(Narra Sophia)
Salimos medio corriendo de la fiesta y vamos fuera. Mark se interpone entre ellos y yo tiro de Patrick. Me gano un puñetazo en el labio de parte del misterioso. Al final, el misterioso se va. Patrick, jadeando y con la furia disipada se gira a mirarme. Al verme con el labio partido, abre mucho los ojos y dice:
- ¡Sophia! ¿Estás bien?
- Yo estoy bien, un pequeño corte. Estoy más preocupada por ti.
Él se toca la sien que tiene sangre y me dice:
- No es nada.
Arqueo una ceja y le digo:
- Patrick, a mi no me parece que no sea nada. Por cierto, gracias por protegerme.
Se ruboriza, me sonríe y me dice:
- No hay de qué.
- Patrick, ¿te parece bien si vamos a mi casa y te miro la herida?
- Vale.
Le agarro del brazo y empezamos a andar. Aviso a Emily y Mark, vamos hacia el Jeep. Conduce hasta mi casa, abro y vamos a mi habitación. Cojo el botiquín de primeros auxilios y con un algodón le limpio la sangre dando toquecitos suaves. Él hace muecas y yo le digo:
- Eres estúpido.
- Gracias por insultarme gratuitamente.
- ¿Sabes lo que te digo? No te entiendo. No te importa lo que te pase pero si tú mueres yo perderé la puta cabeza.
- ¿Por qué te preocupas tanto por mi?
- Porque...eres mi amigo y el hermano de mi mejor amiga.
- Pues gracias.
- No hay de qué.
Le limpio la herida y se la desinfecto. Él se intenta levantar pero no lo consigue. Le digo:
- Oye, ¿estás bien?
- Estoy un poco mareado.
- Hombre, normal. Te acaban de dar un puñetazo en la cabeza, ¿y si vamos al hospital?
- No hace falta, solo necesito descansar un rato.
- ¿Seguro?
- Si.
- Vale, bien. Te acompaño a la habitación de invitados.
Vamos hasta la habitación de invitados y le ayudo a sentarse en la cama. Le digo:
- Estaré en la habitación de al lado, si necesitas algo llámame.
- Vale, gracias.
Me ruborizo ante su sonrisa y su mirada, y le digo:
- De nada.
Cierro la puerta y vuelvo a mi habitación para curarme el labio.
(...)
(Narra Emily)
Patrick y Sophia hace media hora que se han ido. Yo me he quedado con Mark, que tiene la mandíbula roja y el labio partido. Me dice:
- Joder, ¿que hacia tu hermano peleando con ese tipo?
- No lo sé. ¿Estas bien?
- Ya te he dicho que si, deja de preocuparte.
Me coge la mano entre las suyas, cálidas, fuertes y seguras, y nos sentamos en un banco. Apoyo mi cabeza en su hombro y miro el cielo estrellado. Él me dice:
- ¿Recuerdas que aquí fue donde nos conocimos, en este parque?
- Lo recuerdo, idiota. Apenas teníamos siete años. Dios mío, parece que fue ayer cuando nos pedimos ser mejores amigos.
- Si, ¿verdad?
Suspiro y cierro los ojos, notando la brisa que corre muy agradable. Abro los ojos y le miro, le veo de perfil. Está mirando fijamente el cielo. Rompiendo el silencio agradable le digo:
- ¿Crees que Patrick y Sophia estarán bien?
Me sonríe y me dice:
- Por favor, es Sophia. Ella sabrá cuidar de él.
- Lo sé. Era para romper el silencio, aún que los silencios contigo son agradables.
Nos empezamos a reír y nos levantamos. Le digo:
- Espera un momento, voy a llamar a Sophia.
- ¿Desde cuando eres la hermana preocupada?
Le enseño el dedo del medio y le digo:
- Vete a la mierda, Mark.
Marco el número de Sophia y me contesta al instante. Le digo:
- Hola, Sophi. ¿Donde estáis, donde está Patrick? ¿Esta bien, está contigo?
- Si, todo está perfecto. Le he curado las heridas y le he dejado la habitación de invitados para que se acueste un rato.
- Vale, gracias. Sophia, si quieres pasamos a por él.
- No, no. Da igual, está todo controlado. En serio, Em, no tienes de que preocuparte.
- Vale, lo dejo en tus manos. Adiós, Sophi.
- Adiós, Em.
Cuelgo y vamos a mi casa. Mañana iré a buscarle y preguntarle por qué se peleaba. Qué raro, nunca le había visto así.
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Mi lobo interior #MLBI1 #PLC2017
WerewolfCuenta la leyenda que hace más de 1000 años que los licántropos rondan por este mundo. Suelen decir que no te acerques a ellos porque pierden el control y se vuelven peligrosos al ver la luna llena. Podría ser verdad, si no es porque te aseguro que...