Cupcake

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Ella había dormido durante todo el camino hacia el aeropuerto. Recordaba que en sus sueños había unas cuantas mariposas, chocolates y ositos bebés; no era precisamente por haber consumido algo antes de aceptar la propuesta de Zayn, sino porque se encontraba completamente feliz, un estado que no había experimentado desde pequeña, desde que tenía sus fantasías de algún día ser una pequeña princesa que pudiera dominar el mundo. Ella quería dominar París para comprar toda la ropa que quisiese, también quería Roma para reconstruir el Coliseo, hubiese ansiado tener en sus manos a China para recibir las mejores sedas del Oriente.

Zayn metió el auto al aeropuerto y se vio obligado a despertarla, ella inmediatamente obedeció. Recuerda cómo el moreno se despedía con dolor de Bumblebee, como nunca antes lo había visto despedirse siquiera de su madre, casi a punto de llorar, y es que era cierto el hecho de que el tener un auto era como tener una mujer: era una responsabilidad; gastar dinero en él; te gastabas toneladas de dinero por su bien; pero sobre todo, te acompaña en todas sus aventuras. Por eso la sonrisa en los labios de Perrie era inevitable, aún en el momento en que entrelazó los dedos con el pelinegro y éste continuaba echando miradas hacia atrás con la tristeza estampada en todas sus facciones.

—Podremos comprar otro. —Ella murmura mientras se para sobre las puntas de sus pies para besarle la mejilla.

—Nunca habrá uno como Bumblebee. —Sus palabras son seguras y Perrie confía en eso. No habrá otro auto como ese, no habría otro que fuese testigo de cómo el moreno le besaba, como había hecho en ese instante.

Esa noche entran al aeropuerto y compran un café. Zayn parece ansioso, pues su pierna no deja de bailotear sobre el suelo, un subibaja constante que hizo a la chica levantarse a por dos vasos de café, entregándole uno a su chico, el cual le sonrió agradecido antes de intentar templarla, caso contrario a su amante, quien daba sorbos como si una Coca-Cola estuviese entre sus manos. Platicaron durante la noche, de cosas triviales y cosas sencillas, de lo ansiosos que estaban por escapar de esta ciudad de locos. Perrie no estaba segura del motivo por el cual Zayn quería huir, sólo sabía que quería acompañarle así fuera hasta el fin del mundo.

En su última risotada, escuchan el llamado de su vuelo, atendiéndolo inmediatamente, cogiendo sus cosas para irse de una buena vez por todas hacia Los Ángeles, la ciudad correcta donde Zayn tenía ya planificada una vida. La playa era el lugar perfecto para relajarse, así como para olvidarte de todas tus penas y dolores, preocupaciones y temores; Los Ángeles era el sueño que él había tenido toda la vida acerca de vivir a la perfección. Ese vuelo sería la salida a su paraíso.

*


Lo conocía demasiado bien. A veces odiaba el saber qué significaba cada uno de sus gestos, desde la manera en que alzaba una ceja, hasta sus silencios incómodos, los cuales no precisamente significaban malhumor o tristeza. Los tics de su mano al dibujar, cómo el hecho de que sacudiera el lápiz significaba que estaba pensando en cómo continuar; los rayones en la pequeña hoja que utilizaba para colocar debajo de su muñeca y no manchar sus dibujos significaban que estaba verificando qué textura se veía mejor, o dependían si eran pequeñas caras felices o tristes, pues estaba aburrido. Zayn estaba follando con otras.

Había conseguido un trabajo de mesero que le estaba dejando buenas ganancias, sobre todo por el hecho de que consiguió mantener buena relación con sus clientes, comenzando a ganarse la confianza de ellos. Malik siempre tuvo una clase de facilidad para socializar con las personas, que éstas le buscaran y más aún, el hecho de lograr escurrirse a través de sus mentes con bastante agilidad; consiguió algunas ventas de drogas dentro del restaurante gracias a uno de sus clientes, quien la distribuía y vio el candidato perfecto en el moreno. Comenzaba a tener importantes ganancias con tan poco tiempo que ya había pedido de favor a Perrie que buscara algún local estratégico donde poner su soñada tienda de tatuajes, ella obedeció con facilidad.

Choco-late [Ziall] #2 Sweet SeriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora