Capítulo 11 || Robachicos

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SEMANA NOVELEZCA: ¡MARATÓN DEL PADRE DE MI HIJOOOO! 1/3 

SEMANA NOVELEZCA: ¡MARATÓN DEL PADRE DE MI HIJOOOO! 1/3 

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(...)

     Ya era la temida hora de la salida y sé que suena extraño que en vez de "esperada hora de la salida" diga "la temida hora de la salida", en verdad, odio la escuela pero creo que esta vez hubiese preferido quedarme a dormir ahí ya que no sé como nos vaya a ir con mamá a mi papá y a mí. 

     Supongo que mamá ya se enteró de la fiesta, no debí de confiar en la tía Nelly, es una chismosa, seguro fue lo primero que le dijo cuando llegó a casa. En fin, no quiero enojarme con la tía Nelly, ella no tiene la culpa, aunque le haya dicho a mamá, además, si me enojo con ella ya no me va a llevar a comer pizza a escondidas de mi mamá y eso es algo feo.

     Creo que me salí mucho del tema, en fin, la hora de salida llegó, esperaba que por alguna extraña razón mamá olvidase pasar por mí, que hubiese encontrado a un piloto brasileño que la invitara al río amazonas a vivir pero por desgracia todos mis pensamientos se derrumbaron al escuchar que la señora que está en la recepción dijo "Drew, llegaron por ti". Salí temeroso a mi encuentro con el mismo demonio, pensarán que estoy exagerando al decir esto pero en verdad, mamá enojada puede ser peor que eso.

     Al salir de la escuela observé de un lado para el otro, no veía por ninguna parte a mi mamá lo cual se me hizo algo extraño hasta que escuché que alguien hizo "pst, pst... Drew" a un lado mío, giré mi vista y vi a un hombre que vestía una chaqueta obscura, con la gorra de la misma tapaba su cabeza y usaba lentes obscuros en sus ojos.

     —No hablo con extraños —dije al hombre desconocido

     —Drew, soy yo, tu papá —dijo el hombre quien aún no me daba confianza

     —No lo creo, si tanto dices que eres él, pruébalo—dije sin mirar al hombre 

     —Bien —el hombre bajó rápidamente los lentes de sol y descubrió su cabeza, en definitiva era mi papá— siento llegar así pero es por tu bien, tu madre no debe de saber que vine por ti así que vayámonos —volvió a colocar sus lentes y su gorra— no queremos que nos descubra y nos de ese discurso que piensa darnos

     —Ok —giré un poco mi vista y pude ver a mi madre llegando al lugar y hablando con la recepcionista—¡ay no! —Exclamé en voz baja

     — ¿Qué pasa? —Me preguntó Jos de igual manera

     —Ya llegó —dije 

     — ¡Diablos!, toma esta otra chamarra —me entregó otra chamarra negra con gorra que llevaba consigo— te va a quedar grande pero póntela, te ayudará a ocultarte

     Me puse rápidamente la chamarra y sí que me quedaba grande, esta me llegaba hasta los tobillos y las mangas arrastraban en el piso pero todo para que mamá no nos atrapara, hasta me puse la gorra.

     —Ok, ahora, caminemos con cuidado, sin que ella se de cuenta—dijo mi papá y ambos comenzamos a caminar a hurtadillas

     — ¡Regresa aquí robachicos! —Escuché la voz de mi madre gritando

     —Ahora sí, ¡corre! —gritó papá y ambos comenzamos a correr de la mano

     A penas podía correr con esa gigantesca chamarra y papá llevándome del brazo, después de rato de correr nos detuvimos frente al auto de papá, al parecer habíamos perdido a mamá.

     —Ahora sí —dijo mi papá agotado— creo que estamos al sal...

     Mi papá no pudo decir más palabra porque mamá llegó e inmediatamente se fue contra él tirándolo al piso mientras lo golpeaba y decía palabras como: ¡Ahora sí te tengo maldito! *golpe en la cara* ¡Esto te enseñará a no robarte los niños! *golpe en la cara con puño cerrado* ¡te voy a llevar con la policía desgraciado imbécil! *se lanza de la tercera cuerda y... ok, no tanto así*. Mientras que papá sólo decía: ¡Cálmate! ¡Soy... *golpe de mamá*.

     La verdad me divertía un tanto la pelea pero tenía que detenerlos ya que si los dejaba un rato más mamá le haría una llave de lucha libre y papá terminaría en el hospital con todos los huesos rotos y sin poder darme más hermanitos.

     — ¡Mamá, para! —Grité

     —No te preocupes Drew, le daré su merecido a este robachicos —alzó su puño y sólo pude ver como papá tapaba su cara con ambas manos

     —Mamá, él no es ningún robachicos, ¡es mi papá!

     Inmediatamente la expresión en el rostro de mamá cambió de agresiva a confundida, bajó su puño, papá quitó las manos de su rostro y mamá subió sus lentes los cuales ya estaban casi destruidos.

     —Hola —dijo Jos saludando a mi madre

     — ¡Jos!, ay dios santo —se paró de encima papá y se sacudió— lo siento tanto

     —No, descuida —dijo papá levantándose del suelo con cuidados— hace exactamente un poco más de cuatro años que no estabas arriba de mí—dijo papá divertido, yo no entendí el chiste

     — ¡Cerdo! —Mi mamá le dio una cachetada a papá

     —La merecía —dijo papá sobando su mejilla

     —Bueno, si nos disculpas mamá, nos vamos —dije mientras Jos y yo íbamos a subir a su auto

     — ¿A dónde creen que van?, si no se me olvida que nosotros tenemos que hablar, además, hoy  te toca venir conmigo Drew

     Ambos nos detuvimos.

     —Está bien—dijo mi papá girándose hacia mi mamá— pero ¿te importaría subir al auto?, creo que ya atrajimos la atención demasiado aquí

     Mi mamá giró su vista e inmediatamente pudo ver que efectivamente, toda la gente que estaba a nuestro alrededor nos miraba con la boca abierta.

     —Ok —dijo con un hilo de voz— estoy de acuerdo

     Mamá subió al asiento del copiloto, papá en el del piloto y yo en la parte trasera, todos pusimos nuestros cinturones y papá arrancó.

     Papá condujo hasta llegar a un restaurante infantil donde estacionó el auto, el camino fue silencioso, no hubo comentarios de parte de mi mamá ni de mi papá, pensé romper el hielo unas cuantas veces pero decidí contenerme ya que sabía que si lo hacía mamá explotaría en un dos por tres.

El Padre de Mi HijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora