— ¡Oh, Nathan! —Gimió por último antes de correrse sobre las sábanas del chico universitario que ceñía su cuerpo sobre el del rubio, enseguida resintiendo cómo el miembro abandonaba su cavidad para que el cuerpo del hombre castaño se tumbara a su lado entre jadeos, él ya había llegado al orgasmo también.
—Estuviste genial. —Dice el mayor con una media sonrisa, sacudiendo su bien cuidada melena lacia, dedicando una sonrisa al de ojos azules, quien comenzaba a levantarse de la cama.
—Lo sé. —Se sentó en la orilla para comenzar a vestirse tan rápido como había llegado aquí, colocándose el bóxer y los calcetines primero. Su compañero frunció el ceño.
— ¿Te vas? —Preguntó con actitud extrañada, apoyándose sobre los codos en el colchón, no acostumbrado a ser abandonado la primera noche.
—Sí, Nathan. Ya cállate. —Ordena mirándole sobre el hombro con desdén y una advertencia deslumbrando de ellos, lo cual provocó el silencio súbito que inundó la habitación mientras que la fricción de las telas sobre la piel de Niall y las sábanas llenaban el rígido ambiente.
Su memoria no remontaba hacia la época en que había conocido al castaño, sólo sabía que un día amaneció sobre su pecho con un pequeño charco de vómito al lado de la cama del cual sus padres nunca se dieron cuenta y jamás sospecharían, pidió su número y el muchacho se fue con una gran sonrisa. Niall se preguntaba qué tan bien lo debió haber hecho. Termina de vestirse y se levanta sin decir una sola palabra, tomando su móvil para salir de la habitación en seguimiento de la mirada chocolate del frustrado universitario, quien se pasa las manos por el cabello al sentir la ofensa hecha de no recibir por lo menos el detalle de una sencilla despedida. Se preguntaba por qué Niall lo hacía tan bien.
Salió de la habitación de hotel barato y presionó el botón del ascensor, esperando a éste por aparecer mientras revisaba los mensajes en el celular, notando que varios de ellos eran tanto de su madre como de su padre, ignorando por completo a los progenitores de los cuales no tenía ni un ápice de piedad por dar, otro mensaje captó su atención, de pronto provocándole colocar los ojos en blanco mientras abría el texto para prestar mayor atención al necesitado usuario que no había parado de enviarle mensajes desde hace unos meses en que se había graduado de la secundaria pero su "gran amor" continuaba cursándola.
"Sé que te he enviado más de mil mensajes y este es otro que jamás me vas a responder pero sólo quiero saber si Harry está bien, dile que lo extraño demasiado, que de verdad fui un estúpido. Sólo dile que mi vida no es lo mismo sin él. Lo amo, Niall... Lo jodidamente amo."
Borrar.
No tenía tiempo para cursilerías baratas y mentiras que iban hacia su mejor amigo, quien había durado un tiempo en total depresión, encerrado con montones de frituras entre los brazos y botellas de soda debajo de su cama junto a eternas e incompletas series de Netflix que sólo podían enterrarle aún más en su dolor, encogerse sobre la cama y sollozar contra la almohada mientras se preguntaba por qué Allie y Noah no podían ser completamente felices, entonces gritaba "¡Jodido Louis!" y lloriqueaba aún más fuerte, casi como si las paredes de su garganta le indicaran que dejara salir aquel dolor que tanto necesitaba liberar. Niall a veces lo observaba y otras simplemente lo abrazaba, diciéndole cuán basura era Louis por dejarle ir de esa manera tan estúpida y tan burda.
Ahora el chico cursaba en paz la escuela, paseaba por la misma con sus libros entre los brazos y su cabello creciendo lentamente, aquella mata de rizos ya no era adornada con una corona de flores ni era reconocido por sus atuendos tan llamativos, Harry había cambiado por completo y ahora solía sonreír continuamente por los pasillos, las chicas solían buscarlo para salir a fiestas pues el chico había resultado muy bueno en las pistas de baile. Sus ojos esmeraldas eran decorados con un brillo peculiar mientras que sus hoyuelos hundían sus mejillas en júbilo tras las carcajadas que solía dejar escapar en sus grupos de amigos. Con la desaparición del capitán, los chicos abrían paso a sus oportunidades con Styles, invitándole desde salidas al cine hasta cenas caras en distintos restaurantes de la ciudad, con el joven sonrojándose hasta las orejas y aceptando en algunas ocasiones para después rechazar otras por falta de tiempo. Continuaba siendo el mismo nerd de siempre.
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Choco-late [Ziall] #2 Sweet Series
FanfictionAbandonado y lastimado, Niall no olvida al hermano que le rompió la nariz una noche, escapando por la ventana de su habitación. Ahora tiene que afrontar nuevos problemas, pero su polo opuesto continúa siendo su principal obstáculo. ❝Querido, FIFA, r...