Aaron Queen: Una de las Tres Mosqueteras. Reina de las Bromas y el Sarcasmo. Irresponsable. No hace las tareas. Loca. Olvidadiza.
Micaela Cliffer: Una de las Tres Mosqueteras. Reina de las Bromas y el Sarcasmo. Se copia en los exámenes. Ama los gato...
Me despierto con besos en el cuello, no puedo evitar sonreír al sentir el contacto de los labios de Spencer contra mi cuello.
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Se preguntarán, ¿qué hace Spencer en tu cama?. Bueno... lo primero, no es mi cama, es su cama. Y lo segundo, ayer de imprevisto llegó Spen al cumpleaños de Aaron, cuando con Mica pudimos terminar de sacar a todos los borrachos hechados en el jardín, Spencer me propuso venir a dormir a su casa, así fue como es que estamos durmiendo juntos.
Anoche se nos olvidó intercambiar nuestros regalos de aniversario, por lo que lo haremos hoy en el desayuno.
-Amor, ya está el desayuno en la mesa- me dice Spen mientras me hace cosquillas.
-Mm... ¿quién lo preparó?- le pregunto ya sabiendo la respuesta.
-No sé... capaz el único que cocina en esta casa- dice y nos reímos.
Nos levantamos de la cama y bajamos las escaleras, cuando estoy entrando a la cocina me encuentro con los chicos retirándose.
-¿Ya se van?- les pregunto- ¿No van a desayunar?- noto como Jason está nervioso y sin decir nada sale de la casa.
-Ya nos vamos Nat- me dice Damián riendo- no queremos ver como comen. O como se comen- se ríe y nosotros con Spen también.
-Bueno, ¿Pero ya desayunaron?- me preocupo por ellos ya lo sé.
-Sí, antes de que te levantaras, de todos modos, no somos Mica ni Aaron, y mucho menos tus hijos. No te tenés que preocupar por nosotros- me dice saludándome con un beso en la mejilla y un abrazo.
-Bueno... la vas soltando ¿no?- dice en tono celoso Spencer.
-Ok- se ríe y sale por la puerta Dami.
-Mm... me gusta tu tono celoso- le digo y el frunce el ceño.
-No estoy celoso- dice y se ríe.
-Sí...- le insisto y se rinde.
-Bueno, sólo un poquito- dice haciendo señas con las manos.
-¿Un poquito?- le sigo insistiendo.
-Un poquito mucho - se ríe - vamos a comer pequeña-.
-No soy pequeña- me quejo y el sonríe.
-Como el duende de la casa diga- me sigue haciendo burla.
Ya desayunamos y nos dimos los regalos, él me regaló un ramo de rosas y una cadenita, y yo le compré un reloj.
-Nat, ¿y si nos sacamos una foto?- me pregunta haciendo puchero.
-Como quiera el príncipe- le contesto sonriendo y levantándome de la cama.
Cuando ya estamos los dos de pie nos sacamos como unas 20 fotos y las vemos como 10 veces a cada una. Nos decidimos por una bien linda.
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