Capítulo 47

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Nat's POV.

La verdad es que hoy no tenía ganas de levantar mi cuerpo de la cama y mucho menos de tener que ir a la escuela para tener que esquivar a Spencer toda la mañana.

-Nat...- escucho la voz de un chico y no de cualquiera. A él tampoco lo quiero ver pero no sé porque razón.

Me quedo callada esperando a que Daniel se rinda y se vaya a su casa, pero como siempre, cuando me quiero quedar callada es cuando más ruido hago. Sin previo aviso de mi nariz salió un estornudo demasiado fuerte.

-¡¡Ah!!- se escucha el grito de Steven y también como se cae algo de porcelana.

-Daniel, te mato si se te cayó el maldito plato de porcelana que estaba colgado en la pared- le digo saliendo de mi pieza y señalándolo con un dedo de manera muy amenazadora.

-Aww, hasta cuando querés sonar mala sos tierna- me dice agarrando mis cachetes y apretándolos.

-No me toqués - le digo y aparto sus manos de mi cara.

-Tranquila fiera- dice sonriendo y esa puta sonrisa me mata.

-Dani,¿Qué se supone que estás haciendo en mi casa?- le pregunto rascando mi cabeza- ¡¡Yo te mato maldito mugroso!!- le grito y el empieza a correr.

Se preguntarán porqué estamos corriendo por toda la casa como locos, bueno es por culpa de Dani. Cuando le hice esa pregunta y hizo un gesto con los hombros y de su espalda calló un pedacito de porcelana. ¡¡El plato que él había roto era de mi abuela!!

-Perdón,¿Sí?- se disculpa y hace uno de esos pucheritos que tanto me convencen, pero ésta vez no va a funcio...

-Bueno... Pero me vas a tener que comprar un balde de helado para remediarlo- le digo intentando sonar triste- Ah, y vas a tener que ver unas cuantas películas conmigo- le termino de comunicar y parece que la idea le encanta. Yo pensaba que iba a ser un hombre macho pecho peludo normal y se iba a quejar, pero luego me acordé que él no tiene pelos en el pecho y se fueron esas ideas de mi cabeza.

-Genial, amo tus ideas- dice riendo y tomando las llaves de mi auto- voy a intentar romper cosas tuyas o de tu abuela más seguido- dice riendo y sale por la puerta.

-No se te ocurra romper otra de mis cosas porque lo vas a lamentar y no sé quién te dió permiso para sacar las llaves de mi auto- lo miro enojada y él bufa.

-Era un chiste lo de romper cosas- dice rodando los ojos- y saqué las llaves de tu auto para que vayamos a comprar el helado, yo que vos me apuro porque no tengo todo el día- sonríe mientras mueve las llaves en uno de sus dedos.

-No voy a ir y además vos y yo... y todos sabemos que tenés el día más que libre- le digo riendo en su cara- bueno, me cambiaste el humor. Vamos por el hermoso y delicioso helado-.

-¿La amante del helado no era Aaron?- me pregunta subiendo al auto y yo asiento.

-Sí, pero yo también lo amo. No lo demuestro tanto, pero lo amo- le digo y el sonríe.

-Eso quiere decir que no sos de mostrar tus sentimientos- afirma y yo lo miro raro.

-Tengo bien claros mis sentimientos y si hay que decir o aclarar tranquilo que lo voy a hacer- digo cortando el tema y perdiendo la radio a la vez que Dani arranca y comienza el camino a la heladería.

Ya es el medio día y como el helado se acabó apenas a la mitad de la primer película, tengo hambre... y mucha, por los que terminamos de ver la película y me voy directo a la cocina para ver que hay en mi heladera. Las chicas hoy salen antes, pero no sé si van a venir a comer o qué onda.

¿Travesuras? ¿Dónde?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora