Capítulo 9

2 0 0
                                    


Después de la tarde emotiva de ayer por el cumpleaños de Amy, la casa quedó desastrosa, éramos solo dos, pero Amy estaba tan feliz que hizo que jugáramos a todos los juegos de mesa que tenía, también jugamos en el patio y a las escondidas dentro de casa, pero como se hizo tarde la mandé a casa sin que me ayudara a ordenar, y como esta niña me dejó agotado me fui directo a la cama, no me dormí al instante, de hecho estuve pensando muchas cosas, ¿por que en la casa de Amy no celebran los cumpleaños?
Es extraño, todos los que conozco lo hacen... pero bueno, otro San Valentín solo... bueno no me quejo, realmente la pasé bien con Amy pero uno igualmente quiere tener alguien a quien amar incondicionalmente, o sea de "esa" forma, ¡argggh! No se si me explico.

Mañana es mi primer día de trabajo como nutricionista, papá me mandó con uno de sus amigos que trabaja por acá, y según él va a ayudarme, pero ya no me fío de sus cosas. Trabajaré en un hospital a unos 45 min de casa, no es tan lejos pero el tráfico es horrible todo el día. Demonios... olvide contarle a Amy que mañana no estaré, tendré que dejarle una nota aunque se enfade.

----------------------

Ya está, estoy arreglado pero no exagerado, me preparé un almuerzo y deje la nota en la entrada, muy bien, vamos.
-¿vas a salir?- era Amy
-¡Amy! No esperaba que vinieras tan temprano, olvide decirte que hoy era mi primer día de trabajo.
-¿donde?- preguntó casi sin dejarme terminar.
-en un hospital del trébol (comuna)- quedó en silencio mirándome un poco molesta.
-¿a que hora llegas?
-hoy llego a las 17:45 o 18:00 por ser el primer día.
-ok, nos vemos a la tarde, que no se te ocurra morir en el camino- Amy dio la vuelta y se fue sin decir nada mas.
-ok...- debo admitir que no me lo esperaba, fue un momento muy tenso, nunca había visto esa mirada en Amy... aveces... da escalofríos.

Me encamino a mi nuevo trabajo, el camino fue tranquilo, pero al bajarme del bus empezó el caos, había mucha gente por toda la calle, entre lo más rápido posible al hospital y oí a alguien hablarme muy amigablemente.
-¡hola! ¿Tu eres Chris verdad? Realmente eres idéntico a tu padre, se nota que no estas acostumbrado al ambiente movido- dijo muy contento un hombre un poco mayor- mi nombre es Fernando.

Tal vez despierteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora