Capítulo 11: La princesa descubierta

258 32 2
                                    

La noche al fin llegó y con ella, la gala de disfraces. Mucha gente importante, amiga de Karl Heinz, tenía mucha emoción por el momento. Las mujeres Ghent eran de esperar en el lugar, y no sólo eso, también se veían dispuestas a conquistar al mayor de los cuatro hermanos. El lugar era esplendido: la luz era cálida, la comida estaba caliente y bien hecha, la música tocaba a la perfección, los invitados con sus elegantes ropas y máscaras temáticas y el servicio era excelente.

Los cuatro hermanos también tenían ya su ropa temática: Kou tenía un bello traje color fucsia y corbata negra, llevando de accesorios animalezcos unas orejas y cola de gato color blanco, combinando por mucho su extravagante personalidad. Azusa llevaba un traje negro, de hecho todo era negro. Lo que definía su animal, era una capa con altura hasta su cintura, con plumas negras en los bordes. Eso daba a entender que era un cuervo. Yumma llevaba un traje color café dorado, junto a una camisa blanca y corbata negra, llevando de accesorios unos aretes dorados con forma de cuenos de venado, evidenciando que animal representaba. Por último, Ruki llevaba su ya mencionado traje azul con broche de pavo real. Los cuatro estaban listos para la velada, pero Ruki ahora sentía como si lo hubieran amenazado de muerte si no iba a la gala. Sus tres hermanos estaban preocupados por él, no sólo porque Ruki demostraba estar triste por la inesperada ida de Nicole, sino porque también se veía forzado a convivir con las mujeres Ghent. Ellas, quienes llegaron muy puntuales al evento, se acercaron a Ruki. Rodmilla llevaba un vestido con estampado de leopardo, abrazando más a Marguerite y dejando totalmente sola a Jaqueline. De sola "coincidencia", Marguerite llevaba un vestido tematizado como pavoreal: era de corte princesa, color turquesa y elegantes plumas del animal. Jaqueline por su lado, su vestido lucía bastante simple y sin chiste. Solo llevaba un vestido negro de manga larga y hasta los pies. Lo único que la identificaba como animal, era una máscara que se notaba era de caballo. Así de humillada se veía y se sentía por su madre. De nuevo, Ruki sintió mucha pena por Jaqueline, no le gustaba que fuera tratada asi, pero no podía hacer nada.

-Bienvenidas- dijo Ruki sin ánimo.

-Que gusto verte de nuevo, Ruki.- sonrió Marguerite.

-Sisi, lo que digas. Espero disfrutes la fiesta.- respondió él y se fue a otro lado, pero la vampiresa rubia lo siguió y no estaba dispuesta a dejarlo ir esta vez. El vampiro se dio cuenta de eso y se detuvo. Acto seguido, la invitó a bailar sólo por darle el gusto. Kou se dio cuenta de que Rodmilla sonreía con cierta malicia, sabía que ella planeaba que Marguerite quedara con Ruki, pero él conocía a su hermano, no era tan tonto como para quedar de conformista. El vampiro rubio le lanzó una mirada de odio a la mujer, haciendo que ella se de cuenta, pues quería que la vampiresa supiera que bo sólo él, sino los cuatro, las odiaban y no iban a quedar con Ruki tan facilmente. Jaqueline por su lado, simplemente era ignorada, pero Azusa le lanzó una pequeña mirada de compasión como diciendole que todo estaba bien, luego de ahi, los tres hermanos se retiraron de esa parte.

Inesperadamente, llegó alguien a la gala: era Karl Heinz. El hombre llevaba
un elegante de terciopelo negro con rojo, cuya capa larga y negra tenía los bordes como curvas, dando a entender que representaba un murcielago. El rey de los vampiros se acercó a los tres hermanos, tomandolos por sorpresa. -¡K-Karl Heinz! ¿Qué haces aqui?- preguntó Yumma.

-Yo organicé esta gala, quería ver como estaba todo. Además, Rodmilla dijo que su hija Marguerite conquistó a Ruki y quería ver eso.- contestó Karl Heinz, sonriendo de manera tranquila, mientras se colocaba un antifaz negro. Los hermanos se vieron entre si, y le contaron todo lo que sucedió con Ruki. Karl Heinz quedó extrañado.

-¿Nicole de Lancret? Debe haber un error, ella...-

De repente, Karl Heinz fue interrumpido al ver a un lado. Al verlo, los hermanos voltearon y se impactaron un poco. Todos los invitados volteaban y le decían a otros que lo hicieran. Al final, Ruki, quien trataba de evitar ver a Marguerite mientras bailaban, la soltó, mirando a donde todos veían: a la entrada, había una figura feminina, usando un bello vestido blanco, adornado con plumas y además de todo, llevaba unas esplendidas alas del mismo color, haciendola ver como un ángel. Era Nicole, en su más grande esplendor y belleza.

-Vaya, vaya ¿Qué tenemos aqui?- dijo Rodmilla al ver a la joven.

-Respira... Respira...- murmuraba ella para si sola.

Ruki la miró como hipnotizado y soltó a la vampiresa rubia para correr hacia la chica, estando demasiado feliz. Al llegar, le tomó las manos, como si comprobara que no era un sueño, y vio que no lo era. -¡N-Nicole! ¡Estás aqui! ¡Me dijeron que te comprometiste!- exclamó él. Nicole sonrió solo un poco.

-Te mintieron pero hay algo que debo decirte.-

-¡Ven! La velada apenas empieza.- Ruki la jaló, llevandola de la mano al centro del lugar.

-¡Ruki! ¡Espera! ¡Necesitamos hablar en serio!- gritó ella mientras forcejeaba al jaloneo, pero lo que los detuvo, no fue ella, sino otro jalón muy fuerte. Rodmilla había ido y agarrado una de las alas del vestido de Nicole y de un sólo tirón, se la arrancó, para luego arrojarla al suelo como si fuera basura.

-¡Rodmilla! ¡Controlese, vieja bruja!- le gritó Ruki, poniendo a Nicole detrás de él.

-Ella es una impostora, cariño. Su nombre es Danielle de Barbarac y es mi sirvienta. Una pobre y estúpida sirvienta que no tiene nada que hacer aqui y lo peor, te engañó, Ruki.- Respondió la odiosa El rey de los vampiros, los tres hermanos, los invitados e incluso Jaqueline se impactaron con lo dicho, pero Ruki se puso a la defensiva. -¡Cállese! ¡Usted esta celosa!-

-¡Ella dice la verdad!- gritó Nicole, haciendo que Ruki voltee a verla impactado, encontrandose con el rostro de la chica, llorando con mucha vergüenza. -Nicole de Lancret era mi madre... Te mentí solo para quitarte de encima pero... Fue cuando pasó...-

Ruki no pudo creer lo que escuchó, la chica por quien se sentía atraído, que sentía que era su Eva, le había mentido, estaba enamorado de alguien que no existía. De nuevo, como cuando escuchó la mentira del compromiso, su tieso corazón se rompió. El vampiro de cabello oscuro se apartó de ella, su rostro reflejaba confusión, no podía creer lo que escuchó. -Me mentiste...- dijo desanimado y al poco tiempo, se puso serio, mirando casi con odio y despecio a la vampiresa castaña. -Primero, estabas comprometida y ahora eres una sirvienta. Ya oí mucho.-

-Pero Ruki...-

-¡Cierra la maldita boca! No quiero volver a ver tu cara nunca más. Largate de mi casa, "Nicole".-

Nicole, o mejor dicho, Danielle, lloró totalmente destrozada por el rechazo de Ruki. Ella había ido a ser honesta con él, pero fue humillada por él, fue demasiado para la pobre vampiresa, tanto, que aun llorando, corrió fuera de la gala, donde por la prisa, uno de sus zapatos, que era de un bello color oro, se quedó en el suelo y ella desapareció en la noche.

The Mysterious Lady (Diabolik  Fanfics de Romance Dark Blood) Vol.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora