10 de febrero 1985
Solo quiero volver a casa, ya llevo tres días en Osaka. Papá tenía unos asuntos que atender y esta vez me trajo con él, aún no le veo el sentido, me tiene encerrado en la habitación del hotel. Ni la televisión puedo ver, no entiendo que es lo que dicen, estoy destinado a la desgracia.
Yoon Oh prometió visitarme cuando regrese, creo que eso es lo que más me tiene ansioso. Ese día por la mañana fue él quien me despertó, su regalo fue un cassette de música, que él mismo se encargó de grabar para mí; hay algo en este chico me tiene intrigado. ¿Cuál es la razón para querer ser mi amigo?, tengo la sensación de que ya lo conocía, solo espero que no sea por lástima.
En fin, papá está por llegar, y por mi bien, iré a ordenar el papeleo que me encargó.
Cuando finalmente terminó con todos los documentos de su escritorio, su padre ingresó por la puerta principal seguido de dos hombres más alto que él y vestidos completamente de negro.
—Surgió un problema Dong Young, debo quedarme por al menos un mes, así que te enviaré a Seúl mañana a primera hora. Tu madre viene viajando, así que como ya sabes, debes encargarte de que en casa todo funcione. Ahora debo irme, ten buen viaje, los empleados del hotel te llevarán al aeropuerto. —
—Entiendo padre, espero que tus negocios sean un éxito — Hizo una leve reverencia antes de que el nombrado se retirara de la habitación.
Su día al menos no terminó tan mal. Estaría pronto en su casa y sería la oportunidad perfecta para volver a ver a Yoon Oh. Se lanzó sobre la gran cama King y su mirada su fijó en el techo, tras unos minutos en trance, tomó su personal stereo, puso el cassette que su nuevo amigo le había obsequiado y cerró sus ojos disfrutando de aquella conocida melodía que comenzaba a sonar a través de los audífonos. "A good heart".
Cuando finalmente estuvo en su mansión en Seúl ya era 13 de febrero y todo parecía ir con normalidad a excepción del ama de llaves, que parecía trabajar aún más arduamente. Se acercó un poco curioso, sentándose sobre el apoya brazos del sofá.
—¿Está todo bien? No haz parado en todo el día. —Ladeó un poco su cabeza alzando la voz para ser escuchado.
— Si joven amo, es solo que quería dejar todo listo hoy, mañana es cumpleaños de mi hijo y quería pedirle permiso para faltar al trabajo. Usted es el que está a cargo, por favor se lo suplico. —Dong Young no era frío como su madre, y al ver la tierna mirada de la mujer aceptó sin dudar.
—¿Cumpleaños de Yoon Oh?, claro que puedes ausentarte, pero con una condición. — La mujer lo miró un poco extrañada, mas asintió sin problemas.
—Lo que sea estará bien —
A la mañana siguiente, y como había acordado con Min Ah, se encontraba de pie frente a la gran puerta de roble, sin duda la casa era más pequeña que la suya, pero mil veces más acogedora, apartada de los suburbios, lejos del bullicio de la creciente ciudad. Quien lo recibió fue Yoon Oh, quien aún vestía pijama y por lo hinchado de sus ojos, recién despertaba.
—Hyung, ¿Qué haces aquí? ¿Mamá debe ir al trabajo? — El mayor simplemente negó y dio un paso hacia adelante, torpe abrazó el cuerpo del contrario y se aferró a él por algunos segundos.
—Feliz cumpleaños Yoon Oh ¿Qué edad cumples? — El nombrado realmente no se esperaba aquello, le costó trabajo superar el pequeño shock.
—Gracias Dong Young hyung, cumplo 14, justo como el día de mi cumpleaños. —
—Yo traje algo para ti, pensé mucho y — Le acercó a sus manos un personal stereo, idéntico al propio, que en su interior tenía un cassette con sólo una canción grabada, la misma que Yoon Oh grabó para él.
—No puedo aceptar, esto es muy costoso, no hay forma —
—No aceptaré un no como respuesta. —Su voz se volvió autoritaria. —Además tu mamá me contó lo mucho que amas la música, con esto la podrás llevar a todas partes. —El menor de inmediato se mostró emocionado.
—Eres el mejor hyung de todos. ¿Gustas pasar? Mi fiesta es más tarde—
—Aunque me gustaría mucho, tengo unos asuntos que atender, vienen inversionistas del extranjero y como mis padres no están, seré su representante y anfitrión. —
—Ánimo Woo-dong. —
—¿Woo-dong? Como es posible que conozcas ese apodo. —Su ceño se frunció y una extraña sensación recorrió su cuerpo.
—Porque yo te lo di. Hasta luego Hyung. — Le cerró la puerta en la cara y pudo oír cómo se alejaba corriendo. No había forma de que se conocieran con anterioridad.
Se marchó con sus pensamientos hechos un caos.
14 de febrero de 1985.
Debo averiguarlo. Hoy confirmé que ya nos conocíamos con Yoon Oh, pero el único que lo recuerda es él. ¿Por qué no tengo nada que nos vincule o me lo recuerde? Tengo tantas preguntas sin respuesta, sin embargo, no me rendiré hasta saber la verdad.
Sé que no verás esto, pero feliz cumpleaños y día de San Valentín, querido Yoon Oh.
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Tal como el personaje del libro, JiSung quedó hecho un lío. Debía resolver las dudas sobre su misterioso padre, ahora más que nunca.
Se dirigió hasta el cuarto de su padre y golpeó con nerviosismo.
—Pasa hijo — Se adentró en el cuarto y se sentó en el borde de la cama.
—Hay algo que me inquieta papá —
—Sabía que este día llegaría, pero no pensé que sería tan pronto. JiSung, no sé nada sobre tu madre, te adopté cuando solo eras un bebito y ya estabas en el hogar. —
—Eso ya lo sé pá, no es de lo que quiero hablar, es sobre ti y tú pasado. —Fue ahí cuando la mirada del niño se detuvo en una fotografía fijada en la pared, era su padre cuando joven, salía tan feliz que podía ver la gran sonrisa en sus labios, no recordaba cuando había sido la última vez que había visto a su papá así, tal vez nunca.
—No es algo de lo que quiera hablar hijo, no estoy preparado para ello. —
—Al menos dime donde están tus padres, tu familia. —
—Ellos me apartaron, ya no tengo familia, solo a ti. Mis padres viven ahora en Jeju, en una de sus casas de verano. —
—¿Son ricos? —
—No sabes cuánto. —
—Quiero saber la razón por la que ya no les hablas. —
—JiSung te dije que no quiero hablar de ello, aún duele con tan sólo recordarlo. Si algún día logro superar mi pasado, te prometo que serás el primero en saber todo. —
—Está bien, lo entiendo. Descansa, no sabes cuánto te quiero papá, siempre estaré aquí para ti. —
—Te quiero tanto hijo, eres el mejor obsequio que la vida me ha dado, ahora ve a la cama, mañana tienes clases y no podemos llegar tarde. — Sin más el menor regresó a su cuarto, aún más lleno de interrogantes que antes. Kim JiSung (antes de ser adoptado, Park JiSung) no se rendiría hasta saber la verdad.
Feargal Sharkey - A Good Heart
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"Memorias De Un Príncipe Desventurado" [JAEDO]
FanfictionAbrió la primera página, tenía una breve dedicatoria escrita con tinta y pluma, con caligrafía perfecta, digna de admirar. Los ojos de Jisung parecieron tener un especial brillo ante aquellas dulces palabras. "Para Yoon Oh, que nuestro amor sea eter...