Epílogo

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Ya ha pasado una semana desde lo ocurrido. Ahora, mi sueño desde pequeña se ha cumplido, estoy con Mark. Es mi novio desde el momento en que salimos del hospital. Patrick y Sophia están muy raros últimamente. Están muy juntos, ellos dicen que son mejores amigos pero yo sé que terminarán siendo novios. Ya tengo un shipp para ellos: Satrick. Hoy he quedado con Mark en mi casa para hablar de algo que me tiene un poco preocupada. Llaman a la puerta y la abro con el corazón acelerado. Mi antigua yo de hace unos años habría abierto con tranquilidad y con el corazón relajado diciendo: "Solo es Mark, mi mejor amigo". Pero mi yo de ahora con tan solo escuchar su nombre se me acelera el corazón y cuando le veo sonrío tontamente y pienso: "Dios mío, como me encantan sus ojos. Es él. Cálmate, solo es tu mejor amigo del que estás enamorada y ahora es tu novio". Él me dice:

- Hola, pelirrojita.

- Hola, guapo.

Nos damos un beso corto y amoroso en los labios. Cada beso con él es una nueva sensación. Baja los labios y me da un beso en el cuello, cierro los ojos y suspiro. Le aparto, le golpeo en el brazo y en broma le digo:

- Anda, pasa antes de que te eche.

- Ah, ya lo entiendo. Hoy me he encontrado con la Emily santa pero bien que el otro día eras tú la que me suplicaba que te siguiera besando...

- ¡Basta!

Noto como el calor sube a mi rostro y le golpeo en el pecho. Empieza a reírse y yo hago un puchero haciendo ver que me he molestado. Se da cuenta y dice:

- Lo siento, no era mi intención hacerte enfadar. Perdona, Em.

Me encanta verle suplicarme perdón, me siento poderosa. Le digo, intentando no reírme al ver su cara arrepentida y le digo:

- Pues lo has hecho. Tendrás que compensarme.

Me mira sonriendo de manera provocativa y le digo:

- ¡De esa manera no, cerdo! No sabía que eras así de pervertido, pensé que si algún día dábamos el paso no serías así.

- Hombre, llevo mucho tiempo esperando este momento.

- No eres el único.

- Yo te he estado esperando desde que éramos unos críos. Además, mi lado pervertido tiene que salir tarde o temprano, ¿no crees, virgen María?

- Ja ja, ¿y dónde está la gracia?

- Aquí.- dice y me da un beso en la punta de la nariz que me pilla desprevenida. Le digo:

- Idiota.

- Sí, sí, lo que tú digas. Pero este idiota te encanta.

- Eso no puedo negarlo. Bueno, siéntate en el sofá. Si no recuerdo mal, tenía que decirte algo.

Se sienta resoplando y me siento a su lado. Le digo:

- ¿Sabes? Desde que estuve cautiva no he podido transformarme. ¿Y si... ya no puedo transformarme nunca?

Entrelaza mi mano con la suya y me dice:

- Tranquila. Será por el shock de todo lo que ha pasado, no te preocupes. Verás como todo se arreglará.

Me acaricia la mano y me da un beso en la mejilla y en la frente. Me acurruco en su pecho y huelo su aroma. Ese que siempre huelo y me siento como en casa, como si él fuese mi refugio. Escucho su corazón ir muy rápido, acelerado. Levanto mi cabeza y sonriendo pícaramente le digo:

- ¿Te pongo nervioso?

Se ruboriza y me dice:

- Un... poco.

Me río y le digo:

- Quería pedirte ayuda con los deberes.

- No me apetece.

Se acerca más a mi hasta que quedamos muy juntos, me mira los labios y me dice:

- ¿Qué te parece si dejamos eso pendiente para otro día y hacemos una cosa más interesante?

Al estar tan cerca no puedo concentrarme, miro a sus labios deseando poder juntarlos con los míos. Le digo:

- Me parece bien.

Le atraigo hacia mi agarrandolo de la nuca y le beso. Me pone las manos en la cintura y me mete las manos debajo de la sudadera acariciándome la espalda, me estremezco al sentir el contacto de sus dedos en mi piel y me acerco más a él intentando quitar todo el espacio que nos separa hasta quedar completamente pegados. Separa sus labios y me da besos húmedos por el cuello, yo suspiro e intento mantenerme tranquila. Vuelve a mis labios y le beso apasionadamente dejando que nuestras lenguas jueguen en nuestras bocas. Me muerde el labio delicadamente y suelto un quejido tan bajo que solo puede oírlo él. Me abalanzo sobre sus labios desesperadamente, ahora mismo necesito sus labios tanto como respirar. Me da un beso al lado de la oreja que hace que suelte un gran suspiro y le digo:

- ¡Mark, basta! Vas a hacer que me dé un infarto.

Me susurra en la oreja provocando que me recorra una ola de deseo y me dice:

- No si estoy yo aquí para evitarlo.

Sonrío y le miro con deseo y dulzura. Le doy un beso en la mejilla y le digo:

- ¿Sabes? Pensé que lo nuestro no duraría nada pero me doy cuenta de que contigo eso es imposible. Eres Mark Adams, mi mejor amigo y actualmente novio, eres perfecto para mi. Siempre lo has sido y siempre lo serás.

Me da un beso en los labios, se separa y me dice:

- Tú eres Emily Southgate, Sterling. Qué más da. El caso es que estoy con la pelirroja más guapa del mundo y es mi mejor amiga, actualmente novia. Tú eres la chica perfecta y juntos formamos la combinación perfecta.

Sonrío tontamente y le digo:

- Te quiero.

Me besa y yo le sigo el beso. Este beso es diferente a los anteriores, los otros eran un poco más salvajes mientras que estos son dulces y lentos demostrandonos cuanto nos queremos a través de ese beso.

Bueno, este es el gran final. Pero por suerte para los amantes a los licántropos como yo haré segundo libro. Bueno chauuu!

Mi lobo interior #MLBI1 #PLC2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora