The Mysterious Lady (Diabolik Fanfics de Romance Dark Blood) Vol.1

Capítulo 3: Extraña coincidencia

Después de aquella ocasión, de conocer a esa tal "Nicole", Ruki volvió a leer su libro, "Utopía" desde el principio, esta vez poniendo atención a los textos. Era como si algo se hubiera puesto de moda y él la estuviera siguiendo como por mera curiosidad. Era inexplicable, simplemente el oír a una chica en la actualidad, teniendo tal inteligencia como para citar a Thomas Moto, era interesante, pues no cualquiera lo hace. Pasó toda la semana leyendo, estando en clases, en descansos, incluso mientras cocinaba. Aquello fue muy raro para el resto de los hermanos, pues normalmente, Ruki leía cuando no tenía otra cosa que hacer y ahora lo leía hasta cuando se cree que no podía. Era como si tratara de comprender cada palabra del mismo. Los tres hermanos tenían varias sospechas por ello, y concordaban en que creían que Ruki fue influenciado por algo, sólo esperaban a que no fueran Marguerite o Jaqueline, pues de ser así, iban a dudar de la inteligencia de Ruki. Afortunadamente, no era eso, pero como el mayor de ellos simplemente no hablaba, no tenían ninguna idea de nada.

El vampiro del cabello grisiento, mientras leía, pensaba que el plan de la manzana de Adán era algo un poco absurdo. Tener que encontrar a la "elegida" para poder reproducirse y seguir concorde al plan, era simplemente algo tonto, pero se veía obligado a cumplir con lo que Karl Heinz decía, pues le estaba más que agradecido por lo que había hecho por él y sus hermanos. Las hermanas eran una opción pésima para que alguna sea su Eva, pero de nuevo volvió a su cabeza la imagen de Nicole, la chica del parque. Había algo muy extraño en ella que no podía descifrar que era, sea que creía haberla visto antes o que era algún alma vieja, quien sabe. Después de su larga sesión de lectura del día, decidió tomarse un descanso de ello y le avisó a sus hermanos que iba a salir a pasearse por el jardín o el bosque en caso de que lo buscaran. Usualmente, Ruki no se daba ese tipo de paseos como sus hermanos es cierto modo, pero necesitaba aclarar tosdas sus ideas que le comían la cabeza.

-El conocer a mi Eva... ¿será que debo enamorarme de ella? ¿O sólo reproducirme? Uff... No sé si importe, pero cumpliré el plan cueste lo que cueste.- se preguntaba Ruki en voz alta mientras caminaba a donde sus pies lo llevaran. Fue tan profunda su "reflexión", que no se dio cuenta de que se alejó bastante, incluso, sin darse cuenta, se teletransportaba de un extremo a otro. Fue tal cual, que llegó a un bello lago cristalino. Ruki no lo sabía, pero ese lago era el mismo de donde salió Harusame, la esposa de Reiji. Fue ahí en la orilla donde se detuvo sentándose en una roca enorme, bastante pensativo con respeto a su reflexión. No dudaba en cumplir el plan a toda costa, pero únicamente se preguntaba que era lo que debía ver o sentir para identificar a su Eva.

De la nada, vio algo en al agua. Al principio, creyó que se trataba de algún tronco flotando, pero entonces vio que era una persona, porque movía los brazos, nadando boca arriba. No se levantó de donde estaba, sólo se quedó ahí, con su típica cara tranquila y seria. La figura humanoide nadó a la orilla, quedando así cerca de donde él estaba. Fue entonces cuando la notó con claridad, cuando la luz del sol a punto de convertirse en crepúsculo iluminó a la figura que de hecho, ya había visto antes: era Nicole, quien llevaba puesto un vestido de tirantes negro, obviamente mojado y escurriéndole gotas, al igual que su largo cabello.

-Oh, es la chica de la Utopía.- dijo Ruki en voz fuerte y clara, así sorprendiendo a la joven vampiresa que estaba ahí. Ella sólo saltó del susto y lo miró, abrazándose a si misma.

-¿Qué haces aquí?- preguntó Nicole. Ruki sólo se levantó y dio pasos frente a ella, eso si, manteniendo una distancia más que decente. -Eso mismo me pregunto yo.-

-Estaba por aqui, vi el lago y decidí que quería nadar.- dijo ella, justificándose.

Hasta cierto punto, Ruki pensaba que se estaba volviendo loco o algo parecido desde que vio a Nicole, pues que se le haya aparecido en medio del bosque era bastante raro y algo sospechoso para él. Además de todo, se sintió tentado al verla, no necesariamente de manera sexual, sino refiriéndose a  comprobar de alguna manera que ella fuera la "Eva" que tanto estaba buscando. Los vampiros se miraron entre si, uno lanzandole miradas de desconfianza al otro y viceversa. Era como si dos  depredadores se estuvieran amenazando con sólo verse. Tras uno o dos minutos de un espectral silencio, Nicole se dispuso a hablar. -Sé lo que quieres, Ruki Mukami.-

-¿Y que quiero, según tu?- preguntó el vampiro del cabello oscuro en un tono frío, a la vez que alzaba una ceja.

-Se te ve en los ojos, sientes algún tipo de curiosidad. Tus colmillos están sobresaliendo, quiere decir que quieres morderme.- dijo la chica, sonando como si lo estuviera retando.- Eres todo un atrevido al querer eso con los de tu especie. Puedo notar que no somos iguales, pero no dejamos de ser de los "nuestros".-

Ruki se molestó un poco y se acercó más a Nicole para tomarla bruscamente del brazo, acto seguido, se acercó al bello cuello de la chica y la mordió. Nicole por su parte, sólo se dejó, aunque en el fondo, deseaba darle un mal golpe al vampiro, pero decidió dejarle hacer lo suyo para luego cobrárselo. Ruki bebió un poco de la sangre de la chica, pero a pocos segundos, se separó y la miró con algo de sorpresa. Notó primero que nada, que ella era una vampiresa pura, es decir, que no fue humana antes, pero eso no fue lo que lo sorprendió: lo que lo tomó desprevenido, fue un sabor extraño, bastante dulce, era difícil de describir para él. La vampiresa notó la extraña reacción de Ruki, pero eso no le importaba realmente, lo que le importaba, era "vengarse". Aprovechando que el vampiro del cabello oscuro entró en un pequeño shock, ella lr tomó la mano y se la mordió, así saboreando la sangre de Ruki. El chico reaccionó y quitó la mano, mostrando más incomodidad que furia. -No te atrevas a reclamarme, eh. Fuiste tú quien empezó. ¿Por qué me mordiste?- preguntó Nicole algo molesta.

Para entonces, Ruki entró en un tipo de estrés extraño. Todo eso ocurrió tan rápido que lo tenía bastante confundido. -¿Quién eres?- preguntó él, mirándola con bastante seriedad.

-¿Eres tonto? Ya te dije quien soy.-

-Me refiero a quien eres... ¿Por qué te apareces donde yo estoy? ¿Y de manera tan extraña?-

-No digas tonterías. Todo esto sólo ha sido una coincidencia rara. Si preguntas de donde soy o cosas parecidas, no pienso decirte. No te incumbe realmente.- dijo Nicole en un tono un poco inseguro pero cortante, acto seguido, caminó a un sitio en específico, quizas el camino de donde ella vino. -Debo irme, Ruki. Seguro me esperan en casa. No vuelvas a morderme o te irá peor-

-Di lo que quieras, Nicole.- dijo el vampiro del cabello oscuro, viendo como se alejaba con la misma seriedad que antes. -Pero hay algo que me esta llamando en ti y sabré que es. Sé que vamos a volver a encontrarnos de forma espontanea-  Nicole lo escuchó, pero nunca volteó a verlo. Sin embargo, hasta ella misma empezaba a creer que lo volvería a ver como él dijo y una parte de ella, en el fondo de su ser, deseaba que volviera a ocurrir, porque a pesar de la falta de respeto de Ruki, sentía que ocurriría algo más interesante en su próximo encuentro.

El vampiro del cabello oscuro vio como Nicole desaparecía de entre los arboles, que resaltaban con la luz ahora crepuscular. Ese encuentro fue un poco más bizrro que el primero, basta extraño incluso para él, tomando en cuenta que él le puso leña al fuego. En cuanto sintió que estaba ya completamente solo, se llevó dos dedos a su labio inferior. -¿Será que es... Eva?-