E-L-L-A & E-L-L-A

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En la clase de literatura me encontré con que Brenda iba en mi mismo salón, pasaron lista, dieron libros a escoger y comenzamos una larga hora de silencio; la profesora tuvo un inconveniente y nos indicó que podíamos leer en cualquier parte del internado, que fuéramos haciendo resúmenes de cada capítulo de nuestros libros.

Yo salí al patio central, ahí, sentada bajo un árbol estaba Alicia, no parecía estar llorando pero tampoco estaba en calma.

Maldito impulso momentáneo que me llevó a sentarme a su lado en vez de continuar la lectura; leí el último verso antes de cerrar el libro.

Y decidí acariciar el hombro de la chica amarilla, ella no se sobresaltó, es más  pareció no notarlo, al cabo de unos minutos se levantó, con su falda impecable ( y sí, se había sentando en tierra) y se fue caminando con su libro, ahí reparé que tenía un libro, que su cabello ahora era lacio y caía  pesado sobre su espalda y que era pálida, no era la frágil Alicia, era la cruel Brenda.

Decidí no pensar en eso, yo no quería perder mi cordura como varias personas aquí por estar enclaustrados, vamos que no, y tampoco quería sentimientos humanos como la duda y la compasión, o... ¿Acaso eso quería?

Retomé mi lectura.

-Y se alejó, como un ángel guardián que abandona a su encomendado-

Curioso, como lo que me acababa de suceder, pero sin un ángel, tampoco un demonio y mucho menos una persona, con un sentimiento, con ella; más bien con ellas...

Hola!
Querido lector antes que nada quiero aclarar que soy la peor escritora y que actualizo sólo cuando tengo imaginación porque aunque quiero complacerte antes, si fuerzo mi mente, no salen buenas cosas, así que esperé un tiempo para continuar la historia, pero vengo hoy mismo con el siguiente capítulo, su frase será " se rió, con la risa de un ángel que nadie entiende"  y sí, como habrás notado, mis nuevas ideas para la historia relacionan ángeles; hasta el rato.