1 de febrero, 1990
Han pasado 5 años desde que escribí aquí, pero no había razón para hacerlo.
Hoy regresé de China por primera vez en todo este tiempo, no más contacto con Yoon Oh y con mis padres solo por llamadas telefónicas dándome indicaciones de los negocios que debía hacer allí.
No eh parado de llorar desde que supe todo, mi padre envió a Yoon Oh a Estados Unidos, es su representante en ese país y al igual que yo no ha regresado. Min Ah no sabe nada él desde hace algunos meses, que fue cuando escribió su última carta.
Todo lo que planee en estos malditos 5 años se han ido a la basura. ¿Qué se supone que debo hacer ahora? Quiero a Woo-jae conmigo, pero ya es demasiado tarde.
Solo hay algo que haré en el nombre de los dos, adoptaré un pequeño niño que se ganó mi corazón en china, Park Jisung. Su madre era coreana, sin embargo, desapareció luego del parto, pensaba hacerlo junto a Yoon Oh y huir con él, pero el destino dictó otra cosa.
Te amo y sé que tú también quizás me amabas y no lo supe ver, tal vez podamos estar juntos en otra vida.
Yoon Oh, que nuestro amor sea eterno,
aún más allá de esta vida.
DongYoung, 1990.
Y fue la última vez que escribió en aquel diario de vida. Sin titubear hizo las gestiones y gracias a sus contactos logró traer al pequeño Park Jisung a Corea.
Hizo todo el papeleo necesario hasta que el bebé fue legalmente su hijo, incluso tuvo su apellido. En el fondo sabía que sería rechazado por su familia, aunque una pequeña gota de esperanza seguía viva en su interior.
Por la noche tendrían un gran banquete para celebrar su llegada y su grandioso trabajo que logró posicionar a la hotelera de su familia como una de las más grandes de Asia, sería el momento en que les revelaría a todos a su pequeño hijo.
Cuando la cena pasó y solo quedaba su familia, los reunió a todos en la sala.
—Primero gracias a todos por sus felicitaciones, estoy muy feliz de estar de vuelta. Estoy algo nervioso porque debo darles una noticia muy importante...— Sus manos comenzaron a sudar y un escalofrío recorrió su huesudo cuerpo. — Ya cumplí con mi padre, ahora quiero tener mi propia vida, y quiero decirles que adopté un pequeño niño, está felizmente durmiendo en mi habitación.
Un aterrador silencio inundó el lugar. Los ojos de su padre parecían tener llamas mientras que su rostro comenzaba a ponerse rojo. Con un autoritario grito hizo que todo el mundo abandonara la sala.
—¿Qué has hecho Dong Young? ¿Sabes que arruinaste tu vida y tu futuro? ¿Esperabas que te aceptara si ni siquiera me lo consultaste? Ni siquiera estás casado o comprometido. Te vas, no te quiero oír. Mañana tomas todas tus cosas y te marchas, olvida que alguna vez tuviste una familia. No puedo creer que nos hallas hecho esto, después de todo lo que hicimos por ti, eres una vergüenza, desde hoy yo no tengo hijo. —
—¡Lo único que hiciste fue arruinarme la vida! Me separaste de la persona que amo, y aún peor tú lo sabías por eso me enviaste a China por tantos años, ni creas que estoy arrepentido, no necesito a nadie más que a Jisung para ser feliz. Yo no te odio, pero respetaré tu decisión y me iré, pero nunca regresaré. Espero que algún día entiendas lo que acabas de hacer, por algo tan vano como lo es el prestigio y los negocios. —
Se fue a su cuarto donde Min Ah tenía al bebito en sus brazos, dormía tan plácidamente que transmitía su paz.
— Es tan lindo, Yoon Oh seguro lo amaría también... ¿Joven está bien? —
—Nada está bien, mi familia me rechazó, Yoon Oh que era mi único amigo no está, lo único que tengo en esta vida eres tú y mi lindo bebito. —
—Dong Young, lo extrañaré, prométame que me visitará con su hijito en mi casa, estoy tan sola sin Yoon Oh que no me haría mal un poco de compañía. —
—¿Crees que pueda irme contigo unos días? Debo comprar una casa y todo lo que eso trae consigo, no puedo andar por ahí a la vida, ahora tengo a quien proteger y amar. —
Tras unos días en la casa de Min Ah, Dong Young por fin logró adquirir una modesta casa en los suburbios, se había sentido tan acogido en casa de la madre de Yoon Oh, que buscó una similar para su pequeña familia de dos personas que es su hogar hasta el día de hoy.
El libro cayó de las manos de Jisung. No lo quería creer, pero la historia hablaba de su padre. Ahora todo tenía sentido para él. Yoon Oh era por quién su papá no podía ser feliz completamente.
No lograba asimilar que, por él, su padre había perdido todas sus riquezas e incluso a su propia familia. Su cabeza era un lío, el mar de lágrimas no dejaba de salir, necesitaba el abrazo y consuelo de su padre, así que con libro en mano corrió hasta su habitación.
—Jisung me estás asustando ¿Está todo bien? — Con sus delgados brazos rodeo el cuerpo de su hijo y lo cobijo en su pecho dejando suaves caricias en su cabello.
El niño negó con su cabeza y le enseñó a su padre la primera página del libro que contenía aquella pequeña dedicatoria.
Los ojos de Dong Young se abrieron como plato al leer aquella corta frase. Su cuerpo de inmediato reaccionó, sus manos tiritaban, comenzó a sudar frío y no podía apartar la mirada de aquellas palabras que el mismo había escrito hace años y que había querido olvidar.
—Ahora sabes todo... —
—Pero lo quiero oír de ti... papá, ¿por qué dejaste todo por mí? —
—Porque desde que te conocí me robaste el corazón, no iba a dejar que nadie me alejara de ti, y hoy más que nunca soy feliz de tenerte a mí lado Jisung—
—Gracias por ser el mejor de todos pá, por amarme tan incondicionalmente, por hacerme tan feliz. Tu... ¿Has sabido de Yoon Oh? —
—No, nunca más lo vi, solo supe de él por lo que Min Ah me decía, pero ella falleció hace unos años atrás, desde entonces que no sé dónde se encuentra, ni como está. Pero no quiero saberlo, ahora que todo salió a la luz quiero superarlo de una vez por todas, necesito poder ser feliz junto a ti plenamente. —
Jisung en silencio asintió, para él se venía una gran misión, encontrar a Yoon Oh.
PD: Aún no termina, falta drama aún <3
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"Memorias De Un Príncipe Desventurado" [JAEDO]
FanfictionAbrió la primera página, tenía una breve dedicatoria escrita con tinta y pluma, con caligrafía perfecta, digna de admirar. Los ojos de Jisung parecieron tener un especial brillo ante aquellas dulces palabras. "Para Yoon Oh, que nuestro amor sea eter...