mí con alguna de sus hijas; pero yo, solo quiero que alguien me quiera por lo que soy y no por lo que tengo, un amigo verdadero. En fin, mamá llama a la puerta, de seguro debo alistarme y, será una larga noche para mí.
No puedo creer que sean las tres de la madrugada y esté aún despierto. Tal como pensé la fiesta fue divertida para todos, menos para mí. No sabes cómo detesto a los lambiscones, pero el lugar parecía estar plagado de ellos. Ninguno de los regalos que recibí me hizo realmente feliz.
Otra cosa, hoy el ama de llaves trajo a su hijo al trabajo, lo encontré durmiendo en la cocina, donde su mamá aparentemente lo dejó para poder trabajar. Se veía tan tranquilo y feliz durmiendo que fue inevitable para mi acariciar sus suaves cabellos castaños, creo que es un ángel. Solo te diré una pista, su nombre es Yoon Oh.
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La fiesta estaba tan concurrida que se sintió ahogado de inmediato, necesitaba salir de ese mar de gente y la única opción parecía ser la cocina. Tras esquivar un par de chicas y a su propio padre, se metió en el lugar cerrando delicadamente la puerta tras él, todo estaba más calmado, aunque el bullicio del salón era aun audible a la distancia.
El ama de valles no se veía por ningún lado, por lo que se decepcionó; esperaba que le pudiese ayudar a escapar de la fiesta, aunque eso le significara una horrible reprimenda por parte de sus padres más tarde.
Iba a huir por la ventana, cuando su vista se posó en un bulto de finos cabellos castaños y piel pálida, estaba recostado sobre la gran mesa de madera; parecía tener dulces sueños, su rostro lo reflejaba, pero un lugar así no era el apropiado para descansar, además ya era de madrugada y el frío se comenzaba a sentir. Acarició delicadamente su cabeza, pero de un momento a otro, el querubín durmiente frente a él comenzó a despertar un tanto desorientado.
— ¿Qué haces aquí?, ¿Quién eres? —Fue Dong Young el que habló primero.
—Soy Yoon Oh, el hijo de Min Ah. Me dijeron que esperara aquí, el señorito de la casa está hoy de cumpleaños, por lo que mamá está algo ocupada y como debía trabajar de noche, me trajo obligado. Además, quiero darle algo al joven Dong Young, pero me avergüenza, no es algo costoso como la mayoría de los obsequios que recibirá—
—No creo que a él le importe el costo económico de tu regalo, pero... ¿Por qué le darás algo si no lo conoces? —
—Mamá me contó lo infeliz que es, ella se da cuenta porque lo quiere mucho también. Sabes, yo no tengo riquezas ni nada de eso, pero soy feliz, tengo una familia que me ama, amigos que son leales y me quieren, solo eso necesito en mi vida para sentirme completo. Pero el, sus padres siempre están fuera y cuando están, solo le hablan de sus obligaciones como futuro heredero, y de sus responsabilidades sociales, ninguno de sus amigos es uno verdadero, todos están tras su fortuna, creo que estar solo es lo peor que se pueda sentir. —
Dong Young aún estaba procesando toda aquella información cuando su padre entró notoriamente molesto.
—Vuelve ahora, ya es hora del pastel— Y se fue sin decir más.
—Ve al tercer piso, ahí estarás mejor, es la puerta completamente blanca. Yo le avisaré a tu madre que estás bien, anda ve a descansar como se debe. —Le dio unos suaves empujones antes de volver al salón donde todos lo esperaban.
Yoon Oh no averiguó quien había sido ese misterioso chico hasta que llegó a la habitación que este mismo le había indicado, en todas las fotografías colgadas en la pared estaba su nombre tallado y la fecha de la captura en unas pequeñas placas de oro.
Lo primero que hizo Dong Young fue avisarle al ama de llaves donde se encontraba su hijo; luego se sentó en la mesa principal donde el pastel ya estaba dispuesto y todos se acercaban cantando el feliz cumpleaños, fijó su mirada en la llama de las velas que lentamente se consumían, cuando todos aplaudieron cerró sus ojos y unió sus manos pidiendo tres deseos, no contaba con que dos de sus deseos se cumplirían en la brevedad.
Todos se fueron sin antes dejar tarjetas para contactarlo y más de algún número de chicas que quería conocer al prometedor Kim Dong Young. Dejó todos los obsequios en el mismo lugar y antes de subir a su habitación agradeció a sus padres por la "encantadora" fiesta que se habían esmerado en hacer.
Sus pies parecían volar cuando subió por las escaleras, una vez frente a la puerta de su cuarto respiró profundo para recuperar el aliento. Primer deseo cumplido, Yoon Oh aún se encontraba en su habitación y dormía sobre su cama cómodamente; cubrió su cuerpo con una de las mantas que estaban sobre el sofá y luego se sentó en el escritorio tomando su diario por segunda vez en aquel día.
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El pequeño JiSung quedó completamente intrigado, solo anhelaba saber si esa historia era real, por lo que se fue hasta la parte final del libro.
"Esta publicación es un extracto de un diario de vida encontrado en una vieja mansión que fue demolida al momento de recuperar el libro."
Así que eran hechos reales, su corazón pareció acelerarse, tenía ante él una novela de amor auténtica, una que le cambiaría la vida a niveles que aún no se imaginaba. Dejó el libro en su mochila y bajó a cenar, donde su joven padre lo esperaba, luego de llegar de una larga jornada de trabajo.
—¿Qué tal todo hoy hijo? —A penas si sonrió, su rostro lucía muy cansado y las ojeras lo delataban.
—Bien, la maestra envió tarea extra, y... y... —Pensó por un momento si sería buena idea contarle sobre el misterioso libro.— Y la mamá de RenJun te envió esta nota, de seguro su número para una cita como siempre. ¿Por qué no elijes alguna chica para salir papá? —
—No tengo el tiempo para eso JiSung, además, solo te necesito a ti en mi vida. —El menor notaba el dolor de aquellas palabras. No sabía nada sobre su familia, lo único que recordaba vagamente era que había sido adoptado por el que ahora era su padre, el que parecía tenerlo solo a él, pues cada vez que le preguntaba sobre sus padres u otro familiar se alteraba y se encerraba en su estudio por horas, y lo podía oír llorar. En algún momento tendría que descubrir toda la verdad, pero ahora, una sonrisa bastaba para reconfortarlo.
Espero entiendan que lo que esta en cursiva es lo escrito en el libro y lo que sigue es lo que pasó y luego la realidad(presente), osea en la que Jisung es el lector. Para aclarar el "presente" es el año 2001. Espero les guste <3
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"Memorias De Un Príncipe Desventurado" [JAEDO]
FanfictionAbrió la primera página, tenía una breve dedicatoria escrita con tinta y pluma, con caligrafía perfecta, digna de admirar. Los ojos de Jisung parecieron tener un especial brillo ante aquellas dulces palabras. "Para Yoon Oh, que nuestro amor sea eter...