Capitulo 5

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Me desperté y me sentía algo nervioso, de por si ni siquiera logre conciliar el sueño tan rápido, me levantaba varias veces, se sentía horrible, nada más estoy pensando en lo que ella pudo haber pensado con respecto a esa carta, no debería preocuparme tanto después de todo ella es la que va a decidir si va a corresponderme o no, depende de ella.

Me voy hacia la cocina, veo que allí esta Sakuma, lo saludo y él sonríe, al parecer está cocinando, me pregunto qué es lo que estará haciendo para el desayuno.

- Oye chico rudo... ¿eras tú él que no me dejaba dormir a noche?

- ¿Por qué lo dices? –le pregunto.

- Porque te la pasabas de un lado a otro en tu habitación y el ruido no me dejaba dormir...

- Aahh es por eso, si de hecho no dormí muy bien que digamos a noche....

- No te pongas nervioso, seguramente ella va a responder de una manera muy positiva a tu carta... ¿planeas verla hoy?

- La verdad... si, pero no estoy seguro si acercarme...

- Ve con ella, sabes que tienes que ganarte su corazón por completo...

- ¿Dónde está Aki?

- Kino está en su cama dormida, planeo llevarle el desayuno...

- ¿Te ayudo?

- Si, tu y yo se lo llevaremos.... Termine, vamos...

- Por supuesto...

Caminamos directo a la habitación de Aki, está sentada en la cama, escucha que entramos y nos saluda a ambos, Sakuma le entrega su desayuno y decidimos quedarnos con ella también para platicar un buen rato, es muy agradable convivir con ellos.

Mi padre y yo no convivimos de esta forma, piensa que es una tontería, siempre me dejaban solo en la casa, era muy libre, me encantaba esa libertad, pero también llegue a odiarla mucho.

Recuerdo que mi madre se arreglaba muy bien y salía a la calle, no me dejaba comida, siempre salía para comprarme algunas frutas o incluso salía para escaparme un rato, sabía que mi madre engañaba a mi padre, pero el problema era que mi padre hacia lo mismo que ella, así que decidí no hablar de eso.

Simplemente era invisible ante ellos, era como si nunca hubiera nacido, todos mis caprichos los compraba, mis padres siempre me daban dinero, eso era lo que nunca se les olvidaba, era bastante dinero, en esos días todos me reconocían, el niño millonario va pasando, era cierto que atraía a las chicas desde entonces, pero cuando iba en preparatoria fue muy distinto, todo era estar con las chicas más guapas de la escuela, me convertí en un verdadero play-boy de la escuela.

Ignoraba a casi todas mis fanáticas, creía que eran una pérdida de tiempo, creo fue por el tercer semestre cuando conocí a Haruna, cuando la vi, era una chica muy sencilla a decir verdad, me gustaba su actitud, pero era toda una nerd, así que la ignore.

Poco después vi que ella se empezó a interesar por mí, sabía que le gustaba ella no sabe disimularlo muy bien que digamos, también fue allí cuando me empezaba a juntar con Hiroto y Fubuki, antes Hiroto no era tan nerd, se comportaba como todo un caballero por fuera pero la verdad era que le daban igual los malditos modales, se comportaba muy grosero con las chicas con las que andaba, Fubuki se comportaba muy tranquilo, pero después se volvió cada vez más agresivo con las chicas, las trataba mal.

A mí me encantaba molestar a Haruna, Hiroto nunca se metía con ella, siempre le guardaba respeto a ella, Fubuki y yo éramos los que la molestaban más, ella siempre ponía esos ojos cristalinos, es de carácter fuerte, pero no tanto, un día casi estaba a punto de llorar cuando la estábamos molestando.

Vi en sus ojos que quería que la dejáramos en paz, me aleje de ella, pero Fubuki era el problema, trate de apartarlo de ella, pero no me dejo, los deje solos, la verdad no supe lo que paso después, Hiroto lo sabía pero no me lo quería decir para nada.

Después del desayuno decido ir a casa de Haruna, pero cuando llego veo que Fubuki está platicando en la entrada con ella, me escondo para poder escuchar lo que dicen.

- Vamos Haruna... solo por hoy... -le dice Fubuki.

- Te he dicho que dejes de venir, no estoy de buen humor...

- No me digas... ¿estas esperando al mal nacido de Fudou?

- No te incumbe a quien espere Fubuki... -dice Haruna.

- Claro que me incumbe –dice y se acerca a su rostro.

- Fubuki aléjate de mí... -dice Haruna y lo aparta.

- ¿Sigues enojada por lo que paso hace tres años? –le dice Fubuki.

Ella no responde, después Fubuki le acaricia su mejilla y ella voltea su rostro para no verlo, después Fubuki le roba un beso de los labios lo más rápido que puede y se retira, Haruna frunce el ceño y entra a su casa.

Voy a la puerta y toco el timbre, escucho unos pasos, abren la puerta, es ella se sorprende al verme.

- ¿Qué haces aquí Fudou? –me pregunta.

- Pues venía a preguntarte... ¿Qué opinas de la carta?

- Me gusto... eso fue muy dulce de tu parte –dice y se sonroja.

- Gracias, también quería preguntarte... ¿a qué se refería Fubuki con lo que paso hace tres años?

- Pues... cuando tú te fuiste y me dejaste sola con él... solté algunas lágrimas, se empezó a burlar de mí, después me acorralo en la pared y me beso en los labios... no lo entendía... pero desde ese día comenzó a molestarme como si le gustara, de hecho intento... intento que... que lo hiciera con él... yo no acepte, casi me viola por eso... termine odiándolo.... Y de hecho viene para verme y tratar de disculparse conmigo, pero no lo voy a perdonar por nada del mundo...

- Ese maldito idiota –digo y aprieto los puños.

- No te enojes eso ya paso a la historia....

- NO, ese maldito lo va a pagar caro.... Eso no se le hace a ninguna chica, voy a golpearlo...

- No lo hagas eso ya no importa –me dice y pone su mano derecha en mi hombro.

- Nada de eso... voy a hacer que ese maldito se arrepienta de todo lo que hizo...

- ¿Por qué harías eso? –me pregunta.

- Porque jamás dejaría que alguien te haga daño de ninguna forma... mientras este contigo no dejare que alguien como él se acerque a ti para hacerte daño...

Se queda sin palabras me ve con esos ojos grises que me vuelven loco, después me abraza, suelta algunas lágrimas de sus ojos, se las limpio y ella sonríe, seguimos abrazados, después ella susurra un gracias casi inaudible, lo bueno fue que si logre escucharlo.

Camino hacia mi casa, tengo una ligera sonrisa en el rostro, después veo hacia el frente y esta Ulvida con un cigarro en las manos y me está mirando, sonríe y camina hacia mí.

- Te felicito... eres muy bueno en esto...

- Gracias... creo.

- Jajaja no seas tan frio, pero por lo que veo esa chica a logrado ablandar tu corazón...

- La verdad tienes razón...

- Pero mi pregunta aquí es... ¿en realidad la amas, o solo la utilizas para quitarte el hechizo?

- ¿Por qué me preguntas eso?

- Porque ella te ama, siempre lo ha hecho, pero tu... apenas comprendes lo que ella está sintiendo, ¿la amas?

- Por supuesto que si... haría lo que fuera por ella, sé que pensaras que sigo de insensible, pero la verdad es que ella... es lo mejor que me ha pasado hasta ahora...

Ulvida sonríe cuando escucha lo que digo después pasa a mi lado y me ve de reojo mientras se retira.

Dominando A La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora