CONQUISTANDO A LA FRIKI (EDICIÓN FINAL)

Capitulo 83

Narra Caitlin.

Año nuevo, historias nuevas.

La noche habia sido tan divertida, tan alocada y tan azucarada, en serio, el dolor de estomago era terible.

 Nutella, caramelos y galletas explosivas hechas por Bruce, no es la mejor mezcla de todas.

Habiamos amanecido todos en la sala con las mantas y un pequeño y con "pequeño" me refiero a gran desastre de comida y refresco.

Esto hay que limpiarlo antes de que lleguen los dueños.- pense.

Me levante y senti un punzante dolor en la cabeza...

No de nuevo no.- susurre para mis adentros apoyandome del mueble.

Me levante con cuidado y me dirigi al baño, necesitaba una ducha, subi por las escaleras tomando con fuerza el pasa manos y entre al baño.

Abri el grifo del agua caliente y deje que se llenara la bañera, quite mi ropa y senti un fuerte escalofrio debido a la mezcla del aire frio del ambiente junto con el aire caliente del vapor del agua.

Entre a la bañera y coloque un poco de jabon con olor a manzanilla para relajarme un rato...

El dolor aun seguia, y las imagenes cada vez eran mas claras.

Necesitaba ver a un psicologo urgente.

Solte un grito ahogado y de pronto el dolor ya no estaba, las imagenes desaparecieron de mi cabeza junto con el dolor y suspire.

Que rayos me esta pasando?!.

Narra Jayden.

Jamas en mi vida habia estado con chicos como ellos.

Quizas eran raros, pero yo era el raro en este momento.

Sus gustos eran completamente diferente al de la mayoria de las personas, le gustaba la musica de todo tipo, mezclas excelentes, le encantan leer, crear una historia nueva cada dia, hacer locuras, son como una familia.

Nunca habia estado sentado frente a una fogata hablando cosas personales, mis sueños, mis propositos, nunca me habia sentido tan bien al lado de lagunas personas, ahora me doy cuenta que con quien estaba antes, eran un espejismo de lo que queria ser en ese momento, y ahora que me doy cuenta lo tengo mas que claro... un fanfarron.

Luego de esa noche, viendo peliculas, riendo, hablado, cocinando, haciendo carreras, cantando junto a la luz de la fogata con estas personas me habia dado cuenta que estaba equivocado, quizas esta era la vida que queria, estar con personas que tienen una personalidad tan fuerte y tan alocada que te hacen sentir bien, comodo, un ambiente totalmente diferente al de las fiestas que solia organizar, con las chicas con las que solia estar, y ahora, lo unico que queria era estar junto a esa chica de cabello rosado que de la noche a la mañana aparecio en mi casa cuidando a mis monstruos.

Ellos dormian en el mueble con una paleta de dulce en sus manos con una gran sonrisa, nunca los habia visto tan feliz, jamas me habia sentido tan bien, definitivamente admiraba a estos chicos, que a pesar de las criticas sin sentido de la sociedad hacia ellos, no cambiaban por nada, seguian haciendo lo que mas les guataba, disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, bien sea una cancion, una sonrisa, un abrazo...

Al sentarme note que Caitlin no estaba con nosotros y comence a buscarla por toda la casa.

Subi y escuche el grifo del baño.

Sonrei y entre, ahi estaba ella, con los ojos cerrados y lucia algo... palida.

Cerre la puerta con cuidado y me sente al borde de la bañera, podia ver la espuma sobresalir y senti un pequeño azote en mis pantalones al verla asi.

-Caitlin, estas bien?.- le toque el hombro y reacciono dando un pequeño salto.

-Si.- suspiro mirandome.- queria relajarme.

-Te has sentido bien?

-Dolores de cabeza, eso es todo.

Dolores de cabeza... pense en lo que Nataly me dijo, y en realidad, habian muchas cosas que me faltaban descubrir de ella...

Ella era una galaxia, un infinito lleno de emociones, un mundo por explorar, y yo, apenas iba por la punta del iceberg.

Me tomo la mano y recosto su cabeza de mi brazo.

-Y ya estas bien?

-Si.- suspiro con una sonris tan tierna, que parecia un pequeño gato.

-Tranquila.- susurre acariciando su cabello.

-Quedate conmigo por favor.- susurro cerrando sus ojos.

-Siempre lo hare.

Luego de quedarme un rato con ella dandole un masaje en los hombres salio de la bañera, no iba a tener ninguna intencion sexual en este momento ya que no se sentia bien, podia notarlo.

Tomo su toalla y envolvio su cuerpo.

Queria arrancarsela.

Pero no queria causarle mas emociones de las que estaba pasando.

-Tu pantalon.- rio mirandolo.

-Tu lo provocas.

-Yo no he hecho nada.- me robo un fugaz beso.- te veo luego.- me guiño un ojo.

Suspire, ahora tenia que solucionar un pequeño problemita... mi pantalon iba a estallar.

Narra Caitlin.

Eran las cuatro de la tarde y estabamos hablando de todos los planes para este año.

De pronto escuchamos la bocina del auto de los padres de Bruce.

-Hola.- sonruio la señora entrando en la casa.- vaya, enorme cabaña.

-Perfecta para una luna de miel.- etro el señor Roberts y le dio un beso.

Note como Bruce se relajaba al ver a sus padres felices.

-Bien, traje una grua para que se llevaran tu auto Bruce.- dijo su padre.- Creo que entramos todo en mi auto.- dijo mirando a las ocho personas presentes en la sala.

Bajamos unas cuantas escaleras y vimos su auto, subimos el equipaje en la parte trasera y nos distribuimos en el ultimo y unico asiento que habia. Victoria con Glover en sus piernas, Bruce con Luis, Mason con Nataly y Jayden y yo, por suerte, el techo era lo suficientemente alto para no golparnos la cabeza.

Jayden me amarro con sus brazos a su pecho y recosto su rostro e mi hombro.

-Te quiero.- susurro.

Durante el viaje el padre de Bruce coloco un jazz relajante y a los quince minutos mi celular sono.

Numero Desconocido.

Frunci el ceño y atendi.

-Hola?.- dije.

-Hola, Caitlin...

Que congelada al escuchar esa voz.

-Mamá?.- la voz casi se me quiebra y el padre apago la musica y todos me miraron asombrados.