Capítulo 8

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Han pasado 25 días, todo tranquilo y Amy no ha vuelto a desaparecer, sigue viniendo todos los días, aveces durante mucho rato y otras solo a saludar, Pero eso no importa, faltan 2 días para el cumpleaños de Amy.
Me levanté temprano, ordené y limpié toda la casa, deje una nota para Amy y salí.
¡No recordaba que fuera tan agotador salir de compras al centro! El calor es insoportable, debía comprar ropa nueva y un regalo bonito, pero... ¡ESTE LUGAR ESTA REPLETO! Es complicado el simple hecho de moverme ¿como se supone que buscaré algo? Las demás personas pareciera que no les incomoda ir apretadas, ven y compran con mucha facilidad. Ya rendido caigo en una banca, miro al lado y... algo me dice que fueron obligados a venir, son todos hombres y que decir de la cara de aburrimiento que llevan.
Decido irme ya que era tarde y estaba cansado, el camino de vuelta se me hizo muy largo, pero ver todas las casas iluminadas bajo un cielo oscuro era realmente bello...

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¡QUEDA UN DÍA PARA EL CUMPLEAÑOS DE AMY Y AÚN NO TENGO SU REGALO!
Me levanto, ordeno y me preparo para salir, asegurando dejarle una nota de aviso a Amy y parto nueva mente al centro a buscar algo y ¿que creen? ¡NO ENCONTRÉ NADA! Me disponía a volver a casa ya sin ánimos y vi el regalo perfecto, una carterita muy linda de un agradable color celeste,iba a entrar a la tienda cuando la cerraron, demonios tendré que volver mañana.

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¡HOY ES EL CUMPLEAÑOS DE AMY Y VOY POR SU REGALO!
al fin se que regalarle y voy camino a comprarlo ahora mismo, me levanté mucho mas temprano hoy y por supuesto le deje la una nota a Amy, debe estar molesta por desaparecerme antes y en su cumpleaños, pero quiero darle un regalo como agradecimiento de su compañía.
Al entrar a la tienda me doy cuenta de que solo hay artículos femeninos y bueno... es un poco vergonzoso, tomo la carterita y la reviso asegurando que este en perfecto estado y voy a la caja... ¿por que todo el personal es femenino? Todas deben pensar que es un regalo para mi novia o algo así, me miran con sonrisas de ternura, argh debo salir de aquí.
Ya de vuelta a casa me distraigo con una tienda de juegos... la tienda me llamaba... necesitaba entrar... y bueno soy de alma débil así que entré, habían puestos para probar los juegos y eché unas cuantas partidas con un tipo que estaba ahí, es realmente agradable, incluso compartimos números telefónicos. Ahora sí de vuelta a casa, el camino era como siempre muy acogedor, cuando abro la reja de mi casa noto que esta Amy sentada frente a la puerta hecha una bolita.
-hola Amy, ¿pasa algo?..- no tengo respuesta pero noto que tiene las orejas coloradas y que solloza- Amy dime que pasa- digo mientras me acerco para abrazarla, pero al hacerlo su llanto aumenta, así que la tomo en brazos y la entro a la casa, verla tan indefensa me recuerda lo pequeña que es. Esperé a que se tranquilizara un poco y volví a preguntar.
-¿que pasa?- Amy levanta un poco el rostro y contesta.
-es-estuviste desaparecido dos días a-antes de mi cumpleaños y cuando vine a tu casa para recibir una fe-felicitación no estabas, na-nadie en mi casa celebra los cumpleaños, na-nadie me felicitó, e-esperaba que tu es-estuvieras para hacerlo- dijo entre sollozos mientras la soltaba para sacar su regalo.
-buscaba esto- dije mientras se lo pasaba- quería darte un regalo pero no pude hallarlo hasta ayer pero era muy tarde, por eso no estaba en casa esta mañana-terminé de decir mientras ella miraba el paquete, sus lagrimas comenzaron a volver a salir, pero esta vez mucho mas.
-dios Amy no llores... no se que hacer en estas situaciones.
-pensé q-que me o-odiabas.
-como voy a odiarte... eres una niña adorable aunque muy odiosa aveces- le dije a Amy y esta soltó una risita.
-¿pu-puedo a-abrirlo?-pregunto aún un sollozando.
-por supuesto.
Vi como sacaba el envoltorio con cuidado de no romperlo, como si fuera un tesoro, y cuando vio la cartera, esta vez si que lloro con ganas.
-es m-muuuy lin-lindaa -dijo Amy mientras se ahogaba en su mismo llanto.
-me alegra que te guste pero ahora deja de llorar que te pondrás fea- y Amy no decidía si debía llorar o reír.

Tal vez despierteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora