¿Travesuras? ¿Dónde?

Capitulo 1

Aaron's POV

La sacudida que me dan me saca de la oscuridad de mis bellos sueños. Abro los ojos y me encuentro a una Natasha bastante alterada.

–¡Aaron! ¿¡Quieres dejar de babear la almohada y levantarte para poder ir de una buena vez al colegio!? Me iría sin ti, pero tengo que esperar a que traigan mi auto, y tú tienes uno ¡Arriba, mujer!

Bufo y me levanto a regañadientes.

–¿Se puede saber por qué me estas despertando tan temprano un domingo?– le digo con la voz ronca.

–¡Es lunes, idiota!

– Ah– me levanto y veo correr por todas partes a Nat mientras me tira ropa a la cara.

–Cámbiate ¡Vamos, rápido!

–¿Y Mica?– le pregunto.

–En el baño ¡Vamos!

Al rato salimos de la casa y las tres nos dirigimos a mi hermoso BMW M3 Coupe negro. Me subo del lado del conductor, Mica como copiloto y Nat atrás.

–¡No puedo creer que lleguemos tarde el primer día de clases! ¡Otra vez!– grita la última– ¡Y todo por tu culpa, Aaron!

- ¡Hey! No es mi culpa que hoy sea el primer día– rueda los ojos.

–Llegamos– aviso mientras estaciono en el lugar reservado para nosotras y nos bajamos del auto. Le pongo la alarma, porque nunca se sabe cuando puede venir un envidioso y robarte el auto para venderlo por EBay.

Uy si. Porque tu auto es súper tecnológico y todo.

Shh. Silencio consciencia.

Entramos y, como de costumbre, la gente se aparta como si fueran el Mar Rojo y nosotras Moisés. Las tres entramos con una sonrisa victoriosa, hasta que unas voces desagradables e irritantes arruinan el momento.

–Ja. ¿En serio? ¿Ellas son las que tienen todo Maxwell a sus pies?– el comentario me hace hervir de rabia, y por lo visto, a las otras también. 

Todas sabemos que esas voces pertenecen a los de Omega Kappa, nuestros super extra mega hiper maxi archienemigos.

–Cagándola como siempre ¿No es verdad Reeks?– le gruño furiosa. El solo me guiña un ojo, lo que hace que me enoje más. Todos nos miran curiosos–. ¿¡Qué miran!?– les grito. Todos vuelven a sus asuntos.

–Wow Queen. No conocía esa faceta tuya. Me gusta– me dice Steven con cara sexy.

¿Sexy? ¡Diuh! Hoy definitivamente tengo las neuronas dormidas.

Siempre las tienes dormidas, mi amor.

¡Ya te dije que te calles!

–Ya te dije que calladito te ves más bonito– le dice Nat enojada.

–¡Wow! ¿Celosa, dulzura?– Steven le hace cejas.

–¡Wacala! Antes muerta.

La campana interrumpe el duelo de miradas de Mica y Martínez. Ella se va con la frente en alto, y él rueda los ojos.

Nos paramos a mirar el horario de clases: Matemática. Mica suelta un ruidito de horror. Yo me río al ver su cara de pánico, y ella me fulmina con la mirada. Me muerdo la mano para frenar la próxima carcajada.

La jornada estuvo tranquila, por lo menos hasta el almuerzo. Ahí, las personas que menos queremos ver en el mundo hicieron una escena.

–¡Escuchen!– grita Reeks, parado sobre su mesa. Todo el comedor se silencia al instante–. Hay algo que queremos preguntarles...– cuando va a seguir hablando, Martínez lo interrumpe.