El silencio de la habitación me embargaba de una paz fascinante, regularmente mi respiración es errática, estar agitado y estresado eran de lo más cotidiano, sin embargo, hoy podía gozar de una inmensa tranquilidad, era extraño, me siento bien y un poco incómodo, no puedo culpar a mis emociones, esas sensaciones son el resultado de imponerme ante la rutina.
Once días habían transcurrido desde la última vez que los vi, recuerdo que estaba furioso, la cabeza me palpitaba y quería vomitar, si, fue lo correcto poner los en su sitio, aunque el tiempo retrocediera lo haría de nuevo...bueno, tal vez agregaría algunas cosas que me faltaron tirárselas en cara, pero no importa, ya no me interesa, sólo deseo seguir sumergido en esta infinita armonía.
Cerré los ojos intentando profundizarme de nuevo, mientras mis oídos se distraían en los ligeros sonido exteriores, el ruido de las aves, mi madre conversando por teléfono y los sirvientes hablando entre sí; hasta que, el sonido de mi celular me libera de mi cielo. Reconocí de inmediato ese tono, lo tomé solo para colgar. -Olvidé apagarlo...-
-Eren.- Escuché a mi mamá llamarme desde el otro lado de la puerta.- Tienes que parar con esto.- Su voz temblorosa sólo me indicaba algo.
-...No me retractaré.-
-Pero, Kuchel está muy preocupada y angustiada por ti.- Quería reír, y creo que porque el sentimiento "angustia" y "Kuchel" no cabían en la misma oración.
-Ajá, ¿y a mi qué?-
-No sólo ella.- Continuó.- También sus hijos están muy tristes.-
-¿Ah si? Que mal por ellos...-
-Si no haces algo la situación empeorará.- Comprendía que "esa mujer" es su mejor amiga y que mi mamá tiende a valorar mucho los lazos fraternales pero, al grado de martirizarse por ello, lo encontraba muy absurdo.
-¿A qué te refieres?- Algo no me cuadra...
-...-
-¡Vamos! ¡Convénceme, dime algo que haga cambiar de parecer!-
-...Lo haré si me abres la puerta.- Acordó con resignación. Suspiré fastidiado, al parecer toda mi relajación fue lanzada tan velozmente como una flecha por una ballesta, aún puedo visualizarla a lo lejos, siendo consciente de que no iba a volver. Me levanté y abrí la puerta, miré sus ojos tan verdes como los mío y hallé en ellos un ligero enrojecimiento.
-¿Estabas llorando?- Murmuré con sorpresa.
-...Me siento un poco aterrada.-
-Explícate.- Me entregó un sobre, el papel era bastante fino y portaba un sello de cera, la abrí con una mezcla de lentitud y cobardía, incluso mis manos temblaban, me impresioné al visualizar el texto, era corto, "¿qué será tan malo?", comencé a leer y en todo ese lapso de tiempo, sentí al arrepentimiento acuchillarme la espalda una y otra vez, "¿Por qué no más arriba? Sí, lo quiero sentir rasgando mi garganta, que acabe conmigo de una buena vez..."- ¿E-Esto es mentira?- Me atreví a cuestionar. Conocía muy bien ese sello, sabía quién era el remitente, pero mi mente no podía aceptarlo. Mi madre negó con la cabeza, su expresión lucía tortuosa, qué más podía ser necesario para dejar de negar lo evidente.- ¡Maldición! ¡¿Cómo se atreven?! ¡Los mataré...!- Me moví como una fiera hacia el pasillo, mi madre trató de detenerme pero yo la empujé apartándola completamente. Salí de la casa y no me sorprendió para nada ver frente a la puerta el auto de los Ackerman que siempre me recogía, me subí.
En todo el recorrido en mi mente vagaban de un lado a otro miles de cosas que deseaba decir y hacer, cuando finalmente llegamos, me bajé del auto y corrí hacia la puerta, la abrí con ímpetu y me introduje a la casa sin importarme saludar ni limpiarme los zapatos, los modales no son para las bestias, esa gente no merecía un buen trato, merecían lo peor; me encontré con Kuchel sentada en el recibidor, leía un libro mientas tomaba su té, taciturna y delicada, cualquiera que la viera y sin conocerla, pensaría que un ángel puro recién descendido del cielo, pero yo no, conozco su verdadero color. – Estabas tardando.- Mencionó sin apartar su vista del libro.
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Blanco o Negro
RomanceLos Ackerman, una familia poderosa, los dos gemelos y herederos Levi y Rivaille, con la ayuda de Kuchel, su madre, harán lo que sea por conseguir lo que quieren ¿serán capaces de manipular a aquel que logró entrar en sus vidas? Eso sin contar, que e...