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Lunes otra vez, ah, estaba esperando esto.
Vamos de clase en clase, el frío se cuela en las ventanas, ese mismo frío paraliza a Alicia cuando la toca, ella, tan cálida y el clima tan diferente.

Camino por el pasillo concurrido en medio del descanso, Alicia está ahí, congelada frente a su casillero, pensando.

Quién diría que piensa, cuando yo mismo alguna vez creí que no...
Siento que los minutos pasan lentos, y comienzo a sudar, me sofoco, mientras ella, ella muere de frío.

Los alumnos se dispersan y caminan a diferentes aulas, y quedamos Alicia y yo, en este pasillo.

Ella reacciona y termina de sacar sus libretas del casillero, apurada.

No lo intentes, ya no te dejarán entrar a clase-  Ambos nos sorprendemos con lo que acabo de decir.

No debo faltar- Me mira seria, con una mirada penetrante y una voz mecánica.

Es ahora

Alicia, vamos, vayamos al pueblo.

-Está bien- Cierra su mochila y se acerca a mí, sin verme, fría, pálida, siendo otra persona, otra ella.

Ella no irá a ningún lado- dice una controladora Brenda- ella se queda conmigo, ¡vete Ricardo, por favor!

La luz de Alicia salía de aquellos labios, acaso Brenda se había tragado su felicidad.
Ella se fue a paso rápido y se perdió de mi vista.

Aún recuerdo aquellos labios, que me amenzaban y a mismo tiempo me pedían que me fuera con esperanza.

No sé cómo pero tengo que ayudarla, ayudarlas.

E-L-L-A  &  E-L-L-ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora