Capítulo 5 Mal Presagio ꪜ

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Un nuevo día había llegado al santuario, sin embargo el buen tiempo no había disminuido las preocupaciones que presentaba cada caballero, al igual que su diosa, quien sentía que se podría hundir en la incertidumbre al no saber en donde se ocultaba su enemigo, mientras este fácilmente se encontraba listo para atacarla, lo que menos deseaba era fallarle a aquellas jóvenes sacerdotisas con quienes hizo una promesa, ellas que lo dieron todo por la humanidad.

— Athena, se ve muy preocupada —soltó Shion sirviéndole una taza de té— debería descansar

— Lo siento Shion, pero no puedo —negó rápidamente— debo proteger a las sacerdotisas a como dé lugar —añadió tomando un sorbo, más por los nervios no notó que estaba caliente, quemando en el proceso —¡ah!

— Entiendo su preocupación, pero de esa forma no podrá hacer nada —habló con toda la franqueza posible— por favor, descanse

— Esta bien, cuídalas —suspiró, mientras se marchaba a su recamara.

— Déjelo en nuestras manos —añadió, más no pudo evitar soltar un suspiro de cansancio.

— Athena, parece estar nerviosa por algo —soltó Kari observando fijamente el lugar por donde se había marchado la diosa— somos demasiada carga...

— Señorita Kari, no debería decir eso —se apresuró en negar el peliverde— nosotros estamos orgullosos de poder protegerlas.

— Eso no importa... —habló con pena— ¡detesto que se pierdan vidas innecesariamente, por nuestra culpa! —confesó finalmente— nunca deseé ser la preocupación de alguien, mientras tenga mis poderes debería ser suficiente...

— No es su culpa —añadió el peliverde, mientras palmeaba suavemente el hombro de la joven sacerdotisa, haciendo que en respuesta se sobresaltara— así que, no diga esas cosas desagradables nunca más —le pidió dedicándole una amable sonrisa

— E...Entendido —balbuceó, más sus mejillas le quemaban.

La joven sacerdotisa en su primer encuentro con Shion había logrado despertar gran curiosidad por su parte, ya que simplemente aquel hombre le resultaba hermoso, no solo eso, sino que era bastante caballeroso y bueno, grande fue su alegría cuando se enteró que el sería su guardián durante su estancia en el santuario. Por otro lado el caballero de Aries junto al caballero de Sagitario y Géminis, debido a las constantes suplicas de sus protegidas por salir, terminaron llevándoles a recorrer el santuario, siendo Mü quien asumiera el papel de guía.

— Este es el coliseo, en donde entrenamos para ser caballeros —explicó Mü a sus acompañantes— muchos caballeros han obtenido su armadura en este lugar.

— Si, si, ya me di cuenta —soltó Arley un poco molesta, debido al calor que hacía en ese lugar.

— Tranquila Arley, después de todo tu querías salir —añadió Rin con una sonrisa buscando molestar a su compañera

— Pedí salir, no que me trajeran al coliseo del infierno —soltó sarcástica.

— Es bueno venir aquí, ya que pueden ejercitarse —intentó convencerle Mü

— ¡Ja! creo que recibí suficiente entrenamiento en mi templo —añadió orgullosa— aunque creo que disfrutaría más verte a ti en acción, Mü —susurró pícara

— Hum, b...bueno —balbuceó el caballero al ver la actitud de la jovencita, mientras Rin suspiraba.

— Igual deberías entrenar, después de todo se viene una guerra, por ese sello de sangre —soltó Saga en ayuda de su compañero, mientras Arley bufaba por lo bajo.

𝙎𝙖𝙞𝙣𝙩 𝙎𝙚𝙞𝙮𝙖 - 𝙎𝙖𝙘𝙧𝙞𝙛𝙞𝙘𝙞𝙤 𝙙𝙚 𝙎𝙖𝙣𝙜𝙧𝙚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora