Capítulo 1: El descubrimiento

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Me levanté tranquila, dispuesta a enfrentarme a un nuevo día sin que se descubrieran mis poderes. Sí, tengo poderes. Aunque no lo parezca, es bastante malo, pues he de ocultarlos si no quiero pasarme el resto de mi vida en un laboratorio. Mis poderes son bastante variados, algunos más básicos que otros. Volar, desaparecer, superfuerza, velocidad, elasticidad... Mi poder estrella es el de manejar el viento, es uno que he desarrollado desde que tenía unos nueve o diez años. Tengo trece años. Los demás poderes los he ido desarrollando con el tiempo. Educación física es una asignatura difícil para mí, ya que los poderes de supervelocidad, fuerza y elasticidad son difíciles de ocultar, sobretodo si no quieres levantar sospechas.

El día empezó normal, aunque noté que algo extraño estaba sucediendo. No le di demasiada importancia, me sucedía a menudo. Por la mañana, como siempre, resistí las ganas de usar mis poderes. Mi madre no sabe que los tengo. Si lo supiera, seguro que empezaría a contarlo por ahí, y no podía permitir eso.

Llegué al Instituto algo tarde, por lo que subí a clase. Vi a Amaya, mi amiga, y me acerqué a ella. Hola Amaya! La saludé. Hola Ainara! Me contestó. Llegó la profesora y nos sentamos. Raúl también estaba. Raúl es un chico que me gustaba mucho ese momento. Últimamente estaba viendo que Raúl me observaba en clase, no sé si porque yo le gustaba o porque sabía que tenía poderes o algo así. Ni idea. Bueno, según comenzó la clase miré por la ventana y observe el movimiento de las hojas de los árboles. Algunas pequeñas ráfagas de aire sacudían las hojas, pero apenas se movían. Creo que, aunque nadie me lo ha dicho, tengo prohibido hacer ventiscas de, yo que sé, 40 km/h, o huracanes, tormentas o vientos tan fuertes que supongan un desastre natural. La clase terminó con tranquilidad, al igual que las dos siguientes. Noté que Raúl me miraba con interés, algo muy raro. En el recreo, cuando salía de clase, me paró y me preguntó si podía hablar conmigo. A SOLAS. Me sonrojé un poco, pero no le di importancia, era una chica muy dura y seria. Raul me dijo: He estado notando algo raro en ti. Te pasa algo? Le contesté: No, nada, Raúl. Raúl, sin embargo, me dijo: Ainara, sé que te pasa algo. Y sé lo que es porque a mí me pasa lo mismo. Conozco tu secreto. Eso ya me empezó a asustar. Mi-mi secreto? Le dije. Sí, tu secreto. Eres una poderosa. Eso me dejó patidifusa. Poderosa?! Qué significaba eso? Vale, tenía poderes, pero como lo había sabido? Y si él también los tenía? Esas eran laspreguntas que me atormentaban ese momento. Ainara, me gustaría que me acompañaras después de clase.

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Hola lectores. Bueno, empiezo nueva historia. Los capítulos van a ser cortos. El libro "Todo un mar por descubrir" lo iré completando si se me ocurre algo, pero de momento seguiré con este libro, espero, hasta el final. Espero que os guste.

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