Capítulo 10: Revierte el deseo.

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Después de tanto correr, ambos magos se encontraban en las afueras de la ciudad de Magnolia.

Gray: Bien, llegamos, ahora debo encontrar a ese mago.

Juvia: Gray... san...? – Dijo la joven Lockser, quien estaba tras de él.

Gray: Qué ocurre Juvia?

Cuando el azabache dio la vuelta para poder ver a la peliazul, se dio cuenta que alguien con capucha sostenía a Juvia del cuello.

Gray: Quién eres? Suelta a Juvia.

Juvia: Gray-san, está bien.

Gray: Eh??? De que hablas.

El hombre se quitó la capucha y se revelo su identidad, se trataba de uno de los magos más poderosos de Phantom Lord, quien también era muy apegado a la peliazul.

Gray: Gajeel...

Gajeel: Así que al final nos traicionaste, Juvia.

Juvia: Gajeel-kun, Juvia puede explicarlo.

De pronto Gajeel soltó bruscamente a Juvia, haciéndola caer sobre el suelo.

Gajeel: En verdad?... Aun así, tú decidiste venir con el enemigo. Eso te convierte en traidora, ya no eres nuestra hermana...

Juvia: Gajeel-kun, deja que Juvia...

Gajeel: CÁLLATE!!... el maestro está muy decepcionado de ti.

Gray: Ella ya no necesita de ese gremio. A partir de ahora ella será un miembro de Fairy Tail.

El mago de hierro lanzo una carcajada al término de las palabras del azabache. Después miro a Juvia quien aún seguía en el suelo. El momento se había vuelto incomodo, hasta que de pronto...

Natsu: Eh!!! Gray, Qué rayos haces aquí?

Gray: Natsu?

Lucy: Gray, estás bien, te estuvimos buscando y nos preocupamos porque no te encontrábamos.

Gray: Lo siento, pero no tenía tiempo para avisarles a dónde iba.

Erza: Qué está sucediendo aquí? Por qué Phantom Lord esta en Magnolia?

Todos se miraron los unos a los otros, el alquimista de hielo no tenía tiempo para explicaciones, pero tampoco podía dejarlos con dudas. Brevemente explico la razón por la que había ido a la ciudad de Oak, pero como no contó las cosas como sucedieron, los demás magos aún estaban sin entender.

El aire atrajo el sonido de las campanas de la catedral, pues en pocos minutos seria la media noche.

Gray: Lo siento si no me explique, pero no tengo mucho tiempo, debo encontrar a alguien... Juvia, vamos. – El pelinegro tomo la mano de Juvia y comenzaron a correr rumbo a la ciudad.

Natsu: Oi!!!... a dónde crees que vas?

Lucy: Quién es esa chica???

Gajeel: Vaya, vaya, vaya, pero miren lo que tenemos aquí. Qué tal Salamander.

Natsu: Eh??? Quién eres?

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Gray y Juvia se acercaban al centro de la ciudad, dejando a los demás atrás, no podía retrasarse, así que el azabache dejo que sus compañeros se encargaran de los magos enemigos. Y una vez que llegaron ahí...

Gray: HEY, MAGO, DÓNDE ESTÁS. SAL DE DÓNDE QUIERA QUE ESTÉS ESCONDIDO!!!

Juvia: Gray-san, si grita así de fuerte la gente se molestara.

Gray: Lo siento, es sólo que...

Juvia: Gray... san...?

Gray: Qué? – El chico pregunto siguiendo con la mirada a donde la peliazul mantenía la suya fija. – Tú!... – Dijo sorprendido.

Mago: Así que la encontraste.

Gray: Si.

Mago: Muy bien.

Juvia: Gray-san, quién es esta persona?.

Mago: Oh me disculpo, yo no tengo un nombre como tal, en cada lugar al que voy me llaman de diferentes maneras, pero digamos que soy aquel mago que cumple cualquier deseo.

La joven Lockser se quedó sorprendida, pero de repente un sonido hizo que los tres magos despertaran de sus pensamientos y centraran sus miradas en aquel reloj que está en lo más alto de la catedral.

El rostro del mago de hielo palideció al notar que las manecillas casi marcaban la media noche.

Gray: Revierte el deseo, Juvia está aquí, ella me ama de nuevo.

Mago: Lo siento joven mago, pero el tiempo se agotó, además no soy yo quien debe revertir el deseo.

Gray: Qué???...

Mago: Te lo dije, no? Yo sólo cumplo deseos, no remedio errores.

Gray: No... no entiendo.

Mago: Fuiste tú quien pidió algo de lo que ahora te arrepientes, así que tú eres quien debe revertir el deseo, tienes que remediar las cosas.

Gray: Pero Juvia me ha vuelto a amar.

Mago: Y cuál fue tu deseo?

El azabache seguía sin entender las palabras del mago, sólo quería que el deseo se revirtiera, pues en menos de 5 minutos el reloj marcaría las 12. Estaba desesperado, todos sus pensamientos se habían nublado.

Gray: El deseo que pedí... fue que Juvia y yo nunca nos hubiésemos conocido. Pero ella y yo nos hemos conocido.

Mago: No se conocieron, tú no la olvidaste, es por eso que pudiste encontrarla. Quieres saber por qué sólo tú la pudiste recordar?. - Gray y Juvia se miraron fijamente, temiendo de lo que el mago les pudiese decir, pero tampoco querían quedarse con la duda, así que asintió con la cabeza. – Las personas suelen decir cosas que aparentemente no quieren cuando están enojadas, no piensan en las consecuencias o no les pasa por la cabeza la posibilidad de lastimar a los demás con sus actos. Soy un mago que se alimenta de los deseos, buenos y malos, no importa cómo sean, al final un deseo es un deseo... Tú deseo aún no se cumplía del todo por una razón, porque los deseos no nos dan lo que queremos, sino lo que necesitamos, y tú necesitabas darte cuenta de que la chica a tu lado es alguien importante para ti.

El silencio se apodero del momento, pero de pronto la campana del reloj volvió a sonar, marcando que faltaban 3 minutos para la media noche.

Gray: Pero... Juvia me ama nuevamente...

Juvia: Lo siento mucho Gray-san. - Dijo apenada.

Gray: Eh?

"Cuidado con lo que deseas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora